
Yerlyn y Gerardo nunca se conocieron. Yerlyn vivía en Cali. Gerardo, en el municipio de Vijes, a unos 50 minutos de la capital de Vallecaucana.
Pero, la guerra y un grupo armado los sacaron de sus seres queridos. Ambos eran niños que dejaron de lado sus sueños desde la infancia y la adolescencia para llevar un rifle por la fuerza.
Por más de una década
Slange of the Falling Minor en 2009, en Cali. Foto:UBPD
Desaparecieron más de una década y desde entonces, sus familias no habían tenido un momento de paz Porque nunca volvieron a aprender sobre ellos. Simplemente desaparecieron y al buscarlos involucraban amenazas para las suyas.
Así, esos años de ausencia pasaron, en el caso de Yerlyn, desde 2009 y en Gerardo, 2012. Ambos menores fueron reclutados por las guerrillas extintas de la FARC, en medio del conflicto armado.
Momentos difíciles para la familia del menor perdido. Foto:UBPD
«Los menores fueron dados por sus familias desaparecidos por el momento en que perdieron el contacto con ellos, y aunque pensaron en buscarlos, el miedo a las represalias truncó cualquier posibilidad», informaron en la unidad de búsqueda de personas dadas por (UBPD), cuya misión, como un estado, humanitaria y una entidad extrajudicial, es liderar, coordinar y contrabando, de manera diferente, con una forma diferente, con una búsqueda diferencial y territorial, con la contenido de una forma de diferencial y la demanda, con la respuesta, con la contenido de una forma diferente, con la contenido de una forma diferente, con la respuesta, con la respuesta. aquellos que buscan personas dadas por la falta de razón y contexto del conflicto armado. De esta manera, el alivio del sufrimiento y la restauración de los derechos a la búsqueda, a la verdad, a la reparación, a la no repetición, a la justicia y a la construcción de la paz.
Los restos estaban en un cementerio de Cali
Ciego del niño. Foto:UBPD
Lo más doloroso es que la familia de Yerlyn no sabía hasta el año pasado, 2024, que el niño había muerto y que sus restos estaban cerca, en los campos de San José de Siloé, en la pendiente de Cali y a menos de 40 minutos del centro de la ciudad. Yerlyn había sido revisada como «femenina, afro descendiente, 150 centímetros de altura».
«Yerlyn y Gerardo tenían mucho en común. Ambos vieron cómo sus vidas fueron truncadas por el conflicto armado cuando fueron vinculados por grupos armados no estatales cuando eran menores. Los dos murieron en medio de hostilidades y sus cuerpos fueron enterrados en el San José de Siloé Camposanto, en la ciudad de Cali, sin la presencia de sus seres queridos», dice un informe de UBPD.
«Desde 2009 y 2012, los cuerpos de Yerlyn y Gerardo, respectivamente, se registraron en los archivos del Instituto Nacional de Medicina Jurídica y Ciencias Forenses. Gerardo con su nombre completo identificado. Los menores fueron dados por sus familias desde el momento en que perdieron el contacto con ellos y aunque pensaron en buscarlos, el temor a las correspondientes truncó cualquier posibilidad», dice el documento del documento.
Con el tiempo, estos cuerpos estaban protegidos por la Arquidiócesis de Cali en el Camposanto de Siloé, esperando un día para regresar con aquellos que los buscaban.
«Ese día llegó, después de un proceso de revisión documental que dirigió la unidad de búsqueda y el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, con el apoyo de los miembros de la Corporación Humanitaria Reunión. A través de un proceso de memoria colectiva, los signatarios del Acuerdo de Paz (de la FARC) dieron pistas sobre la posible ubicación de las familias Gerardo y Yerlyn», informaron en la entidad.
Procesos en el país para los desaparecidos. Foto:UBPD
«Después de encontrar a los seres queridos de Yerlyn y Gerardo, el equipo de la unidad de búsqueda en el valle de Cauca organizó todo para devolver sus cuerpos a los lugares donde sus familias la esperaban. Ella, en Cali y él, en Vijes, Valle del Cauca (del mismo campo de Siloé)», lee en el informe.
«Families, like many others, spent more than a decade facing the uncertainty of not knowing what had happened to their loved ones. For years, despite having suspicions of their death, they never had confirmation of the location of the bodies, until the dignified delivery ceremony was developed. A mixture of relief and pain that allowed them the farewell they could never give them at the time,» he reads in the time, «
UBPD, en procesos para la recuperación de los restos desaparecidos en el país. Foto:Archivo UBPD
Según la investigación humanitaria y extrajudicial desarrollada por la unidad de búsqueda en el Valle del Cauca, así como en gran parte del país, la búsqueda de personas desaparecidas en acciones, el conflicto armado, representa el desafío de investigar investigando y documentando las inhumaciones estatales en diferentes campos, ya que muchos de los cuerpos no identificados o identificados no reclamados que están presentes podrían corresponder a las personas desaparecidas en las acciones de los conflictos armados.
8.202 desaparecidos durante el conflicto armado
En el Valle del Cauca, el UBPD busca, al menos, 8,202 personas dadas por desaparecidas.
Por lo tanto, llama a todas las personas que tienen un ser querido desaparecido o tienen información que puede contribuir a La búsqueda de una persona desaparecida para comunicarse en el número 316 2783057 o acercarse, en Cali, en la carrera 43A # 5A – 90, en el vecindario de Tequendama, en el sur de la ciudad.
«Toda la información será tratada con absoluta confidencialidad y extrajudicialmente, exclusivamente con fines humanitarios, para garantizar el derecho a la verdad y contribuir a la reunión con las personas desaparecidas», dijeron en el UBPD.
Carolina Bohórquez
Corresponsal de El Tiempo
Cali
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