Después de permanecer cautivo durante más de tres meses por las disidencias de las FARC, fue liberado Esperanza Muñoz Arteaga.
Ella es la adulta mayor, 66 años, quien había sido secuestrado el pasado 30 de julio, en el municipio de La Cumbre, en el Valle del Cauca.
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Sus familiares clamaban por su liberación cuando fue arrancada del seno de su casa por dos hombres que la encontraron y que utilizaron engaños para llevársela. Le habían dicho que estaban interesados en alquilar una propiedad para descanso en el Valle.
Esperanza Muñoz Arteaga, mujer desaparecida en el Valle del Cauca. Foto:Redes sociales.
Exigieron una suma millonaria
Su liberación se produjo en la zona rural de Timba, en la sierra del vecino departamento norteño del Cauca.
Según información preliminar, la víctima fue entregada por integrantes de un grupo armado que habría exigido el pago de mil 600 millones de pesos.
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Sin embargo, la extorsión no se concretó, luego de que su familia logró demostrar que no contaban con los recursos económicos para cubrir la excesiva cantidad que pretendían obtener los captores.
«Esto se hizo gracias al trabajo que realizó en solitario su hijo, Luis Eduardo, quien se hizo cargo de la investigación desde el primer momento y brindó información a la Fiscalía, que no hizo nada. Luego, debido al contacto que los guerrilleros hicieron con la familia exigiendo una altísima suma de dinero, su hijo logró convencerlos de que no se trataba de una familia adinerada», explicó el abogado Élmer Montaña.
Esperanza Muñoz Arteaga, mujer desaparecida en el Valle del Cauca. Foto:Redes sociales.
Su salud se deterioró
Sin embargo, durante su cautiverio la salud de Esperanza Muñoz se deterioró gravemente. Actualmente recibe atención médica especializada, pues padece hipertensión y osteoporosis, enfermedades que se agravaron durante el secuestro. Su abogado cuestionó la falta de acción de las autoridades y denunció el abandono institucional que enfrentó la familia.
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Expediente de desaparición de Esperanza Muñoz Arteaga. Foto:Redes sociales.
«Hoy se encuentra delicado de salud, pero feliz de estar con su familia. Es lamentable el abandono institucional al que fue sometida la familia luego del secuestro. La Defensoría del Pueblo nunca respondió a los llamados para brindar apoyo moral. Tanto es así, que su hijo tuvo que ir personalmente a rescatar a su madre a las montañas del Cauca», dijo Montaña.
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Esperanza Muñoz fue reportada inicialmente como desaparecida, luego de aceptar acompañar a dos hombres que la contactaron para visitar una finca que alquilaba, en el corregimiento de Bitaco, jurisdicción de La Cumbre. Desde entonces, su familia inició una intensa búsqueda que duró más de tres meses y medio.
Otro caso reciente fue la liberación de un escolta de la Unidad Nacional de Protección. A principios de noviembre, afiliados al sindicato UNP habían denunciado el secuestro de un funcionario de esa entidad cuando transitaba por la zona rural del municipio de Caloto, en el norte del Cauca.
MICHEL ROMOLEROUX
Especial para EL TIEMPO
Popayán
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