
Los disidentes no están dispuestos a perder el control del área rural de Jamundí, y mucho menos el sector de Naya, que tiene una conexión con el Pacífico y el norte de Cauca, santuarios para la revitalización de sus economías ilícitas y su fuerza militar.
A pesar de la reciente escalada del Ejército Nacional, que gradualmente ha logrado controlar algunas áreas que en otros tiempos parecían impensables, el grupo armado ilegal es jugado por todas sus cartas para mantener el dominio en esta área del sur del Valle del Cauca.
En la zona montañosa de Jamundí han sido presentados, presionados por disidentes. Foto:Cortesía
Una de sus apuestas es la construcción de un camino con el que pueden movilizar armas y elementos relacionados con el tráfico de drogas y la minería ilegal. Y para engrasar este equipo colosal que financia el crimen y el terrorismo, los disidentes requieren grandes contribuciones económicas.
Es por eso que una buena parte de los habitantes de Corregimientos como Villa Colombia, Ampudia, La Liberia y otras poblaciones ubicadas en la parte superior y montañosa de Jamundí se han visto afectadas por la colección de cuotas que van a los $ 500 mil pesos o incluso, boletos de los millonarios, por los disidentes, que les permitirían les permitirán Volviendo a sus tiempos de dominio, donde podrían patrullar cómodamente alrededor de varias poblaciones, tener abundante maquinaria amarilla e incluso estaciones de combustible para suministrar su maquinaria criminal.
Los disidentes han inaugurado de la compra de vehículos a la construcción de carreteras. Foto:Archivo privado
Esto fue revelado por el gobernador de Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, quien dijo que estas comunidades han sido azotadas y afectadas por los cargos e intimidación continuos que han avanzado miembros de dicha estructura criminal.
«Sabemos todas las demandas que han hecho a la comunidad en el área superior de Jamundí. Tanto es que para salir a la Assonada y los secuestros que hicieron de los soldados, se les dijo que tenían que pagar 5 millones de pesos, porque si no salían contra ellos», dijo el presidente.
Aunque esta situación no es nueva, considera que la comunidad «debe estar cansada, porque la comunidad debe ser libre. La comunidad debe actuar como parece bien y no como los delincuentes le dicen. Y eso es algo muy importante».
En cuanto a los caminos que construyen los disidentes, asegura que los ha denunciado, tanto con el ejército como con la policía y el Ministerio de Defensa.
El presidente reiteró que una de las alternativas para combatir a los disidentes en el área es el batallón de alta montaña, del cual los lotes ya tienen para su construcción.
«Fundamentalmente, estas formas no pueden continuar sirviendo el crimen para que pasen, ya que quieren coca, minería ilegal y todo lo que tiene que ver con la economía ilícita», agregó el presidente.
‘El estado debe actuar’
Héctor Fabio Cardozo, actual jefe de la delegación para diálogos socio legales con pandillas criminales, es un estudiante en temas de conflicto y paz, especialmente en el suroeste colombiano.
Desde su punto de vista, el reclamo de los disidentes de habilitar un corredor que permite que se tome la pasta de coca, y a su vez, conectarse con el área rural de Jamundí con el Pacífico, es algo que han buscado durante años.
«Sabíamos imágenes hace un par de años, donde incluso, con maquinaria amarilla oficial, estaban avanzando en tareas para permitir una carretera en Jamundí. Esto trae consigo porque muchas connotaciones: primero, pusieron a las personas en el área rural a pagarles, lo que en términos generales son pobres; dos, dos, Suplantan al estado obligando a las personas a pagar por una carretera que seguramente brindará servicios a la comunidad, pero fundamentalmente tiene la intención de facilitar la movilidad del grupo armado, con fines criminales.«, Dijo Cardozo Montealegre.
Sostiene que esta condición hace que la situación se agrave, porque el grupo armado ilegal avanza las tareas que el estado debe hacer, lo que en su concepto «les permite una legitimidad entre las personas que viven en áreas como la jungla o las profundidades de nuestra geografía».
Considera que el área rural de Jamundí es muy estratégica, porque logra conectarse con el medio y el alto naya. “El estado debe, por supuesto, actuar y tener una copulación institucional más alta en todo el territorio. Y, por supuesto, Si un camino está habilitado, en lugar de destruirlo como el otro día que se intentó hacer, lo que el estado tiene que hacer es vincular esa ruta al desarrollo de la región misma y ponerlo al servicio de las comunidades. Esta situación obliga al estado a hacer un mayor nivel de presencia ”, dijo.
Aunque se destaca el Proyecto de Batallón de High Mountain, cree que también se deben abordar otros problemas, como los impuestos y la explotación a los habitantes del sector, donde las tasas de pobreza son altas. «Es probable que este tipo de problemas que simplemente hemos sido como testigos de excepción, porque cambia con la ubicación del batallón de alta montaña que se está proyectando en el área superior de Jamundí», dijo.
La urgencia del batallón de alta montaña
Sin lugar a dudas, la construcción del Batallón de High Mountain puede cambiar el mapa geomilitar del conflicto armado en el área. Esta infraestructura implicaría un mayor control por parte de las fuerzas estatales y su presencia continua, lo que afectaría considerablemente los puntos de operaciones estratégicas de los disidentes.
Esto es considerado por Stuart León, un líder social centrado en temas de seguridad en Jamundí, asegurando que este trabajo se requiera con urgencia.
«Mientras la presencia las 24 horas del día, los 7 días de la semana del ejército sea, la violencia se reduciría bastante. Por ejemplo, ahora hay peleas en Ampudia, y mientras tanto, continúan con el camino. Este panorama parece un cáncer en el que si se resuelve un problema, dejan más en otros sectores de la zona superior y de Jamundí, por lo que debe haber una fuerza pública permanente», dijo el líder social.
La construcción de carreteras ilegales por grupos armados no es algo nuevo. El gobernador de Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, en 2024 había denunciado la construcción de un corredor de carretera, para el cual solicitó más apoyo del estado.
Incluso a través de la red social de Tik Toke, una persona muestra el progreso del camino y su paso por el sector de la playa y el río Cauca. El video muestra maquinaria amarilla que avanza la eliminación de piedras y entra en el río.
De ahí la urgencia de evitar que los disidentes continúen con sus planes criminales y que es el estado el que hace las carreteras, no la insurgencia.
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Señala que el estado debe llegar a la región. Foto: