Economía

Tamal sin arroz … o arroz de importación? – En un click

Tamal sin arroz … o arroz de importación?

 – En un click

Colombia es arroz. En producción y consumo. Y esa no es una metáfora: este arroz no es un acompañamiento, es un mango de protagonista silencioso. De Stratum 1 a 20, en el 80% de las cocinas colombianas, la primera olla que se colocó en el horno arroz. Entonces, cuando decimos que el arroz está en crisis, no solo hablamos de campesinos con sombrero tolimeo, Vueltiao o Llaner, sino de todos los días comiendo todo el país.

El problema es estructural y grave. Pero lo tratan como si fuera un dolor de cabeza del pasajero. Con telas de agua tibias, cuando se necesita una excelente operación. Si no se toman medidas de emergencia reales y de emergencia, terminaremos importando arroz de Ludeg. Y dependiendo del arroz extranjero, en un mundo que parece un reality show sobre conflictos geopolíticos, el juego se juega con Candel. ¿Realmente dejaremos comida base en colombianos en otros? No es solo una mala idea. Es irresponsabilidad.

¿Qué soy exagerado? Pregunta algodón. ¿Recuerdas el algodón? Uno de los cultivos más importantes del país, y hoy apenas sobrevive en memoria de aquellos que vieron toldos blancos en los campos. Si aún no lo hace, Rice puede ejecutar el mismo destino. Y con él cientos de miles de empleos, empresas, familiares y, por supuesto, platos típicos. Porque dime cómo harás un tamal sin arroz. O una bandeja de Pais sin arroz. O arroz de coco sin coco … y sin arroz. ¡Incluso el arroz con leche sería miserable!

Este no es un llamado a los criadores de rescate. Es una llamada para guardar toda la cadena. De la cual produce la entrada, un concesionario que vende una bolsa de arroz en la esquina. Todos tienen que sentarse en la misma mesa. Y no usan huevo con un huevo, ya piensan cómo garantizamos que el arroz colombiano no desaparezca.

Alrededor de los costos de producción, con arrendamiento de tierras, tasa de uso del agua, con centros de recolección, con márgenes de mercado y, por supuesto, con los precios pagados por el consumidor. La solución no puede ser salvada por otro fregadero. Esto no es una realidad. No puedes eliminar aquí.

Si no protegemos el arroz, no solo tomamos una cosecha. Ponemos el juego de seguridad alimentaria en el país. Y en un país donde el arroz es casi religión, es grave como arroz sin arroz …

Ricardo Ferro

Redacción
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