
Durante casi dos décadas, el imponente edificio que albergaba la sede del Instituto de Seguridad Social (ISS) en el vecindario de Los Andes, al sur de Barranquillase convirtió en un símbolo de deterioro urbano.
Cerrado después de su cierre final como centro médico, pasó de ser uno de los mejores dotados en la ciudad a convertirse en refugio para delincuentes, Sitio de consumidores de drogas y reuniones clandestinas.
Las quejas de la comunidad fueron constantes. Los vecinos denunciaron que, a pesar de la vigilancia del cuadrante policial, el lugar siguió siendo un punto de entrada y salida de personas en cualquier momento del día. La inseguridad agregada a los problemas de salud: el deterioro de la estructura condujo a la proliferación de roedores y zancudos, especialmente durante la temporada de lluvias. Las paredes, cubiertas por graffiti, y las malas hierbas invadidas por la propiedad completaron la imagen de abandono.
Las paredes cubiertas de graffiti y el deterioro en el que se ha quedado el edificio. Foto:Tiempo
La nueva propuesta
Ese panorama está a punto de cambiar con el anuncio de Andes de Kantú, un proyecto de renovación urbana dirigido por el constructor Conaltura. La iniciativa busca recuperar este lote, ubicado en la carrera 24 con 57th Street, y transformarlo en un conjunto moderno de apartamentos de interés social (VIS) que marcará un hito en la revitalización del sector.
El plan contempla la construcción de 671 unidades de vivienda distribuidas en cinco torres, diseñadas bajo los principios de sostenibilidad y urbanismo responsable. En su primera etapa, se entregará una torre de 11 historias con 165 apartamentos, cada uno con dos tipologías de 51.7 metros cuadrados. El enfoque rompe el esquema habitual de los proyectos VIS, que generalmente aumentan en las áreas periféricas, para llevar viviendas dignas y bien ubicadas al corazón de la ciudad.
Cinco apartamentos que transformarán el paisaje urbano. Foto:Conalture
Más allá de la oferta de vivienda, Andes de Kantú busca impactar positivamente en el medio ambiente. Se asignarán más de 3.000 metros cuadrados como un espacio público para restaurar áreas verdes, permitir áreas comunitarias y mejorar la calidad de vida de los habitantes. Caminos, parques y áreas de recreación serán parte del nuevo paisaje urbano, donde antes había paredes y escombros demolidos.
«El objetivo no es solo construir apartamentos, sino transformar ciudades. Queremos contribuir al bien colectivo, recuperar espacios históricos y hacerlo de manera sostenible», explicó Daniel Gaviria Garcés, gerente nacional de Conaltura.
El compromiso ambiental es otro de los ejes del proyecto. El trabajo incorporará luminarias LED con sensores de movimiento, sistemas de ahorro de agua, puntos de reciclaje, bicicletas y siembra de árboles nativos. El diseño bioclimático aprovechará la ventilación y la sombra naturales para reducir la dependencia de los aires acondicionados y los ventiladores, mejorando la comodidad térmica de las casas.
Render de los Andes de Kantú. Foto:Conalture
Los residentes también tendrán áreas comunes como coworking, piscinas para adultos y niños, gimnasios, parques infantiles, múltiples canchas, espacios para mascotas, senderos para peatones y áreas de barbacoa. Una oferta que, según expertos en el sector, aumentará la valoración del área y atraerá nuevos desarrollos a su alrededor.
Para los residentes del vecindario de Los Andes, la noticia significa El final de un problema que había estado afectando su tranquilidad durante casi 20 años. «Es un alivio saber que lo que era una guarida de ladrones ahora será un lugar donde las familias pueden vivir con dignidad», dijo Rosa María Guzmán, residente del sector durante cuatro décadas.
Con la ejecución de Andes de Kantú, el vecindario no solo recuperará una tierra que durante años fue abandonadaO, pero se convertirá en una referencia de cómo la renovación urbana, bien planificada, puede devolver la seguridad, funcionalidad y vida a espacios marcados por deterioro.
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