
Hace unas semanas, más de 1.800 conductores de desechos nucleares comenzaron a emerger del fondo marino en la costa gallega. La imagen, tan real como simbólica, reabrió un viejo debate: ¿qué hacemos con los restos de una era que se apaga, pero no desaparece? Si bien Galicia exige respuestas y vigilancia, otro problema nuclear avanza sin ruido, aunque igualmente urgente: el destino de los desechos que dejarán las centrales cuando cierran desde 2027. La energía nuclear está fuera de salida. El problema es que sus desechos no saben cómo irse.
Un contenedor provisional. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha otorgado la aprobación, con sus condiciones, al diseño de la versión de contenedor FW de Hi-storm G. Según el comunicado de prensa oficial de CSNEnresa, la compañía pública a cargo de la gestión de residuos radiactivos, ha solicitado este contenedor que servirá para almacenar temporalmente el combustible Almaraz, Ascó, el cofre y Vandellós II.
No es una solución definitiva, sino necesaria: cada unidad puede contener hasta 37 elementos de combustible de reactores de agua a presión (PWR) o 89 de agua hirviendo (BWR), y su papel será clave durante los trabajos de desmantelamiento planificados entre 2027 y 2035.
Más en profundidad. Este movimiento es parte de algo mucho más grande. De acuerdo a El economista ha detalladoEnresa ha reactivado oficialmente el Proyecto de almacén geológico profundo (AGP), después de casi tres décadas paralizadas. La primera fase ya ha sido otorgada al consultor especializado AMPHOS 21.
AGP es, en términos simples, un cementerio nuclear subterráneo. Como hemos explicado en , el objetivo es aislar los desechos en formaciones geológicas estables durante miles, o cientos de miles de años, combinando barreras naturales con tecnología de confinamiento artificial. Según EnresaEl calendario se extiende hasta 2100, y el proyecto se divide en ocho etapas que cubren desde estudios científicos iniciales hasta la construcción y eventual sellado.
En las primeras etapas. En este momento está en la fase uno: recopilar tecnologías, revisar la documentación técnica y preparar el marco legislativo que se definirá entre 2026 y 2028, Según el economista. A partir de 2029, se seleccionarán posibles ubicaciones, que se evaluarán en profundidad hasta 2039. La construcción del laboratorio subterráneo y el proceso de licencia técnica y ambiental cubrirá hasta 2059. El AGP estará operativo para 2073, y funcionará hasta 2100, cuando se espera su sello definitivo.
Todo esto se inspira en un modelo de concreto: Onkalo, el primer AGP operativo en Europa, en Finlandia. El proyecto se excava más de 400 metros de profundidad y está diseñado para almacenar desechos durante 100,000 años, donde un siglo permanecerá abierto y luego se sellará de manera irreversible.
El eléctrico, incómodo con los plazos. Pero no todos están satisfechos con el calendario. Como ya lo detallamos en , Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP, propietarios de los reactores, han pedido al gobierno que avance la implementación del AGP hasta 2050. La razón: quieren liberar la tierra de los centros antes y asignarlos a nuevos usos industriales. Paralelamente, han recurrido a la Corte Suprema el surgimiento de la «tasa de Enresa», que financia el desmantelamiento nuclear, considerando un costo adicional imprevisto e injustificado. La presión comercial pone un debate de fondo sobre la mesa: ¿quién debería asumir el costo real de la energía nuclear una vez que deja de producir electricidad?
¿Y mientras tanto? Después del fracaso del proyecto de almacén centralizado en Villar de Cañas (Cuenca), que fue descartado por el nuevo plan general de desechos radiactivos. España ha optado por una red descentralizada de silos, una por Central. Sin embargo, hay un problema porque estas tiendas no fueron diseñadas durante más de 50 años. Por lo tanto, las iniciativas como el contenedor FW de Hi-storm son cruciales: permiten fortalecer la seguridad del almacenamiento intermedio y ganar tiempo mientras el AGP se hace realidad.
¿Y es la única forma posible? En última instancia, el mejor residuo nuclear es el que no se genera. Aquí hemos hablado de tecnologías como la fusión nuclear, incluso en una fase experimental, no generan desechos peligrosos. Incluso dentro de la fisión, hay márgenes de mejora: los reactores de sales fundidas o de torio permitirían que el combustible aproveche mejor una mejor ventaja y genere una vida radiactiva más corta. Pero mientras esas opciones no sean rentables, los AGP siguen siendo la única ruta viable viable.
Un desafío a largo plazo. España ha decidido cerrar su etapa nuclear, pero los desechos no salen con el reactor. El país enfrenta una responsabilidad técnica, ambiental y moral que nos acompañará por generaciones. La aprobación del contenedor FW de Hi-storm y la reactivación AGP son solo el comienzo de una carrera a largo plazo que se jugará bajo tierra. Y en un mundo que cambia cada década, pocas decisiones requieren pensar en plazos de 100,000 años. El legado de la energía nuclear nos obliga, por primera vez, a planificar como si estuviéramos aquí para siempre.
Imagen | No acertado
| Después de confirmar el cierre de sus centrales nucleares, España busca dónde construir un cementerio de desechos radiactivos