
Un nuevo episodio de violencia sacude el sur de Bolívar tras el asesinato de tres personas en una mina de oro en el municipio de San Pablo.
El hecho, confirmado por el secretario de Seguridad Departamental, Manuel Berrío, ha sido catalogado por el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) como la masacre número 68 registrada en el país en lo que va del año.
Las víctimas, según el funcionario, fueron identificadas como Luis Guillermo Meléndez Villadiego (32 años), José Stiven Campuzano Pineda (27 años) y Carlos Alberto Ortega Ortega (56 años). Berrío también descartó que se trate de cinco víctimas, como se informó inicialmente.
Luego de un consejo de seguridad en la zona, el secretario Berrío confirmó que el triple crimen sería responsabilidad de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo con fuerte presencia histórica y dominio territorial en la región.
Según Indepaz, que fue la primera entidad en pronunciarse públicamente, «hombres armados, al parecer pertenecientes al ELN, irrumpieron en una mina de oro y dispararon indiscriminadamente».
El ataque no sólo cobró la vida de los tres hombres, sino que también provocó el destrucción de maquinaria pesada y provocó el desplazamiento de la comunidad minera de la zona.
«Los cuerpos de las víctimas fueron trasladados alrededor de la 1:30 de la tarde a la morgue de San Pablo, desde donde se ordenó su derivación a Medicina Legal en Bucaramanga para procedimientos forenses de rigor”, informó Berrío.
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Un campo de batalla por el oro
Este evento resalta la crítica situación de orden público que atraviesa el sur de Bolívar, Una subregión que se ha convertido en un corredor estratégico y campo de batalla debido a su riqueza en minería ilegal de oro. y su ubicación clave en la Serranía de San Lucas, que conecta con otras regiones vitales para las economías ilícitas.
El conflicto territorial por el control de estos ingresos ilegales se concentra en la disputa entre tres de los principales actores armados del país:
– Eln: Busca consolidar su dominio sobre los ingresos de la minería ilegal.
– El ‘clan del Golfo’: El grupo más grande del país, promueve una ofensiva para apoderarse del territorio, desplazar al ELN y tomar rutas de narcotráfico y minería.
– Las Disidencias de las FARC (EMC): Si bien su principal conflicto se centra en los otros dos, facciones como el frente ‘Calarcá’ suman un tercer actor a la disputa por el control de corredores y economías ilegales.
La Defensoría del Pueblo ya había advertido sobre el alto riesgo humanitario en São Paulo y la subregión a través de una Alerta Temprana, señalando que estos grupos armados buscan reemplazar las instituciones del Estado e imponer «normas y otras formas de gobernanza ilegal».
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El drama humanitario va en aumento
La escalada del conflicto se traduce en un drama humanitario constante para los habitantes de la zona, que enfrentan:
• Masacres y homicidios sistemáticos contra la población civil.
• Confinamiento masivo y desplazamiento de miles de personas que huyen de combates y amenazas, siendo Santa Rosa del Sur otra población fuertemente impactada.
• Bloqueos territoriales que restringen severamente la movilidad y el ingreso de bienes esenciales como combustible y alimentos.
Las Fuerzas Militares han desplegado operativos en San Pablo buscando restablecer el orden y verificar los detalles de la masacre, en un contexto donde la disputa por riquezas ilícitas continúa cobrando vidas y violando los derechos humanos de la población.
Además, te invitamos a ver nuestro documental:
Documental de la periodista Jineth Bedoya. Foto:
cartagena