
La industria comienza a impacientarse. Ha pasado casi un año desde que fue aprobado Royal Decret 962/2024Diseñado para dar la pistola de salida al viento marino en España. Sin embargo, la orden ministerial que debe regular la primera subasta aún no ha visto la luz, y tampoco hay un calendario oficial con los próximos pasos. En un sector que avanza al ritmo del viento, la falta de movimiento comienza a sopesar.
Corto. La Asociación de Negocios Wind (AEE) y el Marine Wind Forum han unido fuerzas para lanzar un mensaje abrumador al Gobierno: cualquiera, las inversiones terminarán en otros países. En una declaración conjuntaHan reclamado la publicación inmediata de las bases de la subasta y un horario que brinda visibilidad a mediano y largo plazo. Mientras España todavía está esperando, Portugal, Francia o Marruecos avanzan con modelos definidos y proyectos concretos.
Un problema más complejo. Según AEELa falta de avances podría costar a España crear más de 7,500 empleos en áreas costeras y dejar de contribuir con más de 2,000 millones de euros por año al PIB. Además, la oportunidad de liderar una tecnología clave como el viento flotante, en el que España ha sido pionera en los prototipos de referencia mundiales, podría evaporar si no se establece un mercado local mínimo.
España tiene capacidades industriales del inodoro, infraestructura portuaria apropiada, experiencia tecnológica demostrada, como el primer desarrollador prototipo flotante del mundo, y Áreas adecuadas identificadas En los planes de planificación del espacio marítimo (poema). Pero todo eso, sin un mercado local que garantice el volumen y la continuidad, está en riesgo.
Se ha estado estirando. En febrero de este año, el Ministro de Transición Ecológica, Sara Aagesen, anunció que el gobierno lanzaría la primera subasta de viento marino en 2025 y que se publicaría una orden con las bases, Según el periódico cinco días. También El objetivo se reafirmó Para alcanzar la capacidad de 3 GW instalada en 2030, según lo establecido por el Plan Nacional de Energía y Clima Integrado (PNIEC).
Pero, hoy, la orden no ha ido a consulta pública. Y esa es la primera piedra en lanzar cualquier subasta. Del sector, denuncian que no hay razones objetivas que justifiquen la demora y el temor de que las promesas de las subastas «en 2025» se conviertan en otro año perdido.
Una fuga de viento. El principal bloque de tropiezos es la falta de letreros firmes y una hoja de ruta detallada. Esto ha causado varias empresas –Como AEE ha advertido– Están comenzando a desviar sus inversiones a otros países que ofrecen una mayor certeza y velocidad. Por otro lado, en los países vecinos la situación es muy diferente. Por ejemplo, Portugal está a punto de definir Tu modelo de subastas. Francia ha otorgado Ya es un gran proyecto en el Mediterráneo y prepara cinco parques más en el Golfo de Vizcaya. Marruecos, mientras tanto, ha presentado Un proyecto de 1,000 MW en la costa atlántica para 2029.
Mientras tanto, España todavía no es un solo kilovatio marino en la operación comercial. De los 278 MW de viento flotante instalado en todo el mundo, según datos de la Consejo Global de Energía eólica (GWEC) Junio de 2025, ninguno está en España, aunque el país ha sido clave en la construcción de componentes al 100%exportados. Además, el sector eólico también afirma que se desbloquean IDAE (Instituto de Diversificación y Energía de Salvación) para modernizar la infraestructura clave como los puertos de una coruña, Castellón o Tarragona. Sin esos nodos logísticos listos, la cadena de valor se debilita.
El aspecto en las islas canarias. Ha perfilado como el territorio ideal para lanzar esta primera subasta piloto. El archipiélago tiene viento constante, una cadena de logística consolidada, un consenso político y social, y un alto costo de generación de electricidad que podría reducirse drásticamente con el viento marino. Para AEECanary Islands es la «punta de lanza lógica» para comenzar el desarrollo comercial de esta tecnología.
Pronósticos. El sector espera que el ministerio publique lo antes posible la consulta pública para la orden ministerial y defina un calendario claro de las próximas subastas. Mientras tanto, el contexto global no espera. Según el Global Wind Energy Council (GWEC), el mercado offshore creció un 10% en 2024, llegando a 83.2 GW instalado.
España todavía llega a tiempo para ocupar un lugar destacado en el liderazgo europeo del viento marino flotante. Pero la ventana de oportunidad se estrecha. Los anuncios no son suficientes: decisiones concretas, regulación clara y voluntad política se necesitan. De lo contrario, el país corre el riesgo de ver cómo otros asumen ese papel estratégico. Y con esto, pierda no solo la inversión y el empleo, sino una oportunidad clave para reindustrializar la economía y avanzar en la transición de energía.
Imagen | No acertado
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