«Con profundo dolor se informa que, La madrugada del lunes 3 de noviembre se llevó a cabo un sacrílego robo en el Monasterio de Clausura de la Santísima Trinidad de las Carmelitas Descalzas de Cali.
Sacrilegio en Cali
son palabras de Arzobispo de Cali, Monseñor Luis Fernando Rodríguez, sobre este nuevo incidente de crimen contra un recinto sagrado de la Iglesia Católica en la ciudad.
Comunicado de la Iglesia. Foto:Arquidiócesis de Cali
En un comunicado, monseñor Rodríguez agregó: «El tabernáculo fue sacado de la capilla con intención de sustraerlo; después, quitaron la tapa, quitaron las hostias consagradas que extendían en el suelo, y robaron el copón y el viril donde se coloca la hostia de la custodia. También robaron otros elementos del oficio del monasterio».
Peligro para las monjas al irrumpir en el monasterio
El arzobispo de Cali indicó que «Ante esta profanación, no sólo de lo más sagrado que tenemos los católicos, como es el Cuerpo del Señor Jesús presente en el Santísimo Sacramento del Altar, hubo también la intromisión en un lugar sagrado como el monasterio de monjas de clausura«.
Sostuvo además: «Expresamos nuestra solidaridad con la comunidad de las Carmelitas Descalzas por lo ocurrido en su claustro; pedimos a quienes realizaron estos actos la conversión de sus corazones; e imploramos el perdón de Dios por el agravio cometido contra el Pan Eucarístico».
El arzobispo de la capital del Valle del Cauca añadió: «Quienes hayan cometido este delito incurren en excomunión latae sententiae conforme al canon 1382 &1 del Código de Derecho Canónico».
Señaló, a su vez, que “durante estos días y, como expresión de nuestro dolor, no habrá celebraciones litúrgicas en la capilla que fue objeto de la profanación”.
«Los fieles están invitados a participar en el acto de desagravio y reparación que tendrá lugar el sábado 8 de noviembre, a las 5:00 de la tarde, en la capilla del Monasterio», dijo monseñor.
Ladrones en otro caso causaron daños y serían excomulgados en el Valle
Para muchos de los habitantes del municipio de El Cerrito, Dios mismo obró un milagro, haciendo resistente el Sagrario que no pudo ser abierto por los ladrones cuando irrumpieron en la parroquia local, en marzo de este 2025.
Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en El Cerrito, Valle. Foto:Archivo privado y redes sociales.
El sacrilegio se produjo cuando la iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro no había abierto sus puertas para la Eucaristía a primera hora del día y los delincuentes rompieron el techo para entrar y robar adornos.
Minutos antes de iniciar la misa, el personal que ayuda en la parroquia descubrió que había destrozos.
“Las cosas estaban tiradas y desorganizadas, y el Sagrario no estaba en su lugar. Fue violado, estas personas intentaron abrirlo, pero no pudieron”, dijo el sacerdote Sergio de Jesús Marín, en ese momento. Señaló que un grupo de feligreses vio que el Sagrario no estaba en su lugar.
El Sagrario quedó en el suelo al ser encontrado por quienes ayudan al sacerdote en actividades católicas en uno de los municipios del Valle del Cauca con más de 57.000 habitantes y más feligreses que se destacan por su fervor cada Semana Santa.
Aunque no lograron abrir el Sagrario, sí robaron el equipo de sonido para cantar durante las homilías, así como dos micrófonos, su receptor y una guitarra. El hecho ocurrió el 6 de marzo de 2025. Pero no sólo hubo rechazo por la profanación, sino también porque estos equipos habían sido adquiridos con el esfuerzo de la misma parroquia y comunidad. Sólo la consola cuesta alrededor de un millón de pesos y el micrófono, 700.000 más.
Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en El Cerrito, Valle. Foto:Archivo privado y redes sociales.
Robos en otras iglesias de Cali, en años atrás
‘Señor mío y Dios mío’ se leyó hace tres años en una de las paredes de la iglesia de San Miguel Arcángel, un grito que bien podría completarse con una súplica desesperada: «No más robos en esta parroquia». Se ubica en el barrio Bretaña, en la zona donde se unen sectores del centro de Cali con el sur de la ciudad.
Allí, los feligreses y el sacerdote rezaron por el fin de las acciones de quienes violan el séptimo mandamiento del catolicismo: no robarás.
El robo de 17 cartas en otra parroquia de Cali quedó registrado en video hace tres años. Foto:Archivo privado, vídeo.
Y el robo de las 17 letras de bronce que formaban el nombre de la pequeña iglesia, caso conocido el 5 de octubre de 2022, por hombres que subieron, como si fueran Spiderman, la torre de unos 10 metros de altura hasta el nivel del tejado y luego descendieron unos tres más hasta el suelo sólido, no ha sido el único incidente.
Desde antes de 2022 se venían produciendo robos e intentos de hurto, especialmente entre cables y bombillas.
Pero la letra también se volvió deseada por el propio material: bronce que atrae a bandas criminales y estructuras ilegales dedicadas a venderlo, así como cobre en el mercado clandestino de la capital del Valle del Cauca.
Precisamente, el cableado de cobre de las líneas telefónicas también forma parte del ‘calvario’ de los ladrones, además de las rejas de hierro de la misma iglesia que acaban vandalizadas.
El cobre se volvió atractivo de forma mafiosa, al punto que el robo de cables de teléfono, televisión e internet sigue generando pérdidas anuales por unos 10.000 millones de pesos a las Empresas Municipales de Cali (Emcali). Tan solo un kilo de cobre puede costar entre 45.000 y más de 50.000 pesos en el mercado.
En el pasado, Los templos de otras religiones, como las iglesias cristianas, no se libraron del ‘vía crucis’ por este crimen en la ciudad.
Así, en una de estas iglesias cristianas, en el barrio Meléndez, el 28 de enero de 2023, los ladrones se llevaron dos televisores, dos parlantes y una pipeta de gas, avaluados en $8 millones, elementos que fueron recuperados en menos de 24 horas por la Policía Metropolitana y que estaban escondidos en una vivienda del mismo barrio, en la comuna 18, en el suroeste de Cali.
“Gracias a la Policía y por su pronta reacción para recuperar los objetos para seguir trabajando en la fundación con labor social en la iglesia”, dijo uno de los integrantes de esta congregación, en ese momento, quien pidió a las autoridades no dar información sobre su identidad.
CAROLINA BOHÓRQUEZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Cali