Por: Jon Martín Cullell
Belém (Brasil), 14 nov (EFE).- Los organizadores de la cumbre climática de la ONU (COP30) celebrada en Belém descartaron discutir un calendario para dejar atrás los combustibles fósiles, pese a que un grupo de activistas protestó este jueves frente a las salas de reuniones para exigir pasos concretos hacia ese objetivo.
«El liderazgo climático no está hecho de petróleo», rezaban las pancartas desplegadas por los manifestantes en la Zona Azul, el área restringida de la cumbre, a poca distancia de donde se reunieron las delegaciones.
Los participantes, algunos de ellos indígenas ataviados con sus tradicionales tocados de plumas de guacamaya, resaltaron la falta de avances en las negociaciones en torno a la transición energética y aprovecharon para criticar al Gobierno brasileño por autorizar recientemente la exploración de crudo en un pozo marítimo cerca de la desembocadura del río Amazonas.
«Lo que realmente necesitamos es que los países del Norte global movilicen y asignen realmente recursos a los compromisos que han asumido», dijo a Efe Mariam Kemple, de la ONG Oil Change International.
La urgencia que sienten los activistas no está presente en las salas de reuniones. Aunque los países se comprometieron por primera vez a una transición «gradual» para abandonar los combustibles fósiles hace dos años en la COP de Dubai, los planes sobre cómo hacerlo y en qué plazo no forman parte de la agenda oficial de esta conferencia. La cuestión se ha convertido en el gran elefante blanco.
El presidente de la COP30, el brasileño André Corrêa do Lago, volvió a descartar este jueves la posibilidad de tener un anuncio de peso en esa dirección al final de la cumbre.
«Este es un tema importante, son discusiones abiertas, pero esto no ocurre dentro de las negociaciones», declaró en rueda de prensa.
Sin embargo, hay países como Colombia que buscan una mayor ambición y que no dejan de hablar del tema en eventos paralelos.
La ministra colombiana de Medio Ambiente, Irene Vélez Torres, recordó hoy en las redes sociales el objetivo del gobierno de erradicar el consumo de combustibles fósiles y «revivir» la selva.
«Ambas acciones son dos caras de una misma estrategia ante la catástrofe climática», afirmó.
Medidas comerciales unilaterales, otro frente abierto
Aunque los combustibles fósiles están estancados, la presidencia brasileña de la COP30 continúa consultas informales con otros países para decidir si se incluyen cuatro nuevos temas en la agenda.
Una de las más divisivas es si se deben abordar medidas comerciales unilaterales, como el Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera, implementado por la Unión Europea para poner precio a la huella contaminante de ciertas importaciones.
En una reunión sobre transición justa celebrada hoy, representantes de los países desarrollados y del G77, el grupo que incluye a las naciones en desarrollo, mantuvieron una acalorada discusión, informó a Efe un negociador latinoamericano que estuvo presente y que pidió el anonimato.
Las delegaciones europeas reafirmaron que tomar este tipo de medidas es una cuestión de soberanía y defendieron retirar el tema de la mesa, petición a la que se opusieron los representantes del G77, según la misma fuente.
«Estamos dando un poco más de tiempo a las negociaciones», afirmó el presidente de la conferencia.
En medio del tira y afloja diplomático, los participantes de la COP30 tuvieron que lidiar con un problema técnico con el aire acondicionado que provocó un efecto invernadero bajo la carpa de la ONU y los obligó a aflojarse las corbatas y dejar a un lado las chaquetas.
Unas horas después y a diferencia de las negociaciones, al menos ese problema ya estaba solucionado. EFE