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América Latina, Asia y diferentes expertos Acordaron que la marca de un lugar es mucho más que un logotipo: es la expresión viva de su identidad, historia y aspiraciones.
Durante el panel, los participantes enfatizaron que el marketing territorial no solo busca atraer inversiones o turismo, sino que también tiene el potencial de fortalecer el tejido social, reconfigurar las percepciones históricas y desarrollar un sentido de pertenencia.
«La marca local es una herramienta poderosa para redefinir nuestra identidad y mostrarle al mundo quiénes somos. Pero no debe imponerse desde arriba: debe surgir de la comunidad, con autenticidad», dijo. Mercedes Dorado Bojórquez, Representante del Consejo para el Desarrollo Económico de Sinaloa, México.
Café, comunidad y sostenibilidad: el caso de Tarrazú, Costa Rica
Uno de los ejemplos más inspiradores vino de Costa Rica, con la experiencia de Jimmy Porras Barrantes, Gerente de Innovación y Sostenibilidad de Coopetarrazú, La cooperativa de café más importante del país, con más de 4,500 pequeños productores asociados.
Jimmy Porras Barrantes, de Coopetarrazú (Costa Rica). Foto:Tiempo
Porras contó cómo la denominación de origen Tarrazú, en vigor desde 1903, y el trabajo de Coopetarrazú, fundado en 1960, han permitido que esta región se posicione internacionalmente como sinónimo de calidad de calidad, sostenibilidad e innovación.
La marca Tarrazú se ha construido a partir de nuestras prácticas culturales, el amor de la tierra y la forma sostenible en que cultivamos café. No solo vendemos un producto, vendemos una historia y una identidad
Jimmy Porras BarrantesGerente de Innovación y Sostenibilidad de Coopetarrazú,
«La marca Tarrazú se ha construido a partir de nuestras prácticas culturales, el amor de la tierra y la forma sostenible en que cultivamos el café. No solo vendemos un producto, vendemos una historia y una identidad», dijo.
Transformar Culiacán del sentido de pertenencia
Mercedes Dorado compartió las iniciativas de la marca de la ciudad en Culiacán y Guasave, Sinaloa, donde el marketing territorial ha sido una herramienta para enfrentar estigmas y generar cohesión social.
En Guasave, por ejemplo, la estrategia se desarrolló «Guasave, capital gastronómico»que integró toda la cadena de valor de la alimentación del municipio: desde la pesca y el ganado, hasta la producción agrícola y la cocina tradicional.
El Golden Golden Convention Center ha estado ocupado. Foto:Sergio Cárdenas la hora
«Rescatamos al local y lo hicimos orgullo. La gente comenzó a sentirse parte de algo más grande. El marketing de destino no es solo una narración para el exterior, es una narración que primero tiene que tocar dentro, a la comunidad misma», dijo Dorado.
Japón: calidad como sello y conexión emocional
De Asia, Akihiko yamadaEl director de la División de América del Sur de la Agencia Internacional de Cooperación de Japón (JICA), ofreció un vistazo al valor de certificar productos y servicios como parte de una marca territorial.
«El departamento de Atlantic ya tiene una marca certificadalo cual es muy importante. Cuando se habla de productos como Chicharrón, por ejemplo, debe pensar de inmediato en Atlantic ”, dijo Yamada.
Según el funcionario japonés, la asociación de un territorio con productos auténticos, de calidad e identidad, fortalece la marca territorial y despierta la curiosidad de los turistas e inversores:
«La marca territorial debe evocar orgullo y deseo de descubrir los tesoros de una región».
Santander: articulación empresarial y orgullo educativo
El panel también tenía espacio para un aspecto local, con una experiencia exitosa de articulación institucional en el Departamento de Santander. A partir de ahí, Juan Pablo Remolina Pulido, director ejecutivo de Prosantander, destacó el papel de las alianzas públicas-privadas y el sector educativo en la construcción de la marca regional.
«En Santander, por ejemplo, el orgullo de la calidad educativa ha sido un motor. Ha generado unidades como Ured, que conecta las bibliotecas universitarias y fortalece el ecosistema académico», dijo Restolina.
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Además, se destacó cómo la Fundación Prostantander, que hace cinco años tenía dos compañías participantes, reúne hoy a 83 organizaciones, con una agenda de desarrollo regional común.
“Ya no es un solo sector. Hablamos sobre el trabajo articulado que se une a empresas de todos los tamaños y sectores, con una visión compartida: Construir un futuro mejor para el departamento«Añadió.
Los expertos también acordaron que las marcas territoriales deben ser flexibles y adaptadas a la nueva dinámica global, como el trabajo remoto, la reubicación de la empresa o la urgencia debido a modelos sostenibles.
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«Una marca no es estática. Debe evolucionar con los valores y necesidades de su gente, y con las oportunidades que trae el mundo», concluyeron.
El mensaje final fue abrumador: la marca de un territorio no es un simple eslogan de campaña. Es una narrativa colectiva que debe construirse desde la profundidad del alma de un lugarintegrando sus tradiciones, sus personas, sus productos y sus sueños.
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