El presidente de la República, Gustavo Petro, ha decidido hacer frente a las acusaciones que se han levantado en su contra mediante su propia red social X. En particular, las críticas se han originado a raíz de una carta que pone en tela de juicio su conducta durante un viaje reciente a París, donde se alega que el presidente podría haber estado bajo la influencia de drogas durante su estadía de dos días.
En su respuesta a estas acusaciones, Gustavo Petro formula una pregunta provocadora a Leyva, enfatizando que París es una ciudad repleta de atractivos, como parques y museos, que valen la pena visitar. Expresando su desdén por la insinuación de que su tiempo estaría mejor invertido en interactuar con escritores, el presidente afirma: «¿Es que París no tiene parques, museos, bibliotecas, más interesantes que los escritores, pasan dos días? Casi todo en París es más interesante.»
Petro, además, menciona que tiene familiares residiendo en París, a quienes consideró una razón válida para su visita. En una declaración que resalta la importancia de la familia, el presidente añade: «¿No tengo hijas y nietos en París, mucho más interesantes que los escritores?», refiriéndose a su cercanía con ellos en su autotitulada «trillley».
Las palabras de Gustavo Petro no han pasado desapercibidas y han generado un gran revuelo en el ámbito político colombiano. La controversia surgida de la carta del ex canciller Álvaro Leyva ha escalado, suscitando un debate intenso acerca no solo de las acciones del presidente, sino también sobre su estado mental y emocional. Esta situación plantea serias interrogantes en torno a la salud mental del mandatario y si está apto para desempeñar su función pública sin inconvenientes. La carta de Leyva ha servido como catalizador para estas discusiones, creando una división en diferentes sectores de la política nacional.
Adicionalmente, los comentarios de Leyva, en los que se sugieren problemas de adicción a las drogas por parte de Gustavo Petro, han sido objeto de una atención minuciosa. Más allá del simple intercambio de palabras, las implicaciones detrás de estas afirmaciones tocan la vida pública del presidente y su capacidad para liderar el país.
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