Son las fotos astronómicas más polémicas de los últimos dos meses. Y, para sorpresa de nadie, las especulaciones sobre por qué la NASA no los había publicado eran exageradas. Esto es lo que ha visto la agencia espacial.
Un poco de contexto. Desde que el sistema ATLAS detectó un nuevo objeto interestelar atravesando nuestro vecindario, una parte muy concreta de la comunidad científica ha estado siguiendo atentamente su trayectoria para detectar cualquier anomalía. Sobre todo porque el cosmólogo Avi Loeb sugirió que podría tratarse de un objeto extraterrestre artificial.
El hecho de que la NASA haya tardado un mes y medio en publicar las imágenes 3I/ATLAS tomadas durante su aproximación a Marte no ha ayudado a controlar tales especulaciones. Pero el silencio administrativo provocado por el cierre del gobierno estadounidense ha llegado a su fin. La NASA regresa esta semana con una gran cantidad de datos debajo del brazo.
«Es un cometa». La NASA ha movilizado 12 de sus naves espaciales para observar al visitante desde fuera del sistema solar. Y el mensaje oficial es contundente, casi diseñado para cortar de raíz cualquier especulación exótica: «parece un cometa y se comporta como un cometa, y todas las evidencias apuntan a que es un cometa», afirmó Amit Kshatriya, el máximo responsable de la agencia, en una rueda de prensa.
Eso sí, se trata de un cometa diferente a los del sistema solar, lo que sugiere que nació en un entorno con una química diferente a la nuestra, quizás alrededor de una estrella mucho más antigua que el Sol, porque es inusualmente rico en níquel y, en lugar de expulsar agua, expulsa dióxido de carbono.
Qué hay de nuevo. Lo que hace especial esta nueva campaña de observación es la geometría. Cuando 3I/ATLAS pasó por su punto más cercano al Sol a finales de octubre, la Tierra estaba en el «lado equivocado», con el Sol bloqueando nuestra visión directa.
Aprovechando que Marte tenía una vista privilegiada, la NASA obligó a los instrumentos de sus naves a ir más allá de su diseño original. El Mars Reconnaissance Orbiter capturó imágenes de alta resolución desde 30 millones de kilómetros de distancia. La misión MAVEN analizó su composición ultravioleta y el rover Perseverance, desde la superficie marciana, logró captar un débil destello del cometa.
Mientras tanto, las naves espaciales Psyche y Lucy, viajando a asteroides distantes, lograron capturar el cometa a contraluz, revelando detalles de su cola y coma que serían invisibles desde la Tierra. Y los observatorios solares SOHO y STEREO hicieron lo mismo cuando estaba demasiado cerca del Sol para otros telescopios.
¿Qué dice Loeb? El controvertido astrofísico de Harvard y cazador de tecnofirmas ha publicado una respuesta inmediata mostrando su decepción. Para Loeb, la rueda de prensa de la NASA ha sido un ejercicio de burocracia para confirmar lo «esperado y aburrido». Sus principales argumentos para mantener el escepticismo son:
- Lo sorprendente de la masa: 3I/ATLAS es un millón de veces más masiva que ‘Oumuamua. Estadísticamente, deberíamos haber visto millones de objetos pequeños antes de ver uno tan grande, a menos que fuera «enviado» intencionadamente, según el cosmólogo.
- La teoría del camuflaje: Loeb sostiene que una sonda interestelar que haya viajado a través del medio interestelar frío podría haber acumulado una capa de hielo y polvo en su superficie. A medida que se acerca al Sol, esta capa se sublimaría, haciéndolo parecer un cometa natural.
- La resolución de las imágenes: Las fotografías mostradas por la NASA son borrosas (debido a las limitaciones de las sondas), por lo que Loeb pone sus esperanzas en las imágenes tomadas por astrónomos aficionados cuando el cometa se acerca a la Tierra.
Y ahora qué. La NASA no ha encontrado ninguna firma tecnológica: ni señales de radio, ni maniobras imposibles fuera de la gravedad, nada que indique inteligencia sobre este cometa.
Sin embargo, el espectáculo no ha terminado. El 19 de diciembre de 2025, 3I/ATLAS tendrá su máxima aproximación a la Tierra (unos 270 millones de kilómetros). Será entonces cuando el telescopio espacial James Webb y los grandes observatorios terrestres podrán realizar la autopsia definitiva.
Imagen | OLLA
En | 3I/ATLAS muestra signos de aceleración no gravitacional: algo lo ha empujado y creemos saber qué
