Puedes salir de Spotify, pero no lo dejas por completo hasta que Spotify te lo permita. King Gizzard y Lizard Wizard se enteraron por las malas: abandonaron la plataforma en protesta por las inversiones de su CEO, pero todavía quedan sus canciones en ella. Lo aterrador: no son ellos quienes los compusieron ni grabaron.
Vamos o no. King Gizzard and the Lizard Wizard abandonaron Spotify en julio de 2025: fue una protesta contra las inversiones de Daniel Ek en tecnología militar. Semanas después, sin embargo, descubrieron que varias de las canciones del grupo aún estaban disponibles en la plataforma. Pero no eran los originales, sino versiones instrumentales que imitaban las canciones originales, con el mismo nombre de artista, idénticos títulos y covers oficiales. Según cuenta de PlatformerEstas canciones lograron acumular más de 10 millones de visitas antes de ser detectadas.
El truco. Spotify presentó estas pistas como auténticas. Según cuenta un fan de la banda a Platformer, al tocar ‘Deadstick’ del álbum ‘Phantom Island’, lo que sonaba era una versión simplificada, casi un tono de llamada de celular, una especie de versión de baja calidad. Pero sin conocer la canción original (y sobre todo teniendo en cuenta lo aficionado a las bromas y la experimentación que es esta inclasificable y prolífica banda) cualquier oyente podría haberla confundido con la canción real. Lo mismo ocurrió con otras canciones del disco como ‘Aerodynamic’ y ‘Grow Wings and Fly’.
El artículo desató una ola de protestas que llevaron a Spotify a eliminar el contenido, confirmando que violaba su política anti-phishing. Actualmente no hay canciones del grupo en la plataforma.
No es un caso aislado. De acuerdo a datos de la propia empresa publicados en septiembre de 2025Spotify ha eliminado 75 millones de pistas clasificadas como spam durante el último año. La consultora Luminate estima que Se suben alrededor de 99.000 canciones diariamente. a servicios de streaming, a menudo a través de distribuidores que no verifican la identidad del artista. La situación se acentúa en otras plataformas, en lo que parece ser un problema generalizado con un desencadenante claro: la facilidad con la que se pueden generar canciones mediante IA.
Deezer, por ejemplo, contado este mismo mes que recibe cada día más de 50.000 pistas íntegramente generadas por inteligencia artificial, el 34% de todo el contenido que llega a sus servidores. El 70% de las reproducciones musicales generadas por IA, afirma, son canciones no autorizadas o canciones que reemplazan a artistas reales.
El fantasma del atardecer de terciopelo. En junio de 2025, una banda llamada The Velvet Sundown alcanzó más de un millón de oyentes mensuales en Spotify. Sus fotos promocionales tenían esa apariencia artificial propia de las imágenes generadas por IA y sus integrantes no existían en ninguna red social, pero el grupo partió con 550.000 oyentes mensuales tras ser recomendado por el algoritmo de la plataforma. Tras semanas negando las acusaciones, los responsables admitieron que se trataba de una «provocación artística» creada con inteligencia artificial. Sus canciones todavía están disponibles en Spotify.
Los artistas muertos. Sin embargo, en términos de artistas suplantados, el caso de los artistas fallecidos es más inquietante: numerosas canciones generadas por IA comenzaron a aparecer en los perfiles oficiales de los músicos fallecidos. La página de Blaze Foley, cantautor de country asesinado en 1989, recibió nuevas canciones. También pasó con Guy Clark, ganador de un Grammy fallecido en 2016, Sophie, artista electrónica fallecida en 2021, y Uncle Tupelo, la antigua banda de Jeff Tweedy de Wilco. Todas estas pistas fueron cargadas por distribuidores sin ninguna verificación y permanecieron activas durante semanas antes de ser detectadas.
Un problema sistémico. Aunque Spotify es la cabeza visible de este caos, existe un verdadero caos en muchos puntos de la escala de difusión. Por ejemplo, distribuidores como DistroKid permitir cargas masivas de temas sin verificar la identidad real del artista. En el citado comunicado de septiembre, Spotify anunció nuevas políticas anti-spoofing y un filtro antispam, pero de momento no se ha demostrado su eficacia. Por ahora, el caso King Gizzard plantea una pregunta devastadora: después de abandonar una plataforma, no se abandona por completo. Quizás nunca lo hagas.
Encabezado | Pablo Hudson