
Los familiares de la Patrollera de la Policía Nacional María Alejandra Guerrero Montiel, quien falleció en circunstancias inquietantes en Barranquilla tras una caída desde el quinto piso de un edificio, rechazan la posibilidad de que su muerte haya sido un suicidio y sostienen que se trata de un femicidio.
Además, alegan que el subintendente, con quien no tenía una relación sentimental, es el principal sospechoso. Por ello, instan a las autoridades a esclarecer el caso, ante la confusión y la incertidumbre que les acompaña respecto a los eventos que llevaron a su muerte.
Solicitamos que este caso no siga siendo parte de esa larga lista de estadísticas de impunidad, porque estamos convencidos de que no fue un suicidio. María fue asesinada
Rechazo a las versiones oficiales
Patrollera de la Policía Nacional María Alejandra Guerrero Montiel Foto:Cortesía
A través de una declaración pública, la familia de Guerrero Montiel desmintió las versiones que sugieren un suicidio y señalaron al subintendente de la Regional 8, Andrés Alfonso Castro Gómez, como el principal sospechoso. Este se encontraba con María Alejandra en las primeras horas del lunes 28 de abril, en el sector del Caribe Verde.
«Rechazamos con firmeza la hipótesis del suicidio de María Alejandra y denunciamos públicamente el feminicidio del cual el único y principal sospechoso es el subintendente de la Regional 8, quien es un miembro activo de la Policía Nacional, Andrés Alfonso Castro Gómez, y estuvo con ella en sus últimos instantes de vida.» Se puede leer en su declaración.
Adicionalmente, la familia negó versiones iniciales que afirmaban que los dos hombres uniformados eran pareja. «Esa situación es falsa, ya que María Alejandra no mantenía una relación sentimental con los hombres mencionados al momento de los hechos«, enfatizaron los parientes.
Asimismo, denunciaron la negligencia en la atención inicial del caso, preguntándose por qué, si los acontecimientos ocurrieron alrededor de las 12:40 a.m., como varios medios han señalado, el informe oficial de la muerte se registró solo alrededor de las 3:00 a.m.
Un video crucial en la investigación.
Patrollera de la Policía Nacional María Alejandra Guerrero Montiel Foto:Cortesía
Los familiares también han señalado la existencia de un video en el que el subintendente Castro Gómez supuestamente instruye a los oficiales de vigilancia y control presentes en el lugar para que «cooperen», haciendo alarde de su rango dentro de la policía. Esto, según la familia, sugiere un posible uso de influencias.
Los parientes cuestionan que no se han tomado medidas como detenciones preventivas o controles disciplinarios, a pesar de que dos miembros activos de la Policía Nacional están involucrados en los eventos. También aseguran que «María Alejandra no padecía problemas de sueño, no era sonámbula y, en absoluto, tenía razones para terminar con su vida, ya que aparentemente fue visto con el subintendente«.
Para concluir, los familiares se autodenominaron víctimas y pidieron a los responsables de la investigación que realicen todos los esfuerzos necesarios para esclarecer la verdad sobre los hechos y para que los culpables enfrenten todo el peso de la ley.
El último adiós a María Alejandra
Patrollera de la Policía Nacional María Alejandra Guerrero Montiel Foto:Cortesía
La Patrollera, de 22 años, fue sepultada en su tierra natal, Hatonuevo (La Guajira), el miércoles 30 de abril, en un ambiente de dolor e indignación entre familiares y amigos, que marcharon masivamente para despedirse, exigiendo al mismo tiempo que su muerte no quede impune.
Guerrero Montiel, quien estaba adscrita a la estación de policía de Suan, Atlántico, fue hallada sin vida tras caer del quinto piso de un edificio en el sector del Caribe Verde de Barranquilla. Además de las lesiones por la caída, aparentemente su cuerpo presentaba impactos de bala, según fuentes preliminares.
Mientras la investigación avanza, la comunidad de Hatonuevo y sus familiares se manifestaron frente a las instalaciones policiales en Hatonuevo para demandar justicia y aclarar los hechos ocurridos.