
Que no es el único ayuntamiento de España que se ha visto sacudida por la ‘basura’pero la polémica en torno a la nueva tarifa de recogida de residuos ha tenido especial repercusión en Madrid. Por su alcance. Y debido a la fórmula elegida por el Ayuntamiento para calcular los recibos, un sistema que la OCU ha dado en llamar «original e injusto». Ahora el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida ha decidido reconsiderar el cálculo del impuesto a tener en cuenta un factor fundamental: el número de personas registradas en cada propiedad residencial.
La pregunta es… ¿Resolverá el debate?
¿Qué ha pasado? Que el Ayuntamiento de Madrid ha decidido cambiar su sistema de cálculo de la nueva tasa de basuras, un impuesto que se ha visto obligada a adoptar (como el resto de ciudades de España de más de 5.000 habitantes) para cumplir una ley de 2022. Como telón de fondo están las directrices marcadas por Bruselas para mejorar la gestión de residuos en la UE.
después del crítica vecinal y organizaciones como la OCUel Gobierno presidido por José Luis Martínez-Almeida ha decidido rectificar su criterio inicial y dar más peso a un factor clave de la ecuación: el número de personas que residen en cada vivienda. De esa manera, aseguran desde Cibelesel incremento promedio en la tasa de basura para el próximo año será mínimo: de 141 pasará a 142,6€.
¿Por qué tantos problemas con la tarifa? Para entenderlo hay que remontarse al menos hasta abril. Fue entonces cuando venció el plazo para Ley 7/2022 Dio a los municipios españoles de más de 5.000 habitantes adaptarse a sus directrices, que básicamente obligan a la mayoría de los ayuntamientos a dotarse de «una tarifa específica, diferenciada y no deficitaria» para la recogida de residuos, basada también en el «pago por generación» (‘Quien contamina, paga’) y que «refleja el coste real».
Algunos ayuntamientos, como el de Barcelona, habían sido preparando el terreno para suavizar el golpe del tipo de cambio. En otras zonas de España están muy por detrás, en caso de málaga o el Islas Baleares. En Madrid empezaron a llegar los recibos en septiembre, no sin revueloalgo que se explica por tres razones principales.
El primero, el impacto que tiene el capital. La segunda, porque en 2015 la entonces alcaldesa (Ana Botella) había decidido «eliminar» el impuesto en aras de «menor presión fiscal para el ciudadano». El tercer (y más importante) factor fue el sistema de cálculo elegido por el Ayuntamiento de Madrid para calcular la nueva tarifa, fórmula que la OCU vino a tachar «original… e injusto.»
¿Por qué es eso? Por los elementos que el Ayuntamiento tuvo en cuenta a la hora de calibrar la tarifa que cobra a cada vecino. Entre ellos (en el caso de inmuebles residenciales) incluido el valor catastral, la tasa de generación de cada barrio y el coeficiente de separación de residuos. no me gustó la fórmula a la oposicióna parte de los vecinos (que se fue más allá de Madrid y cargó contra la ley) y la OCU, que tras conocer los criterios de cálculo lanzó una declaración muy crítica.
¿Qué critican?. «El problema es que los criterios elegidos en Madrid no son realmente justos. Hay grandes diferencias de precios según los barrios y se da el caso de que los vecinos pueden tener que pagar por basura que en realidad no están generando». prevenido la organización de consumidores. En su opinión «ya es bastante novedoso» que parte de la tasa se estime en función del valor catastral de la vivienda, pero el resto de criterios también están lejos de ser perfectos.
Por ejemplo, la OCU señaló que si se tienen en cuenta las toneladas de basura recogidas en cada barrio, sin más, el cálculo acaba desvirtuándose. ¿La razón? «La incorporación de residuos cuyo origen no sea estrictamente residencial, como apartamentos turísticos, comercios o negocios cuya recogida se realice conjuntamente con la recogida ordinaria», advierte. «El resultado es una fuerte penalización para los residentes que viven en barrios más céntricos, con mayor actividad turística o comercial».
¿Y qué ha pasado? Que tras semanas de quejas y críticas, el Ayuntamiento de Madrid ha ‘rectificado’ teniendo en cuenta parte de las propuestas blandido por la oposición. El jueves el Ayuntamiento reveló que el próximo año se aprobará «una nueva ordenanza» de la Tasa de Gestión de Residuos (TGR) «ante la necesidad de incluir nuevos parámetros, que aporten mayor equidad y seguridad jurídica en su cálculo». ¿Cuál es? En concreto destaca uno: el número de personas empadronadas en cada vivienda, «un aspecto que ha resultado de una gran complejidad técnica».
«Gracias a ello, las tarifas se establecerán distribuidas en diez tramos (desde un empadronado hasta diez o más) en función del número de empadronados en el inmueble a 1 de enero de 2026», zanja El equipo de Martínez-Almeida. Esa variable se completa con otras. «Para el cálculo de la tarifa básica se ha tenido en cuenta la información sobre el valor catastral individual de cada vivienda o local, mientras que para la tarifa de generación se ha tenido en cuenta la cantidad de residuos generados y el porcentaje de calidad de la separación de cada uno de los 131 barrios.»
¿Has anunciado algo más? Sí. El Ayuntamiento ha matizado que, según sus cálculos, la tasa media de recaudación percibida para 2026 será de 142,6 euros, «prácticamente la misma cantidad» que este año. el anuncio También viene precedido de otras novedades en materia fiscal municipal, como una rebaja del tipo del IBI que beneficiará a más de 2,2 millones de inmuebles. El Ayuntamiento asegura que en total la reducción de impuestos y tasas prevista para el próximo año permitirá a los madrileños pagar 33,5 millones de euros menos que en 2025.
¿Asunto resuelto? De nada. El llamado ‘basurero’ ha generado un considerable revuelo político que se extiende mucho más allá de la capital y gira en torno a un debate clave: ¿la ley de 2022 que ha llevado a las ciudades a revisar sus tasas de basura es resultado de las directrices comunitarias que aspiran a alcanzar? 55% de reutilización y reciclaje de residuos ya a corto plazo o es una imposición del Gobierno? ¿Qué se debe y qué no se debe tener en cuenta al calcular la tarifa?
En Madrid la oposición ha levantado valorar aspectos como la renta de los habitantes, la calidad del reciclaje o la presión del alquiler turístico en cada zona. La Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) ya informa en su web cómo recurrir tras advertir de que el impuesto aprobado por el Ayuntamiento es «injusto, desproporcionado y poco transparente». El primer paso para reclamar, sin embargo, es pagar el impuesto y luego apelar.
Imágenes | Ayuntamiento de Madrid 1, 2 y 3
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