
La religión es el gran terreno de las certezas, pero si de lo que hablamos es de religión y juventud, la ‘certeza’ es precisamente lo que escasea. Con el país hablando de Rosalía vestida de monja y la resurgimiento del catolicismo entre la Generación Z, un nuevo estudio elaborado por una fundación vinculada al Estado ofrece una perspectiva alternativa: de hecho, los jóvenes españoles son más espiritual que el promedio del país, pero no más católicos. De hecho, el porcentaje de quienes se definen así es muy inferior a la media del conjunto de la sociedad.
Más religioso, tal vez; pero… ¿La religión que busca Roma?
¿Qué ha pasado? que el Fundación Pluralismo y Convivenciauna organización vinculada al Ministerio de la Presidencia, ha elaborado un estudio sobre religión que deja algunas conclusiones interesantes. La principal (quizás) es la que sugiere que para hablar de religiosidad y juventud cada vez necesitamos recurrir más a los matices y menos a los colores puros. Del blanco y negro pasamos al gris.
De momento la fundación no ha publicado el informe completo, elaborado tras realizar 4.712 entrevistas online, pero podemos hacernos una idea de su contenido gracias a un progreso publicado exclusivamente este fin de semana por el pais.
¿Qué dice el estudio? Para entenderlo es bueno repasar algunas cifras. El primero, el porcentaje de españoles que se definen como creyentes religiosos. Si hablamos de la población general, esta cifra se sitúa en el 49%. En un 46%, si nos centramos únicamente en la fe católica. Las cosas cambian cuando examinamos la población por edad y nos fijamos especialmente en las cohortes más jóvenes.
Entre los 25 y 34 años, sólo el 31% de la población se declara católica y en el segmento de 18 a 24 años la cifra es aún menor, el 29%. Es más, en el sector más joven destaca la huella del ateísmo, el agnosticismo o la indiferencia hacia la religión. También las pocas personas que rezan o asisten a servicios religiosos.
¿Los jóvenes creen menos? Depende. De hecho, ahí empiezan los matices que complican la foto. El estudio muestra que el porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que se definen como católicos es inferior al del conjunto de la población (29% frente a 46%), pero eso no significa que hayan dado la espalda a la religiosidad.
De lo contrario. El informe sugiere que tienen una fuerte vena espiritual, aunque es probable que cause sorpresa ante Confederación Episcopal Española (CEE) o a cualquier defensor del dogma católico tradicional.
¿Porqué es eso? Quizás sean los que menos frecuentemente se definen como católicos, pero según la información avanzado por el pais Los jóvenes son los que más creen en la existencia de «algún tipo de realidad espiritual o fuerza vital».
De hecho, los de entre 18 y 24 años son el grupo de edad más convencido de la existencia del alma (59%), el que más cree en la vida después de la muerte (40%), la astrología (29%), la clarividencia (23%) o las «energías» que operan en nuestro mundo (45%). Los jóvenes también son quienes muestran más interés por el tarot (23%). Lo hacen tanto que su porcentaje supera al de jóvenes que leen la Biblia.
España, ¿un país religioso? Aprovechar la religiosidad de un país no es una tarea fácil. No al menos en España. Llega una búsqueda en Google para encontrar diferentes estudios que destacan un detalle u otro. el estudio de la Fundación Pluralismo y Convivencia (FPC) contrasta en realidad con otro publicado hace unos meses por el CIS, que señalaba que el porcentaje de españoles que se declaran católicos alrededor del 52,8% (17,3% practicantes y 35,5% no practicantes).
Dentro de la propia encuesta adelantada por el pais Hay contradicciones aparentes, como que en España hay menos monoteístas (37%) que católicos (46%).
¿Importa el contexto? Mucho. El estudio es interesante por lo que dice, pero también por cuándo lo dice. Se produce en medio de un debate sobre el resurgimiento de fe entre la Generación Z y «brotes verdes» de religiosidad, con Rosalía (y otros artistas) haciendo un guiño al catolicismo, Hakuna moviendo multitudes y la Iglesia alardeando de reunir más de 20.000 jóvenes en el Jubileo de Roma.
Y lo cierto es que hay señales que hablan de cambio. Aunque si analizamos los datos de las últimas décadas podemos observar una secularización de la sociedad española, en los últimos años el porcentaje de jóvenes que se declaran católicos practicantes ha crecido varios puntos. En la cohorte de 18 a 24 años, la proporción de creyentes que reconocen que nunca o casi nunca asisten a servicios religiosos, incluso ha bajado.
Hay quienes advierten, sin embargo, que detrás de estas cifras podría esconderse una «paradoja»: «Hay menos gente que cree, pero entre los que creen aumentan las formas de prácticas más explícitas». reflejar Víctor Albert-Blanco, sociólogo. Otros autores creen incluso que guiños como el de Rosalía son fruto de la «desregulación de la simbología religiosa» en un país más secularizado.
¿El estudio dice algo más? Sí. Y sus conclusiones son poco halagadoras para quienes quieren un retorno al catolicismo. Para su informe, la FPC preguntó a los entrevistados «¿qué da mucho o mucho sentido a vuestra vida?», centrándose en ocho aspectos diferentes. La respuesta más útil fue la familia (90%), seguida de las amistades (79%), el crecimiento personal (78%) y la naturaleza (71%).
En el extremo opuesto de la lista se encuentra «religión o espiritualidad», con sólo el 31%. De hecho, el porcentaje es inferior al de quienes señalaron mascotas (47%) o activismo social (36%). El panorama es (aún) más claro si hablamos de la cohorte de población más joven, la que tiene entre 18 y 24 años. En ese caso, sólo un 15% señala la religión como fuente de inspiración, casi cuatro veces menos que quienes afirman que las mascotas son las que dan sentido a su vida.
Imágenes | Vick Bufano (Unsplash) y Provincia Británica de los Carmelitas (Flickr)
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