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Se llama “Chernobyl Volador” y lleva 14 horas volando – En un click

Se llama “Chernobyl Volador” y lleva 14 horas volando

 – En un click

Europa y Estados Unidos decidieron cruzar de nuevo una de las líneas rojas impuestas por Rusia desde el inicio de su invasión a Ucrania. El “estilo inglés” había sido activado con misiles Storm Shadows de largo alcance. Ahora, la reaparición pública del programa ruso burevestnik La misma semana en la que se deterioraron las conversaciones entre Moscú y Washington no puede ser un hecho aislado o técnico, sino más bien una medida calculada: la puesta en escena de un sistema nuclear con alcance prácticamente ilimitado es un mensaje estratégico.

Un misil para atravesarlo todo. Putin y Gerasimov describieron un vuelo de 14.000 kilómetros durante aproximadamente 15 horas sobre la propulsión nuclear, afirmando lo que en 2018 se anunció en respuesta a dos decisiones estadounidenses: el blindaje antimisiles tras la retirada del Tratado ABM y la expansión de la OTAN.

El mensaje no es sólo técnico (“invencible” para las defensas presentes y futuras debido a su alcance y trayectoria impredecibles). pero doctrinal: Rusia quiere restablecer la idea de que ninguna arquitectura occidental de denegación de acceso puede estar inmune al riesgo nuclear. La repetida referencia a que “nadie más lo tiene” pues ya deben estar planificadas categorías e infraestructuras para su despliegue sugiere que Moscú quiere que Occidente asuma que este sistema debe ser tratado como un hecho estratégico y no como un prototipo.

El apodo. la etiqueta “Chernóbil volador”utilizado por los expertos en control de armas, recuerda el costo físico del concepto: el precedente de accidente 2019 en Nyonoksa, con cinco científicos muertos y radiación liberada, muestra el precio de perseguir un alcance infinito incluso a riesgo de contaminar el propio medio ambiente.

Burevestnik como moneda de cambio. La manifestación coincide con un fallido vaivén diplomático: Trump pasó en días de anunciar una cumbre en Budapest a cancelarlo por «pérdida de tiempo». Al mismo tiempo, Estados Unidos sanciones impuestas a las dos mayores compañías petroleras rusas y autorizó a Ucrania a llevar a cabo ataques en profundidad contra la infraestructura energética rusa, un punto en el que Putin respondió que cualquier ataque profundo tendría represalias “muy graves, si no abrumadoras”.

Activación de medios del burevestnik sirve como recordatorio de que Rusia mantiene carta de escalada nuclear justo cuando la otra (la energía) está siendo erosionada por las sanciones primarias y secundarias. Las cifras ilustran lo que está en juego: si India o China limitan las importaciones de crudo ruso debido a las sanciones, el Kremlin podría perder entre 1.600 y 7.400 millones de dólares mensuales de ingresos, palanca que hace más valiosa la amenaza de un sistema que no dependa de corredores marítimos ni de cadenas logísticas.

Captura de pantalla del lanzamiento del programa Burevestnik 9M730 en 2018

Señal nuclear. Y mientras Rusia exhibe prueba nuclear, Ucrania demuestra profundidad convencional con enjambres de drones que han obligado a cerrar los aeropuertos de Moscú y a saturar las defensas. Rusia aceptado derribando 28 drones en una noche pero rara vez detallando los daños.

La guerra en la retaguardia Ya es bidireccional: Moscú lanza cientos de drones y misiles contra Kiev, destruyendo hogares y obligando a Zelensky a Reclama más Patriota.mientras que Ucrania daña la economía rusa al atacar las refinerías. El presentación del Burevestnik Entre los bombardeos convencionales y las sanciones energéticas, la disuasión nuclear se convierte en una capa adicional al juego de costos: su mera existencia pretende alterar los cálculos de persistencia de Occidente más que ofrecer una utilidad táctica inmediata en el campo de batalla.

Mensaje múltiple. Para Trump (que calificó a Rusia de “tigre de papel” por no derrotar rápidamente a Ucrania) la prueba pretende restablecer la paridad simbólica: incluso con una actuación convencional mediocre, Rusia recuerda que en la frontera nuclear mantiene la ventaja cualitativa declarado. Para Occidente, la lección es que Moscú puede vincular las negociaciones de control de armas a concesiones en el teatro de operaciones ucraniano.

Dentro del régimen, Putin se replantea a sí mismo como un líder que entrega “armas sin analogía” incluso bajo sanción. El hecho de que Dmitriev, enviado especial, comunicará los detalles El juicio en Washington sugiere que el misil se utiliza directamente como instrumento de señalización diplomática así como como respuesta doctrinal.

Volver a la disuasión. El afirmación de invulnerabilidad del Burevestnik coincide con el cerrando ventanas de impunidad convencional: la defensa aérea en Ucrania demostró que penetrar las capas A2/AD sin supremacía es extremadamente costoso y que la guerra de largo alcance con drones y misiles inteligentes está reduciendo las zonas “seguras” de la retaguardia rusa.

Ante esta erosión, Moscú “salta capas” recordando que pueda recuperar margen de coerción con la Terror radiológico-nuclear.: el misil no baja ni un metro de lodo en el frente, pero degrada la expectativa occidental de que una guerra de desgaste pueda prolongarse sin riesgos estratégicos.

Una prueba física. Si también quieres, el ensayo. del burevestnik surge como una respuesta integrada a tres líneas de presión simultáneo: sanciones energéticas que presionan los ingresos fiscales, ataques profundos Los ucranianos que traspasan la percepción de invulnerabilidad interna y la evaporación de una forma corta de negociación con Washington tras la cancelación de Budapest.

La elección deliberada del momento, la coreografía con uniformesel eco propagandístico de “arma sin igual” y la filtración diplomática a Estados Unidos indican que el objetivo no era probar la física, o “no sólo”, sino también inducir una creencia: reinstalar en la mente de adversarios y aliados la posibilidad de un salto paso nuclear si Occidente persiste en prolongar el desgaste convencional contra Rusia.

Imagen | YouTube

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