
Caloto fue el escenario de un crimen que ha dejado una profunda tristeza entre la comunidad educativa y social del norte de Cauca.
El maestro Édgar Iván Velasco, de 46 años, fue asesinado el 31 de mayo, en el vecindario de La Rivera, en el centro urbano del municipio, cuando varios extraños interceptaron, aparentemente, para robar su motocicleta Yamaha Xtz 125.
El maestro, que se dirigía a su casa después de una jornada laboral, recibió dos tiros, uno en la cabeza y otro en el cofre. A pesar de los intentos de la comunidad de ayudarlo, Velasco murió en el lugar.
Velasco trabajó en la Institución Educativa de Huella de LA, ubicada en las huellas indígenas, donde era conocido no solo por su dedicación a la enseñanza, sino por su proximidad a la comunidad de la NASA. Enseñó a los niños y adolescentes a forjar su identidad indígena en un área afectada por el conflicto armado. Para el maestro, los valores más importantes fueron la coexistencia saludable, el respeto mutuo y la defensa de los derechos humanos.
«Era un ser humano alegre y amable, profundamente comprometido con la educación de niños y jóvenes», recordaron sus compañeros de clase en llanto, muchos de los cuales solicitaron sus nombres por miedo a las represalias.
El crimen ha generado una ola de indignación y dolor en Caloto. Los líderes sociales, los defensores de los derechos humanos y las asociaciones campesinas han exigido respuestas inmediatas de las autoridades para aumentar la inseguridad en la región. «No puede ser que la vida de un maestro sea menos que una motocicleta. Estamos cansados de la violencia», dijo un colega de Velasco.
La asociación de trabajadores campesinos de Astrazonacal, por otro lado, también se pronunció: «Édgar era más que un maestro. Era futbolista, padre, esposo, vecino. Su muerte deja un vacío profundo en nuestros corazones».
Líder deportivo de Argelia
Daniel Mauricio Trujillo fue un líder deportivo y comunitario de Argelia, cuya vida fue apagada por las balas. También fue un enlace con la oficina local de gestión de riesgos del alcalde.
Esa misma noche, en el sur del departamento, otro crimen se unió al trágico recuento en Cauca.
El ataque ocurrió cuando Trujillo se mudó del Corregimiento de La Guadua al asiento municipal, después de participar como narrador en las semanas deportivas tradicionales. Era un hombre dado a su comunidad, reconocido por su carisma, liderazgo y amor por el deporte. En una región como Argelia, donde hay la presencia de grupos armados, como los disidentes de FARC
«La administración municipal lamenta profundamente la pérdida de nuestro socio. Su partida deja un vacío inmenso en nuestro equipo y en toda la comunidad argelina», dijo la oficina del alcalde en un mensaje oficial.
La tragedia de Daniel no es un evento aislado. El defensor del pueblo ya había advertido sobre el riesgo que enfrentan los líderes sociales en Argelia, debido a estos grupos armados ilegales.
Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), con el homicidio de Trujillo ya hay más de 70 líderes sociales asesinados en lo que va del año en Colombia. El Cauca lidera la lista con 19 casos.
Michel Romolaux
Especial para el tiempo
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