
El concejal de Bogotá para el Pacto Religioso, Julián, ha expresado su profundo descontento en relación con la grave situación de violencia en la ciudad, enfatizando la urgencia de abordar este problema de manera efectiva antes de que finalice el año 2025. Hasta el 11 de abril, se han registrado un total alarmante de 263 casos que han sido condenados, lo que genera preocupación y es un indicativo de la escalofriante realidad que atraviesa Bogotá. Este problema se ha intensificado, dado que el año 2024 fue significativo por una serie de informes que documentaron la progresiva escalada de la violencia en la ciudad, marcando un período turbulento en la historia reciente.
Como respuesta a esta situación crítica, el cabildero ha solicitado de manera urgente a las fuerzas de policía y a la secretaría de la mujer que elaboren políticas de reacción inmediata, así como medidas de protección destinadas particularmente a los niños y las mujeres en Bogotá. Este llamado cobra aún más relevancia cuando se considera que, de todos los casos registrados hasta ahora en el año 2025, un abrumador total de 8,463 corresponde a mujeres que han sido víctimas de diferentes formas de violencia, lo que representa un alarmante 73% del total de incidentes reportados.
El concejal subraya que la atención aislada a cada caso no puede continuar siendo la falta de respuesta a esta problemática. En sus declaraciones, enfatiza que la situación demanda un enfoque más integral y comprometido. «¿Cuántas tragedias necesitamos lamentar para que el distrito finalmente considere este crimen como una prioridad? Sabemos que esta situación puede evolucionar y desembocar en crímenes aún más graves»; dijo, resaltando la necesidad de una acción inmediata y decidida por parte de las autoridades locales.
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Asimismo, el cabildero Julián también destacó que, aunque ha habido una conexión con diversas entidades del distrito para colaborar en la prevención de la violencia, estos esfuerzos deben ser más que meras iniciativas. Es crucial que estas entidades produzcan resultados tangibles y efectivos. «Debe haber un compromiso real para garantizar la seguridad y la paz en los hogares de Bogotá», pidió, añadiendo que las medidas deben ser implementadas de manera que reflejen un claro compromiso por parte de las autoridades. Esto no solo se debe a la necesidad de reducir la violencia, sino también a la responsabilidad de construir un entorno seguro y pacífico para todos los habitantes de la ciudad.