
Una extensa área de 152,000 metros cuadrados ubicada en la zona rural del distrito de Potrerito, en Jamundí, ha sido objeto de una serie de eventos preocupantes. Esta propiedad había sido previamente sometida a un proceso de extinción de dominio debido a su conexión con el tráfico de drogas, y desde entonces ha estado bajo la gestión de la Sociedad de Activos Especiales (SAE). Sin embargo, en los últimos tiempos, este terreno ha sido convertido en un foco de atención para estafadores que están ofreciendo a los ciudadanos de Jamundí una oportunidad para adquirir terrenos y levantar sus hogares de manera ilegal.
La tierra en cuestión en Jamundí. Foto:Oficina de Alcalde de Jamundí
Lotes que se venden hasta por $8 millones
Los estafadores están vendiendo estos terrenos a precios que oscilan entre 4, 6 y hasta 8 millones de pesos por cada lote, promoviendo así invasiones o nuevos asentamientos ilegales en esta área.
En Jamundí, la problemática no se limita únicamente al tráfico de drogas perpetrado por grupos armados, como los disidentes de la facción ‘Jaime Martínez’ y las fuerzas aliadas con carteles mexicanos. También existe una mafia que se dedica a fomentar la venta de tierras para facilitar ocupaciones ilegales.
La alcaldesa de Jamundí, Paola Castillo, ha estado denunciando esta situación en los últimos meses, advirtiendo que los delincuentes aseguran a las personas, al momento de la venta, que cuentan con la autorización del SAE y de la propia administración municipal, algo que es por completo falso, según su declaración. Esta controvertida propiedad se conoce como San Isidro.
Es alarmante que, según la alcaldesa, esta actividad fraudulenta se ha venido realizando desde hace años, con la tierra teniendo cortes irregulares que afectan su legalidad.
La tierra en cuestión en Jamundí. Foto:Oficina de Alcalde de Jamundí
El director territorial de la Sociedad de Activos Especiales, Felipe Tascón, realizó una visita a la propiedad ‘San Isidro’ y constató que en los últimos años, el terreno se ha comercializado parcialmente a familias de Jamundí y otras áreas del Valle del Cauca y del Cauca.
Según Tascón, la venta carece de cualquier tipo de respaldo legal, dado que la tierra se encuentra bajo la gestión de la entidad debido a un proceso de incautación como resultado de la extinción de dominio.
Ante las numerosas quejas sobre esta actividad delictiva, Felipe Tascón calificó la situación de alarmante y reafirmó que la venta es completamente ilegítima. «Comenzaremos cualquier procedimiento después de que la comunidad presente la queja formal contra los estafadores. Hemos acordado facilitar el transporte para que el próximo miércoles algunos ciudadanos puedan acudir a las oficinas del fiscal para formalizar dicha queja», indicó Tascón.
Las familias que han caído en esta trampa han pagado hasta ocho millones de pesos por lotes que en realidad no cumplen con la extensión de 300 metros cuadrados. Se sospecha que la operación fraudulenta fue orquestada por una fundación que ofrecía la propiedad con documentos falsos durante varios meses hasta la entrega total.
La tierra en cuestión en Jamundí. Foto:Oficina de Alcalde de Jamundí
Varios de los afectados han expresado su frustración y han declarado: «Hemos sido estafados aquí, muchos han pagado entre 4 y 8 millones de pesos, la mayoría por lotes que no tenemos claro cuántos metros en verdad poseen. Las ventas han sido de terrenos valorados en hasta 7.6 millones de pesos. Buscamos soluciones, ya que hemos invertido en proyectos y cultivos».
Además, tras la revisión de la SAE, se han identificado otras tres propiedades que están siendo comercializadas de manera ilegal a través de fundaciones y empresas fantasma. Tanto la alcaldía de Jamundí como la SAE han hecho un llamado a la comunidad para que no se deje sorprender y para que busque la información oficial sobre el estado legal de cualquier propiedad en venta.
Una delegación de verificación, que incluye a miembros del gobierno y a funcionarios de seguridad de Jamundí, ha confirmado que incluso se están invadiendo propiedades cercanas como ‘Loma Largo’. Los propietarios de estas tierras han desmentido cualquier intención de venta, alertando sobre el daño ambiental que esta situación provoca debido al flujo masivo de personas que están intentando adquirir terrenos sin conocer el verdadero estado de la propiedad.
Esta es la propiedad legal entregada por el estado
En un contexto diferente, durante el mes de abril, la Agencia Nacional de Tierras (ANT) y la Sociedad de Activos Especiales (SAE) entregaron un total de 8.3 hectáreas de terreno para el beneficio de 358 familias que conforman el Consejo Comunitario de San Isidro en Jamundí.
De acuerdo con los representantes de la comunidad, durante una década, desde la consulta previa para la construcción de la cárcel en Jamundí, los problemas de localización de la penitenciaría generaron múltiples reclamos por el incumplimiento de la ley 70 de 1993. Esto ha creado una continua tensión entre las comunidades que abogan por sus derechos territoriales y las autoridades.
El Consejo Comunitario ha declarado que la construcción del complejo penitenciario y alto penitenciario de Jamundí (Cojam) ha causado diversos efectos negativos, incluyendo la destrucción de bienes y la alteración de zonas como ocurrió en algunos ranchos en Bocas del Palo y Guabal.
Tras una prolongada espera de diez años, finalmente se materializó la entrega de tierras que «reafirma el compromiso del gobierno del presidente Petro con las comunidades étnicas para facilitar y garantizar el respeto por los derechos de territorio y acceso a la tierra; esto es motivo para celebrar el progreso y la vida», indicó Astolfo Aramburo, director de asuntos étnicos de la hormiga.
Carolina Bohórquez
Corresponsal de El Tiempo
Cali
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