
Los resultados financieros del grupo EPM, así como de su entidad matriz, la Medellína Public Company (EPM), correspondientes al primer trimestre del año 2025, representan mucho más que una simple pérdida contable. Estos resultados reflejan una tendencia estructural que afecta la sostenibilidad de una de las instituciones de Patrimonio Público más relevantes del país. El grupo EPM reportó ingresos que alcanzan los $9.4 mil millones, lo que implica una reducción del 7% en comparación con el mismo periodo del año anterior. En particular, la disminución para EPM fue del 11%, cerrando sus ingresos en $4.3 mil millones. Sin embargo, el problema más preocupante radica en la caída del 16% en las ganancias netas del grupo, que ahora se sitúan en $1,400 millones, y un descenso aún mayor en el caso de EPMS, que cayó un 23%, alcanzando los $1.2 mil millones. Esta situación no debe ser subestimada.
La pregunta que surge es cómo una entidad que ha sido históricamente efectiva y un modelo de buen gobierno público experimenta una reducción tan abrupta en sus ingresos y ganancias. La respuesta es bastante evidente: la actual administración municipal, liderada por el alcalde Federico Gutiérrez, ha mostrado un desinterés deliberado y sistemático en la atención a los asuntos públicos. Durante su gestión, EPM ha sufrido una serie de decisiones desafortunadas que afectan su autonomía, comprometen su estabilidad financiera y desvían su enfoque de su misión social.
Los nombramientos por beneficios políticos, la debilidad técnica en las directivas y un habitual desprecio por los principios de sostenibilidad a largo plazo han transformado a EPM en una mera extensión del director ejecutivo municipal. La política ha sustituido la técnica en la toma de decisiones. El resultado es claro: una empresa menos rentable, con un margen operativo reducido y, lo más alarmante, con una menor capacidad para mantener su papel crucial como motor de desarrollo regional.
Esto se suma a un contexto de crecientes presiones financieras. En el primer trimestre de 2025, el grupo EPM realizó inversiones por $928,000 millones, y EPM ha reservado $201,000 millones para la deuda relacionada con Hydroituango, lamentablemente convirtiéndose en un recurso eternamente comprometido. Si bien estas inversiones son necesarias, su implementación sin una estrategia de sostenibilidad financiera clara puede comprometer la estabilidad futura de la compañía. Aún más preocupante es el hecho de que los márgenes de EBITDA han disminuido en un 16%, y la rentabilidad operativa sigue en declive, lo que impacta directamente en la capacidad de EPM para fomentar su propio crecimiento, responder a emergencias y adaptarse a las nuevas condiciones en el mercado energético.
A pesar de estos desafíos financieros, la administración de Medellín recibió $483,000 millones en transferencias por excedentes de EPM. Esta cantidad representa un 55% de las ganancias del 2024. Esto indica que, incluso en un momento de debilitamiento visible de la compañía, todavía se encuentra en una posición de aportar recursos para operaciones municipales.
Esta realidad está generando una demanda considerable: si el municipio recibe recursos de una compañía que comienza a mostrar fatigue financiera, tiene la obligación de invertir esos fondos en beneficio de la comunidad. Federico Gutiérrez no puede continuar beneficiándose del prestigio de EPM mientras su administración opta por la indiferencia. Estos recursos deben traducirse en mejoras para diversas escuelas, en una mayor infraestructura de acueductos rurales, en una mejora de la seguridad vecinal y en más oportunidades para los jóvenes. De lo contrario, corremos el riesgo de convertir un modelo de desarrollo en una simple fuente de efectivo vacía.
Desde el Congreso, seguiremos ejerciendo control político en este asunto. Medellín merece una administración que defienda su legado, que entienda que el servicio público no se suministra solo a través de la retórica, sino con resultados concretos, responsabilidad y una visión a largo plazo. Si el alcalde Gutiérrez no está dispuesto a asumir esta responsabilidad, debería ser honesto al respecto. Porque estamos listos para luchar en defensa de EPM.
Alejandro Toro