Bogotá, 24 oct (EFE).- Las tensiones entre Estados Unidos y Colombia parecen estar lejos de calmarse. Así lo dejaron claro este jueves la Casa Blanca, y también el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien convocó a una conferencia de prensa con medios extranjeros en Bogotá en respuesta a los ataques de su homólogo estadounidense, Donald Trump.
En medio de la creciente disputa entre los líderes de ambos lados de la guerra contra las drogas, Petro presumió desde la Casa de Nariño, sede de gobierno, de los avances de su gobierno, que, dijo, ha sido «el más efectivo en la incautación de cocaína en la historia del mundo» y ha frenado el crecimiento de los cultivos de coca desde el período 42021 a entre 42021 y 3%. 2023-2024.
El presidente reiteró que desde que Estados Unidos sacó a Colombia de la lista de países que participan en la lucha contra el narcotráfico, en septiembre pasado, Trump ha «calumniado e insultado» al país.
A su juicio, detrás de esta «maniobra» hay una alianza entre Washington y parte de la «extrema derecha colombiana afincada en Miami», a la que calificó de «narcotráfico», para influir en las elecciones colombianas de 2026 e impedir que la izquierda regrese al poder.
Petro también minimizó las posibles consecuencias de poner fin a la ayuda financiera estadounidense a Colombia, aunque reconoció que recortar la ayuda militar podría generar problemas mayores.
«¿Qué pasa si nos quitan la ayuda? En mi opinión, nada. Tendremos problemas especiales, (pero) nunca he visto un solo dólar de ayuda en el presupuesto colombiano», dijo Petro, y agregó que estos fondos van «a organizaciones no gubernamentales administradas por USAID» y por lo tanto es una ayuda «para ellos mismos, para el empleo en Estados Unidos».
El presidente también consideró poco probable que Trump imponga aranceles al petróleo y al carbón colombianos, que representan el 60% de las exportaciones del país a sus principales países comerciales. Estimó que, en el peor de los casos, los nuevos aranceles afectarían sólo al 10% de las exportaciones totales de Colombia y aseguró, sin dar detalles, que su país podría «hacer esfuerzos para reducir el daño».
La nueva crisis
Las relaciones entre Bogotá y Washington, históricamente fuertes en comercio, cooperación militar y ayuda económica, atraviesan uno de sus peores momentos desde que Trump regresó a la Casa Blanca en enero.
La nueva crisis se agravó el domingo cuando el presidente estadounidense acusó a Petro de ser el «líder del narcotráfico» y anunció el fin de la ayuda financiera a Colombia, alegando su supuesta inacción en la lucha contra las drogas.
El tono se intensificó aún más el miércoles cuando Trump lo llamó «un matón y un chico malo» y advirtió que podría tomar «medidas muy serias» contra el país. Washington también anunció que ya había suspendido todos los pagos y subsidios a Bogotá y reportó dos nuevos ataques a embarcaciones en el Océano Pacífico, cerca de la costa colombiana, que supuestamente transportaban droga.
«No creo que estemos viendo una escalada por parte de los líderes trastornados de Colombia en este momento», dijo esta mañana la portavoz de la administración Trump, Karoline Leavitt, en una conferencia de prensa.
Ataques con bombas en el mar
Con los dos últimos ataques en el Pacífico, son ya al menos nueve los barcos bombardeados por las fuerzas estadounidenses desde que el Pentágono lanzó en agosto una ofensiva antidrogas en el Caribe que ha matado a 30 personas.
Petro calificó los hechos de hoy como «ejecuciones extrajudiciales» que, dijo, «violan el derecho internacional».
El presidente señaló que su gobierno ha identificado hasta el momento a un colombiano entre las víctimas: un pescador de la ciudad caribeña de Santa Marta llamado Alejandro Carranza, quien habría muerto en un ataque a mediados de septiembre en el Caribe.
Advirtió, sin embargo, que podría haber más nacionales muertos, ya que «los navegantes colombianos tienen una tasa más alta que otros países del Caribe o del Pacífico». EFE