
El presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó este lunes una nueva operación militar en aguas del Mar Caribedonde un bombardeo de fuerzas estadounidenses destruyó una embarcación supuestamente dedicada al tráfico de armas y drogas cerca de las costas venezolanas. Según el presidente, el ataque se llevó a cabo tras detectar movimientos “irregulares” y la negativa de la tripulación a responder a señales de alerta. El incidente dejó seis muertos y ha despertado la preocupación internacional por la creciente militarización de la región.
El gobierno venezolano reaccionó de inmediato denunciando lo que calificó como una “agresión directa” en su zona marítima y una violación del derecho internacional. Caracas exigió una investigación independiente y aseguró que el barco atacado pertenecía a pescadores locales que fueron confundidos con fuerzas estadounidenses.. Por su parte, el Departamento de Defensa estadounidense insistió en que el operativo formaba parte de acciones contra el narcotráfico y que contaba con información de inteligencia verificable.
El nuevo bombardeo ha encendido las alarmas en América Latina y podría aumentar aún más la tensión diplomática entre Washington y Caracas. Los analistas advierten que la acción militar se produce en un contexto de alta sensibilidad política, con un aumento de las operaciones conjuntas estadounidenses en el Caribe y el Pacífico. organizaciones internacionales, como la ONU y la OEA, han pedido moderación y transparencia en las investigaciones para evitar una escalada del conflicto que comprometa la estabilidad de la región.
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