
Tienes que leer bien el título para no cometer errores. No es tan estúpido petro, sino aquellos que aún no se han dado cuenta: el candidato presidencial de Petro para 2026. Año … es Sam …
No profundizaré la frase, que proviene de la famosa campaña de eslogan Bill Clinton en los años 90: «Es la economía, estúpida». Pero la adaptación viene como un anillo para un dedo en este momento político colombiano.
Ya no son solo un burro, culo o una reprimenda de tuberías. Estamos enfrentados con un culo completo.
Desde que el presidente que atacó abiertamente a las instituciones a cargo de los contraportados democráticos, él estaba en el Congreso y Cortes, nada más que el Presidente del Autoritarismo, con claras intenciones de mantenerse en el poder.
Aquellos que creen que las reglas de Petro están mal. Petro está en la campaña. Sin elegir a un heredero: su verdadero objetivo no es dejar la casa del Nariño en 2026. Años, a pesar de lo que dice la Constitución. Espero estar equivocado. Pero lo dudo.
Ese «decreto» con el que se reunió con una consulta popular no es más que la áspera ignorancia del Congreso. Y sus amenazas predominantes a Cortés, que agregan personas a las decisiones judiciales de prensa, representan una violación deliberada de la independencia del poder judicial. Lo cual no era nuevo, pero hizo lo mismo cuando, su familia, sus funcionarios o sus socios estaban sujetos a investigaciones.
En este momento, somos milímetros de una ruptura democrática en Colombia.
Un país consciente no puede guardar silencio. Tampoco puede ser escapado. Es hora de luchar, por supuesto dentro del estado de derecho. Pero es urgente comenzar a actuar. Dado que se dejan ejemplos no a cargo en nuestro vecindario latinoamericano. Y si no actuamos, el dictador permanecerá. Y el costo del suelo será muy alto.
Esto no es una exageración o una novela ciencia ficción. La historia correcta es sobre el ex geriliano que vino al gobierno por carreteras demócratas … y ahora se esfuerza por quedarse para otros muy diferentes.
No hay tiempo para más excusas. Si permitimos que Petro tome el caos en el suelo a través de una mayor polarización, movilización violenta y trastornos, ya que introduce sus últimos discursos, usaremos la excusa perfecta para quedarse.
¿Como? A través de «Petroconstitution», es decir, un conjunto de ficticios o interpretación de los estándares sobre la voluntad para justificar sus ambiciones personales.
La historia juzgará a aquellos que, por miedo, cálculo político o ingenuidad, silencio. Colombia merece algo mejor que un experimento autoritario. No juega para gobernar: Igra para quedarse. Y si no lo enfrentamos ahora, será demasiado tarde mañana.
Petro ya es una fórmula: asesoramiento, caos, calle y caudilismo. Todo con «C» de Colombia … o «Castrochavismo», como prefieres leerlo. El problema no es que Petro quiera quedarse. El verdadero problema es que lo dejamos.
Ricardo Ferro
¡La entrada es petro, estúpida! La noticia se publicó por primera vez.