
Sebastián Montes
Bogotá, 31 de julio (Efe).- El activista ambiental colombiano Francisco Vera, líder del movimiento Guardians for Life, dijo en una entrevista con Epheer que «ningún gobierno» en el país ha cumplido con suficientes condiciones para proteger a los defensores ambientales.
«Por parte del estado, no tenemos ningún registro de que estuvieran presentes. Estamos preocupados por este problema porque es un problema que se destaca en Colombia, porque es una situación sistemática que pone en peligro la vida de los defensores. Tenemos pruebas de incesante de todo el estado», el activista de 16 años, cuatro de ellos en el avanzado.
Según los estudios realizados por el testigo global de la ONG británico, Colombia ha sido clasificada como el país más mortal del mundo durante dos años consecutivos para defender el país y el medio ambiente.
El panorama
Entre 2016 y 2024, 248 defensores de los derechos humanos fueron asesinados solo en Colombia, según informes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas al Comisionado Humano en la región.
El testigo global también encuestó a los defensores ambientales en los que el 72 % de los participantes afirmaron haber recibido acoso y amenazas en las redes sociales. En la mayoría de los casos, el acoso del escenario digital se trasladó al físico.
Vera dijo que la violencia contra los defensores va más allá del asesinato «, dijo Vera.
En su caso, Vera recibió cuatro amenazas durante la semana pasada de que no provenían de cuentas anónimas o perfiles desconocidos, pero reconocieron públicamente a las personas que amenazaron «la muerte sin vincular las consecuencias».
El joven enfatizó que no es un asunto único, sino que es un ‘modus operandi’ el que se repite en todo el país, con ejemplos recientes en Santurban (noreste) y Jericho (suroeste), donde los defensores ambientales están sujetos a acoso, enjuiciamiento y campañas sistemáticas de la piel como si fueran guerrillas. «
La llamada
Con eso en mente, el 22 de julio, Vera solicitó una audiencia pública ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos (IACHR) para abordar la situación de los niños y adolescentes de los defensores de los derechos humanos en América Latina y el Caribe.
En esta reunión, Vera y Hanna de Ávila participaron en el movimiento ‘Guardianes para la Vida’; Así como Oscar Mauricio que consiste en Pardo, de la Asociación de Cabildistas nativos en el norte de Cauca en Colombia, que consta de 22 áreas y sus comunidades.
Joaquín Salinas, miembro de la Fundación Escazú ahora, se unió, una organización chilena en Chile que ha estado trabajando desde 2020 para la protección del medio ambiente en América Latina y el Caribe.
En la audiencia, los cuatro niños presentaron problemas a corto plazo, como la forma en que el reclutamiento armado en Colombia influyó en la defensa del medio ambiente, la perspectiva de los niños indígenas en este caso, así como la desaparición de los activistas en Chile.
Vera también pidió mecanismos de protección y el IACHR que progrese en la priorización de casos de amenazas a los defensores de los niños, porque el desarrollo es incluso frágil y más vulnerable al acceso a la justicia.
En lo que respecta a su situación específica, explicó que ha estado en cautiverio durante cuatro años sin que el enjuiciamiento y los organismos de justicia progresen significativamente. ‘
Para el comisionado de CIDH, José Luis Caballero, la audiencia era histórica y relevante porque trajo una perspectiva diferente, porque siempre existe el tema de los defensores, pero «nunca se ha hablado de la visión de los niños».
Además, enfatizó que eran los hijos del propio Chile y Colombia quienes arreglaron exponer, hacer visibles y abordar la situación de los niños y adolescentes que defienden la naturaleza y los derechos humanos en la región.
El Gerente de Derechos Humanos de la Vida de la Organización Juvenil de Pachamama, Sebastián Herrán, enfatizó que la implementación de las similitudes que pueden surgir de estas discusiones con la comunidad deben provenir de la mano de la sociedad civil.
«El primer paso es que las personas entienden lo que dicen (…), por ejemplo, si no tienen acceso a, por ejemplo, saber que sucede, permanecerá en un papel más, en un tratado lejano a sus realidades», concluyó. Efusión