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España pensó en su posición con respecto al cierre de la nuclear. Que acaba de cambiar – En un click

España pensó en su posición con respecto al cierre de la nuclear. Que acaba de cambiar

 – En un click

El debate sobre una posible extensión de las plantas nucleares ha vuelto a la escena y ha encendido el enfoque de los medios. La electricidad insiste en alargar su operación más allá de lo esperado, pero el ejecutivo niega que se mantengan negociaciones formales y se refieran a las condiciones que ya se propagan como esenciales.

Una carta y tres condiciones. Iberdrola y Endesa enviaron una carta conjunta al gobierno hará más o menos un mes. En él, propusieron reabrir el debate sobre el cierre progresivo del parque nuclear, que contempla los siete reactores entre 2027 y 2035, con el argumento de que mantener operativas algunos centrales reduciría el costo de la electricidad para los consumidores.

Según el paísEl gobierno respondió por otra carta firmada por el ministro de transición ecológica, Sara Aagesen, abriendo para evaluar la propuesta bajo tres condiciones inamovibles: que no hay costo adicional para los ciudadanos, que la seguridad del suministro está garantizada y que las plantas cumplen con los estándares del Consejo de Seguridad Nuclear.

Hasta ahora «diálogos». Según Eldiario.esEl gobierno considera la carta de electricidad como una declaración de intenciones, no una solicitud formal. Además, Naturgy y EDP, también propietarios minoritarios de algunas plantas, no firmaron el documento, que deja solo a Iberdrola y Endesa.

El debate se intensifica. La situación es compleja por una razón principal que no es técnica, sino la viabilidad económica de la nuclear. Como explicó la confidencialidadLa electricidad considere que operar con la carga fiscal actual es inviable si el precio de mercado no excede € 65-70/MWh. En contraste, los precios proyectados son de alrededor de € 55/MWh para 2030.

En este contexto, el CEO de Endesa, José Bogas, plantea al gobierno una reducción fiscal, especialmente impuestos autónomos (como el ya eliminado en la comunidad valenciana) y la tasa de Enresa, que financia el desmantelamiento de las centros y la gestión de residuos. Sin embargo, según el Miteco, esta reducción fiscal implicaría daños a los ciudadanos y, por lo tanto, choca frontalmente con sus líneas rojas.

Almaraz, el primer termómetro. El enfoque inmediato es en la planta de energía nuclear de Almaraz (Cáceres), cuyo primer reactor debe cerrar en noviembre de 2027 y el segundo en octubre de 2028. Iberdrola, Endesa y Naturgy, sus tres propietarios aún no se han reunido para aprobar las inversiones necesarias que permitirían su operación más allá de esas fechas. La reunión programada para junio no se ha celebrado, y las fuentes del sector admiten que no ocurrirá antes de septiembre.

Mientras tanto, las empresas preparan una nueva propuesta que, Según El confidenciapodría presentarse después del verano en una reunión aún no confirmada con el ministro Aagesen. El plan sería ofrecer una reducción de impuestos a cambio de prolongar la actividad de algunos centrales hasta 2030. Sin embargo, el ministerio insiste: si las condiciones no cambian, no habrá negociación.

Un tema candente en el Congreso. El debate se sirve más que el campo político. Por un lado, la fiesta popular preparando uno Propuesta de ley Para extender la vida de la nuclear. La propuesta tendría el apoyo de varios gobiernos regionales de la PP, como el Valenciano Extremado y la Comunidad, y el apoyo parlamentario de las cajas y ERC, que han mostrado flexibilidad en el Congreso en relación con la revisión del calendario nuclear.

Sin embargo, el gobierno ha reafirmado su posición. Como el confidencial recordóEl presidente Pedro Sánchez fue sin rodeos en el Congreso en mayo pasado, acusando a PP y VOX de actuar como «lóbulos aficionados» de los Electric. «Si las empresas quieren mantener las centrales abiertas, les pagan, no a los ciudadanos», se estableció.

Enfrentar un marco europeo ambivalente. Además, la posición legal de la energía nuclear en la UE agrega complejidad, ya que las regulaciones europeas no consideran la energía nuclear como una fuente renovable. Esto se establece por la Directiva 2018/2001 (Red II), una visión que también ha adoptado la legislación española. Sin embargo, en 2022, la Comisión Europea dio un giro parcial al incluir esta tecnología, bajo ciertas condiciones, En la «taxonomía verde» que se llama SOal lado del gas natural. Esta clasificación permite que ciertas inversiones nucleares sean etiquetadas como sostenibles desde el punto de vista climático.

Como se expandió Miguel HuarteEsto coloca a la nuclear en un área gris normativa: no es renovable, sino libre de emisiones en su operación. Y mientras Francia o Bélgica ya han elegido extender sus parques atómicos, España mantiene el curso opuesto.

Acelerando otra ruta. Al mismo tiempo, el Miteco ha procesado este 31 de julio un nuevo decreto real de una ruta urgente para reforzar el sistema eléctrico. Como ha indicado en un comunicado de prensaEs un estándar técnico que no aborda directamente el calendario nuclear, pero señala un refuerzo del sistema eléctrico mediante supervisión, electrificación de la demanda y promoción del almacenamiento de energía.

Entre otras medidas, la propuesta aumenta el control técnico de la electricidad y CNMC, promueve la hibridación renovable con sistemas de almacenamiento y limita la especulación en los puntos de conexión. Aunque el texto no menciona la nuclear, refuerza la idea de que la apuesta del gobierno sigue siendo clara: avanzar hacia una combinación 100% renovable.

Una puerta Jar. El cruce de tarjetas entre Electric y el Gobierno ha servido más para dibujar líneas rojas que para abrir puertas. Lo que se juega, más allá del kilovatio, es el modelo de energía del país: uno donde las energías renovables son implacables y nucleares para rascar el tiempo bajo la promesa de estabilidad.

Pero también Él ha señalado el periódico.Sin una propuesta formal y sin una renuncia explícita a los privilegios fiscales, la electricidad continuará esperando a las puertas de un ministerio que, por ahora, sigue siendo firme: o cumplen con las condiciones o el calendario de cierre continuará su curso. El futuro de Almaraz, y quizás el de todo el parque nuclear, se decidirá si, después del verano. Y con muchas más cartas incluso para jugar.

Imagen | Ferroso

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