La última clasificación de Colombia a la Copa Mundial 2018 en Rusia fue marcada en la historia por el vínculo emocional en Lima que selló la cuota tricolor después de un clasificatorio lleno de tensión y drama
El partido histórico en el Estadio Nacional en Lima contra Perú se convirtió en el episodio más recordado de los clasificatorios hacia Rusia 2018, donde Colombia logró el empate 1-1 que aseguró su clasificación directa a la Copa Mundial. Ese encuentro, conocido popularmente como el «Pacto de Lima», generó una explosión de alegría en todo el Territorio Nacional después de un empate que mantuvo en suspenso a los fanáticos colombianos hasta el último día.
La clasificación en suelo peruano representaba el alivio de una nación de fútbol que había vivido con angustia cada fecha de los clasificatorios, especialmente después de haber estado al borde de quedarse fuera del concurso mundial. El empate en Lima no solo selló la cuota de la Copa Mundial, sino que marcó el final de una montaña rusa emocional que hizo que Colombia luchara hasta el último minuto para mantener vivo el sueño de participar en su segunda Copa Mundial consecutiva, consolidando una generación dorada que logró repetir la hazaña de Brasil en 2014.
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