En Ciénaga no hubo confusión ni cruce de balas. Hubo una ejecución. Cuatro hombres armados irrumpieron en un bar y fueron directos a la mesa donde estaban sus objetivos. Sin decir palabra, comenzaron a disparar uno tras otro hasta derribar a los cinco hombres que estaban charlando en el lugar.
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El ataque se produjo en la calle 19 y 11, en un establecimiento repleto de clientes. Cámaras externas captaron cómo llegaron los sicarios en dos motocicletasentraron caminando, abrieron fuego y salieron sin que nadie pudiera detenerlos.
Los homicidios por sicarios ya superan las cifras del 2024 en este municipio. Foto:Tomado de redes sociales
Cuando La gente escuchó los primeros disparos.tres de las víctimas ya estaban en el suelo. El terror dentro del bar fue inmediato. “Fue horrible. Todos gritaban y corrían sin saber hacia dónde. Pensé que nos iban a matar a todos”, dijo un testigo.
Los disparos se realizaron a quemarropa. No hubo ninguna advertencia, ninguna discusión, ningún intento de escapar. Según las autoridades, los sicarios sabían exactamente en qué mesa se encontraban sus objetivos. Un ataque directo, planificado y rápido.
Cuando entró la policía yEncontró el suelo lleno de botellas rotas y al menos 20 vainillas. Tres cuerpos quedaron uno al lado del otro. Los otros dos hombres fueron trasladados a un hospital, ambos en estado crítico.
Asesinos dejaron una huella que ha generado terror
El ataque no terminó con las balas. Antes de retirarse, los sicarios dejaron un papel junto a los cuerpos. Un mensaje breve, crudo y amenazador:
«Nosotros gobernamos aquí. Golfo Cero». Debajo, dos nombres: “Katerine y Negrito, vamos por ustedes”.
La nota dejaba claro lo que la comunidad ya sospechaba: este ataque es parte de la lucha abierta entre los Conquistadores de las Autodefensas de Sierra Nevada (ACSN) y el Clan del Golfo para el control del microtráfico, la extorsión y las rutas de movilidad entre Ciénaga y la Troncal Caribe.
Un municipio atrapado entre dos incendios
La masacre no es un hecho aislado. Es la consecuencia de una guerra que viene creciendo desde principios de año. Se han incrementado patrullajes en Ciénaga, puntos de control y capturaspero la presencia de ambos grupos sigue activa.
En un bar de Ciénaga se vivieron momentos de terror con la incursión armada. Foto:archivo privado
Un dirigente social, que pidió reservas por seguridad, lo dijo tajante: “siguen reclutando chavales, incluso menores de edad. Los utilizan como campaneros, mensajeros o sicarios. «La situación está fuera de control».
Este fenómeno va acompañado de cifras de homicidios que este año ya superan las de 2024. Ataques directos, amenazas escritas en las paredes y la circulación de listas negras se ha vuelto frecuente en varios barrios.
Los comerciantes también lo sienten: pagos de “vacunas”restricciones de horarios y control de quién puede trabajar o abrir una tienda.
Los hombres que murieron fueron identificados como Luis Alberto Cantillo Mejía28 años de Buenavista, residente en Tasajera; Antonio José Peláez Álvarez42 años de Sitionuevo y un hombre de la capital del Atlántico, quien aún no ha sido identificado por las autoridades. Mientras uno de los heridos responde al nombre de Joaquín Segundo Cueto Mejía 42 años, residente en Tasajera.
La fuga de los sicarios
Tras disparar, los cuatro pistoleros salieron con la misma tranquilidad con la que entraron. Cuando subieron a las motos, se dirigieron hacia la salida del barrio. sin cruzar ninguna patrulla. La zona no tenía controles activos en ese momento.
Para los habitantes esto no es una coincidencia. La presencia de hombres armados avanzando motocicletas de alta cilindrada Se ha vuelto común, especialmente por la noche.
La guerra entre estos grupos continúa. Foto:Redes sociales
Esta masacre confirma lo que Ciénaga viene padeciendo desde hace meses: una guerra urbana sin frenosdonde un bar, una esquina o un patio pueden convertirse en escenario de muerte.
Mientras las autoridades investigan, la comunidad teme que la lista escrita en el cartel se haga realidad y que los ataques continúen. Nadie quiere ser el próximo nombre en un trozo de papel junto a un cadáver.
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Ciénaga vuelve a estar marcada por la violenciaatrapado en un disputa que no da tregua y no parece tener un final a la vista.
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El Gobierno defendió la operación militar. Foto:
Por Roger Urieles, para EL TIEMPO Santa Marta. En X @rogeruv
