
En la mañana del 11 de mayo, un fuerte temblor con una magnitud de 4.4 se sintió en varias regiones de Colombia. Este evento sorprendente ocurrió en las primeras horas del día, generando una mezcla de preocupación y curiosidad entre la población.
De acuerdo con el reporte del Servicio Geológico Colombiano (SGC), el movimiento telúrico se registró específicamente a las 5:41 am, y tenía su epicentro en el municipio de Puerto Wilches, Santander. La ubicación del epicentro fue crucial, ya que permitió que el fenómeno sísmico fuera sentido a lo largo de una amplia área del país.
El informe oficial del SGC indica que el terremoto tuvo una profundidad considerable de 99 kilómetros, lo que podría ser uno de los factores que ayudó a que sus efectos se sintieran en diversas ciudades y localidades, provocando un significativo estado de alarma, sobre todo en Santander y sus alrededores. Este tipo de profundidades tiende a mitigar, en cierta medida, la intensidad con la que un temblor se percibe en la superficie, sin embargo, no dejó de causar preocupación entre los habitantes.
Hasta el momento, las autoridades locales y departamentales han señalado que no se han reportado daños materiales significativos ni víctimas debido a este evento sísmico. Los reporte locales son alentadores en cuanto a la seguridad pública, aunque es evidente que el miedo y la conmoción se apoderaron de muchos al sentir el movimiento de la tierra.
“Tembló con fuerza; se sintió súper fuerte, ¡qué miedo!”, compartieron varios santandereanos, comentando sobre la experiencia de haber sentido el temblor desde un piso 16, lo cual sin duda intensificó la percepción del fenómeno.
11 de mayo – Santander Foto:SGC
Temblores en Santander
Notablemente, el 60% de los temblores que se registran en Colombia tienen su epicentro en Santander, siendo el municipio de Los Santos el más afectado. Esta alta estadística resalta la actividad sísmica de la región y la importancia de tomar en cuenta la preparación y prevención ante futuros eventos.
Según el director del Observatorio Sismológico del noreste colombiano de UDES – CDMB, la situación en Bucaramanga es compleja y presenta un riesgo técnico significativo debido a la proximidad de diversas fuentes sísmicas, incluyendo el “nido sísmico de Bucaramanga”, que es considerado el segundo nido sísmico más activo del mundo. Además, existen fallas geológicas cercanas, como la falla de Bucaramanga – Santa Marta y la falla de Suárez, que contribuyen a este fenómeno.
Uno de los temblores más memorables y aterradores en la historia reciente de Santander fue el 11 de marzo de 2015, cuando un terremoto de magnitud 6.6 tuvo su epicentro en Los Santos, dejando una profunda impresión en la memoria colectiva de los santandereanos. La percepción del riesgo ha aumentado tras eventos como este, despertando un sentido de preparación en la población.
Adicionalmente, el 5 de mayo de 2007, Bucaramanga y Santander atravesaron una experiencia similar, sintiendo un terremoto de 6.0 grados con una profundidad de 155 kilómetros. Estos incidentes subrayan la importancia de la vigilancia constante y las prácticas de mitigación ante terremotos en esta región propensa a la actividad sísmica.
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Un temblor sucedió el viernes por la tarde, Foto:
Melissa Múnera Zambrano
Corresponsal de Bucaramanga-Santander