
El mundo del espectáculo mexicano se encuentra sumido en el luto tras la devastadora noticia del fallecimiento del destacado actor y presentador Edgar Frías Font, quien perdió la vida a la edad de 52 años. Esta irreparable pérdida se produce apenas unas semanas después de que la familia enfrentara la desgarradora muerte de su hijo menor, Áxel, un valiente joven que luchó contra la leucemia. Esta trágica coincidencia ha dejado un profundo vacío en los corazones de muchos que admiraban a Edgar y su familia.
Claudia Aline, la esposa de Edgar, compartió un emotivo mensaje que ha resonado con muchos, donde expresa que su esposo «fue a cuidarlo», refiriéndose a la muerte de su hijo, quien partió el 18 de febrero. Áxel, un joven de tan solo 18 años, había sido diagnosticado con leucemia a mediados de enero, una enfermedad que, pese a los constantes esfuerzos de los profesionales médicos, demostró ser devastadoramente agresiva, especialmente en adolescentes varones. Claudia recordó, con gran tristeza, cómo su hijo, un atleta talentoso y lleno de sueños, perdió esta feroz batalla contra el cáncer en un periodo de solo un mes, un tiempo raudo pero dolorosamente intenso.
La noticia del fallecimiento de Edgar Frías Font fue confirmada por la Asociación Nacional de Actores (ANDA), que expresó su profundo pesar por la partida de este talentoso artista. ANDA destacó su valiosa contribución tanto a la Unión como a la Industria del Entretenimiento, afirmando: «Gracias por su tiempo y amor dedicado a la Unión. Nuestras más sinceras condolencias a su familia, amigos y colegas. Descansa en paz.” Este homenaje subraya el impacto que tuvo Edgar en la comunidad artística y en la vida de aquellos que lo rodeaban.
Residiendo en Guatemala con su familia, Edgar era una figura muy apreciada por el público, disfrutando de una considerable popularidad tanto en su país natal como en otros países de América Central. En el ámbito de la televisión guatemalteca, se desempeñó como presentador del programa de espectáculos Que buen viaje, donde tuvo la oportunidad de compartir su carisma y entusiasmo. También fue un ferviente promotor de la cultura local a través de su empresa Creatividad, la cual se dedicaba a impulsar proyectos culturales que enriquecían la vida artística del país. Edgar fue un miembro activo y respetado de la Asociación Nacional de Actores y de la Asociación Nacional de Interpretadores, contribuyendo al desarrollo del arte y la cultura en su comunidad.
A lo largo de su prolífica carrera, Edgar Font dejó una huella imborrable en el cine y la televisión, participando en producciones cinematográficas como Cazador y Herencia fatal en 1997. Sin embargo, su cálida personalidad y su dedicación a la promoción de la cultura local y la comunidad fueron los aspectos que más lo hicieron destacar y lo convirtieron en un referente querido por sus seguidores. Su legado perdurará en los corazones de quienes lo conocieron y admiraron su trabajo.
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