
El Dirección Distrital de Barranquilla lanzó una alerta sobre la crítica situación del sistema penitenciario en el Atlántico, que enfrenta niveles de hacinamiento que califican como “hiperpoblación”en comisarías y centros de detención temporal, además de hacinamiento en las principales prisiones de la ciudad.
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Ante este panorama, el diputado Miguel Ángel Álzate solicitó la implementación inmediata de brigadas legales descongestionar los centros de detención y garantizar condiciones mínimas de dignidad para personas privadas de libertad.
Según cifras oficiales, los centros penitenciarios de Barranquilla tienen 1.916 espacios disponibles, pero albergan aproximadamente 2.530 reclusos, lo que representa un hacinamiento superior al 50%. La única excepción es la prisión El Buen Pastor.destinado a mujeres, que mantiene unas cifras aceptables con unas 120 reclusas frente a una capacidad de 130.
Miguel Alzate Salcedo, representante de Barranquilla. Foto:Cronos
Las «brigadas legales» de las que se habla son equipos formados por abogados y funcionarios judiciales quienes se desplazan a centros de detención para revisar expedientes, agilizar trámites y desbloquear procesos que mantienen a personas privadas de libertad por períodos prolongados sin sentencia o con beneficios legales pendientes. Su objetivo es descongestionar el sistema penitenciario mediante la aplicación de medidas como preacuerdos, libertad condicional, reposición de penas y revisión de las prisiones preventivas.
La Personería de Barranquilla propone esta estrategia como una respuesta inmediata a la hacinamiento extremo en cárceles y comisaríasdonde la falta de infraestructura y la lentitud judicial han generado ‘condiciones inhumanas’. Según el representante Miguel Ángel Álzate, Estas brigadas deben ser impulsadas por organismos judiciales y administrativos para garantizar los derechos fundamentales y paliar la crisis que azota actualmente al Atlántico.
Comisarías de Policía: extrema hacinamiento
La situación más grave se presenta en las ocho comisarías distritales, que No están diseñadas para albergar a detenidos durante períodos prolongados. Allí, el hacinamiento supera el 1000%, con condiciones que el funcionario calificó de “verdaderamente inhumanas”.
Los casos más críticos son:
- Estación San José: Capacidad para 12 personas, pero alberga a 168 detenidos.
- Estación Simón Bolívar: Espacio para 8 personas, con 80 internos.
- Estación Norte: Diseñado para 16 personas, actualmente hay 115 detenidos.
- CAI La Victoria: capacidad para 8 personas, pero mantiene a 33 privados de libertad.
Los escenarios de hacinamiento extremo representan riesgos para la salud y la seguridad. Foto:Archivo
«Dónde es exacerbado «Esta crisis está en las comisarías, donde hay condiciones realmente inhumanas», advirtió Álzate. Miguel Ángel Álzate fue enfático en el necesidad de acciones inmediato:
“De la Personería de Barranquilla Queremos poner en funcionamiento el pabellón que se construyó en el penal de El Bosque con 500 plazaslo que aliviaría el sistema en nuestra ciudad y corregiría muchas de las carencias que hemos señalado. Asimismo, hemos solicitado brigadas jurídicas presentadas por diferentes organizaciones para desbloquear procesos judiciales y administrativos”.
Estas brigadas legales tendrían como objetivo revisar casos susceptibles de beneficios legalesagilizar trámites y reducir la población en centros de transición, donde una estancia prolongada violaría derechos fundamentales.
Además, existe un problema que no se limita a los centros físicos: En Barranquilla hay 7.000 personas bajo arresto domiciliario, pero sólo 10 funcionarios del INPEC están disponibles para vigilancia. Estos mismos funcionarios deben atender trámites legales, notificaciones y trámites administrativos, lo que evidencia una sobrecarga operativa que compromete la efectividad del control.
El lanzamiento de brigadas jurídicas evitaría que la situación empeore. Foto:Julián Ríos Monroy. EL TIEMPO
El panorama refleja un problema estructural en el crecimiento de la población privada de libertad, sumado a la falta de infraestructura adecuada y la lentitud de los procesos judiciales. Mientras tanto, las comisarías y CAI siguen siendo escenarios de extrema hacinamiento, con riesgos para la salud y la seguridad que afectan tanto a los detenidos como al personal policial.
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El Defensor del Pueblo insiste en que la inauguración del nuevo pabellón en El Bosque y la puesta en marcha de brigadas jurídicas son medidas urgentes para evitar que la situación empeore. “Nos enfrentamos a una crisis humanitaria que requiere respuestas inmediatas.“, concluyó Álzate.
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