
La Vía Láctea continúa presentando nuevos misterios a través del telescopio. Un equipo internacional de astrónomo ha descubierto un objetoHasta ahora desconocido, que emite poderosas explosiones de radio con la precisión de un relojero. Pero lo más extraño es que sabemos que están acompañados por X -Rays.
Contexto. Uno de los fenómenos de moda cósmica en las revistas de astronomía son los objetos de radio de período de larga duración (LPRT) transitorio, cuya comprensión aún está en pañales. Desde 2022, solo se identificaron 10, que se pasaron por alto o confundieron con otros objetos celestiales.
LPRT emite ráfagas de ondas de radio periódicamente, pero con intervalos mucho más largos (de minutos o horas) que los pulsarios tradicionales, que generalmente tienen períodos de segundo o milisegundos.
El progreso en los radioelescopios ha abierto una ventana al universo transitorio que permite a los astrónomos identificar LPRT más fácilmente. Uno de los radiotelescopios más potentes es la matriz australiana Askap, que consta de 36 antenas parabólicas de 12 metros de diámetro que actúa como un instrumento único de 4.000 metros cuadrados.
Doble sorpresa. Los astrónomos acaban de agregar una nueva capa de complejidad al mundo de los LPRT con el descubrimiento de Askap J1832-0911, un objeto que emite poderosas explosiones de ondas de radio. Sus pulsos duran dos minutos y repiten cada 44 minutos y 12 segundos.
El hallazgo es importante porque es solo el décimo LPRT descubierto y coloca el nuevo objeto entre las 30 fuentes de radio más brillantes en el cielo. Pero la sorpresa llegó a cruzar los datos con observaciones del telescopio espacial NASA X -Ray.
Chandra había observado la misma área del cielo nocturno al mismo tiempo que askap (¿qué Los científicos han comparado con «encontrar una aguja en un pajar»). El Observatorio descubrió emisiones de rayos x desde el mismo punto y con el mismo ciclo de 44 minutos y 12 segundos. Es la primera vez que una LPRT emite ondas de ambas frecuencias.
Líneas colapsadas. Askap J1832-0911 está a unos 15,000 años luz de la Tierra, en una región muy poblada de nuestra galaxia. Esta ubicación dificulta enormemente su estudio en otras longitudes de onda, porque hay muchos objetos que podrían estar oscureciéndolo y una inmensa cantidad de polvo que bloquea nuestra línea de visión.
Las búsquedas infrarrojas tampoco han arrojado resultados, aunque la esperanza se pone en observaciones futuras con el telescopio espacial James Webb. A diferencia de otros LPRT que parecen «encender» y «apagarse» intermitentemente, el objeto ha estado activo durante los 10 meses que la observación ha durado, aunque con un brillo variable.
La pregunta del millón de dólares. ¿Qué es exactamente askap J1832-0911? Hay muchas teorías sobre qué tipo de objeto podría estar produciendo signos regulares y energéticos. Este objeto es diferente de todo lo que hemos visto antes, pero los investigadores no creen que sea una civilización extraterrestre que envíe mensajes porque los espectros de emisión son demasiado amplios.
En cambio, dos sospechosos principales se arrastran. El primero es un antiguo magnetar: una estrella de neutrones con campos magnéticos increíblemente poderosos en su última etapa de la vida, posiblemente orbitada por otra estrella.
El segundo es una enana blanca ultra libre: el remanente de una estrella de baja duda al final de su evolución, con un campo magnético excepcionalmente fuerte y una estrella complementaria. Pero para que esta teoría se ajuste, el enano blanco necesitaría el campo magnético más intenso jamás detectado en una de sus clases, superando el Gauss 5 × 109.
No sabemos nada. «Encontrar este objeto sugiere la existencia de muchos más», Nanda Rea diceCoautor del estudio y profesor del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC) en España. «El descubrimiento de su emisión transitoria X -Ray abre nuevas perspectivas sobre su naturaleza misteriosa».
Este descubrimiento no solo agrega un nuevo misterio a la lista de cosas que no entendemos el universo. También sugiere que los LPRT, de los cuales apenas sabemos, son más energía de la que se pensaba. La caza para encontrar más objetos como este y descifrar su origen solo ha comenzado.
Imagen | OLLA
En | En las afueras de la Vía Láctea, se repite una señal sin detenerse cada tres horas. Los astrónomos han descubierto su origen