

Jorge Leonardo Piña Rodríguez fue liberado el 30 de septiembre. El proceso judicial contra él, porque el feminicidio de Nalfi Esther Blanco Olmos, no pudo llegar a un juicio oral. Los términos ganaron. La audiencia se celebró sin la presencia de la oficina del fiscal general o la persona, y La oficina del Fiscal General no apeló la decisión. Por su parte, la disciplina judicial nacional abrió una investigación para posibles irregularidades en el proceso.
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Nalfi Esther Blanco Olmos fue asesinada en 2022. Desde entonces, su familia ha esperado justicia. El caso, que había avanzado lentamente, fue suspendido por una decisión que, aunque legal, ha sido cuestionado por las organizaciones sociales y la opinión pública. Piña Rodríguez, indicada como el presunto autor del crimen, Recuperó su libertad debido a los términosUna cifra que en Colombia generalmente aparece cuando los procesos se dilatan más allá de lo que está permitido.
Nalfi Esther Blanco Olmos era maestra de Sabanalarga. Foto:Redes sociales
Desafortunadamente, el hecho no es ajeno al contexto local. En él atlánticoLa violencia de género ha mostrado patrones de reincidencia e impunidad que conciernen a las autoridades locales y las organizaciones feministas. En septiembre Muchos casos estremecieron la región con solo días de diferencia entre uno y el otro.
28 de septiembre, Yolanda Estefany Arias Santos24 años, fue encontrada sin vida en su cama, con una almohada en la cara y signos de asfixia mecánica. El presunto agresor, su compañero sentimental Jairo Samuel Páez Muñoz, huyó en la motocicleta del víctima Y fue capturado horas más tarde en las playas de Salgar, donde trató de arrojarse al mar para quitarse la vida. En su poder, las autoridades encontraron una carta en la que pidió perdón y confesó el crimen.
10 de septiembre, Johanna Alexandra Bacca Echeverría Cayó del cuarto piso de un edificio en soledad. Su socio, Edison García Serrano, abogado con Antecedentes para la violencia domésticafue señalado por la familia como responsable. Johanna sobrevivió, pero permaneció en cuidados intensivos después de varias cirugías. La oficina del fiscal investiga el caso como intento de femicidio.
Seis días después, Sherlyn Camila Monroy Turizo Fue atacada con 12 puñaladas por su ex pareja en el barrio de San Isidro de Barranquilla. El agresor, también conocido como «Goyo», es un fugitivo. Sherlyn, madre de dos hijos, había denunciado acoso y violencia en el pasado. Su padre fue quien la ayudó. «Ver a su hija abrumada, con esas heridas abiertas, es una imagen que nunca se borra«, dicho.
Yolanda Estefany Arias Santos fue sofocada el 28 de septiembre por su pareja. Foto:Redes sociales
17 de septiembre, Rosaura Esther Pacheco Villafañe Fue asesinada en el Parque Las Mariposas, en Sabanalarga. Había denunciado a su compañero por violencia familiar y privación ilegal de la libertad. El crimen ocurrió en un espacio público, en presencia de otra mujer. La policía investiga si el hecho está relacionado con el asesinato anterior de su pareja.
Estos casos, aunque diferentes en sus circunstancias, comparten un hilo común: la violencia de género persiste y, en muchos casos, se repite. Rutas de atención, protocolos judiciales y medidas de protección No siempre evitan que los agresores se recurran o que las víctimas estén expuestas.
Violencia en figuras
En el Atlántico, según figuras de organizaciones sociales, se han registrado Al menos 35 femicidios Tribunal de agosto de este año. En 2024 se presentaron más de 1.500 quejas de violencia doméstica, y actualmente hay más de 500 mujeres con medidas de protección activa. Y esos son solo los que denuncian; porque Hay un número que despreciamos solo porque se esconde en el flagelo del silencio.
El diputado Alejandra Moreno y la Red de Mujeres Atlánticas solicitaron a la Oficina del Abogado Regional un informe detallado sobre las acciones avanzadas en los últimos tres años. «Necesitamos saber qué se ha hecho, qué ha fallado y cómo podemos corregirlo«, Dijo Moreno.
La pareja de Rut, portavoz de la red, le pidió al gobierno nacional que abriera tablas de diálogo con líderes regionales, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Igualdad. «Las rutas de atención están fragmentadas, y las víctimas aún son vulnerables a sus agresores«, dicho.
Jorge Leonardo Piña Rodríguez, alegado feminicidio de Nalfi Esther Blanco Olmos. Foto:Redes sociales
El caso de Jorge Leonardo Piña Rodríguez, ahora en libertad, hace una pregunta nuevamente sobre la mesa que se repite en cada audiencia suspendida, en cada medida que no se cumple, en cada víctima que no está protegida: ¿Qué tan preparada está la justicia para responder de manera efectiva a la violencia de género?
Pocos están autorizados a lanzar juicios que respondan de manera relevante esa pregunta. Sin embargo, Muchos son los testigos que pueden dar fe de que muchos de esos agresores terminan precisamente al reincidir porque la justicia no estaba abrumada contra ellos. Los mencionados son solo algunos de los casos, ya sea para su alcance de los medios u otras razones, se usan aquí para ejemplificar un problema que preocupa a los ciudadanos en el Atlántico.
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Muchas organizaciones feministas y de protección contra las mujeres se demuestran en contra de estas decisiones, especialmente si consideran que son violadas. Del mismo modo, casi todos los medios locales y nacionales cubren los casos y expanden los bordes de lo que sucedió para el mismo trabajo del periodismo en sí. Sin embargo, la última palabra todavía se tiene las autoridades judiciales; y Si dictan que Piña Rodríguez es gratuita debido a la expiración de los términos, entonces sucede.
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