
La catedral y el temblor que gritó a Bolívar
La Catedral de Santa Marta, criada en 1765, fue la primera iglesia construida en territorio colombiano. Es majestuoso pero herido: ha sido golpeado por terremotos, saqueados por piratas y reconstruido una y otra vez.
Fue tomada el cuerpo de Bolivar. En 1834, solo cuatro años después de su muerte, un fuerte temblor dejó el templo en dos. Para los cronistas de la ciudad, eso no fue una coincidencia: era la tierra llorando la pérdida del liberador.
Allí, entre las paredes agrietadas, floreció otro símbolo. La catedral es tumba, altar y cicatriz. El sitio donde la historia oficial cruza con espiritualidad popular: devociones que mezclan rosarios con rituales afro, letanías con leyendas indígenas.
«En Santa Marta, la fe y el mito van de la mano. La gente no solo cree en Dios, sino que también creen en lo que su abuela le contó sobre lo que sucedió en la catedral», dice el antropólogo León Arévalo.