
El pasado 15 de agosto de 2025En Anchorage (Alaska), el presidente ruso Vladimir Putin celebró una cumbre con su homólogo estadounidense Donald Trump. En esta cara a cara, Putin propuso un Acuerdo territorial Alto impacto: requiere el control total de las regiones de Donetsk y Lugansk (Donbás) Como condición para congelar el frente de combateespecialmente en las regiones de Jersón y Zaporiyia donde Moscú ya concentra avances militares significativos.
Putin describió el partido como «Oportuno y muy útil»Destacando que contribuyó a posiciones aproximadas y sentará las bases para futuras soluciones políticas.
Propuesta concreta
Rusia busca consolidar su presencia en Donbás, donde actualmente controla gran parte del territorio, alrededor del 70 % en Donetsk y prácticamente toda la región de Lugansk, mientras que Ucrania mantiene un cinturón defensivo en el oeste. A cambio, Putin se ofreció a detener a la ofensiva militar y congelar la línea del frente en el sur del país.
Rol de Trump y reacción internacional
Después de la reunión, Trump transmitió formalmente la propuesta tanto al presidente ucraniano Volodimir Zelenski como a los líderes europeos. Esto marcó un cambio sustancial en su enfoque, pasando de promover un alto fuego para apoyar un Acuerdo de paz integralaunque acondicionándolo a la aprobación de Ucrania.
Respuestas y tensiones
Zelenski rechazó rotundamente la transferencia de Donbás, argumentando que la constitución ucraniana prohíbe la entrega de territorio bajo negociación. Por su parte, los líderes europeos y Canadá expresaron alarma y exigieron Garantas de seguridad sólidas e insistió en un incendio alto como requisito para cualquier acuerdo.
Mientras tanto, Rusia celebró diplomáticamente la reunión como una victoria estratégica, aunque no obtuvo todos los beneficios esperados: no se planteó sanción y se firmaron nuevos acuerdos económicos.
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