
El sol continuará brillando, pero la forma en que lo aprovechamos es cambiar a la velocidad del vértigo. Si bien China y otros países se centran en mejorar la eficiencia de los paneles solares de perovskita, España ha establecido el punto de resolver otro gran desafío: la estabilidad. Y lo hace con un mensaje claro: di adiós al silicio.
Jubilando el silicio. Hasta ahora, hablar de energía solar estaba hablando de silicio. Hoy, esa ecuación comienza a romper la perovskita. En Madrid, un equipo de nanocencia de IMDEA ha logrado Que una celda alcanza el 25.2% de eficiencia certificada, casi coincidiendo con el récord mundial del 26.7%. Con esto, España ingresa a la primera línea de la carrera para el futuro solar.
No solo eso, también han fabricado un mini-modulo de 25 cm² que mantiene una eficiencia del 22.1% y la estabilidad extraordinaria, algo que históricamente ha sido el talón de Aquiles de esta tecnología. «Estas células ya exceden el silicio comercial, que apenas alcanza el 18% de eficiencia, y abren la puerta a la próxima generación de paneles solares», explica Nazario Martín, investigador principal del proyecto.
El salto no es solo académico. En investigación, Publicado en materiales avanzadosExplican que perovskita promete reducir costos, ser flexibles, ligeros y reciclables, frente al silicio, cuyo proceso de producción es costoso y controlado casi exclusivamente por China.
Pero lo esencial aquí no es tanta eficiencia y durabilidad. Las células desarrolladas con el nuevo material PTZ-FL mantienen el 95% de su rendimiento después de 3.600 horas de pruebas en condiciones exigentes (protocolo ISOS-D-1). En otras palabras, no hablamos de prototipos de laboratorio frágiles, sino de dispositivos capaces de resistir el paso del tiempo bajo el sol, la humedad y el calor.
El fondo del proyecto. El avance se basa en el diseño de moléculas llamadas espiro-flenotiazinas, que actúan como «transportadores huecos», una capa esencial en la célula solar. El compuesto PTZ-FL previene la migración de iones de litio, que generalmente es una de las principales causas de degradación.
En palabras de los investigadores, se trata de construir una «interfaz compacta» que proteja el material y mejore su eficiencia. En términos prácticos, significa que los módulos perovskita no solo son más poderosos, sino también mucho más resistentes.
China toma la delantera. A medida que avanzaba anteriormente, China ha centrado sus esfuerzos de eficiencia. Un estudio de la Universidad y Tecnología de Huazhong logró un récord del 28.8% con una célula totalmente en tándem de perovskita, sin silicio. Este tipo de avance, como el español, confirma que Perovskita no solo puede competir con el silicio, sino para superarlo en escenarios donde nunca brilló: fachadas, ventanas, oficinas o incluso dispositivos portátiles.
Hay desafíos muy específicos. Más allá de los registros de laboratorio, el gran desafío es llevar esta tecnología al mercado. Hoy, la Unión Europea depende en gran medida de China para fabricar paneles solares, Según un informe de Ember. Proyectos como IMDEA no solo buscan eficiencia, sino que también reducen esta dependencia estratégica.
Además, el componente más caro de un panel solar ya no es silicio o vidrio, sino marcos de aluminio, que representan el 14% del costo total. Un recordatorio de que la transición a Perovskita requerirá innovaciones no solo en laboratorios, también en fábricas y cadenas de suministro.
Pronósticos El futuro solar ya no está escrito con silicio. Perovskita ha pasado de ser una promesa frágil a un verdadero candidato para el mercado. La pregunta no es si vendrá, sino cómo y de dónde. España, con el avance de la nanocencia de Imdea, quiere que parte de esa respuesta tenga el sello europeo.
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