





La corte primero de pequeñas causas de trabajo de Cartagena Desestimó la solicitud de suspender el desalojo de los talleres invasores en el sector papayal, en Chambacú, A dos minutos del centro histórico.
Este fallo judicial no solo respalda la acción administrativa de restitución de la propiedad, pero también descubrió un presunto Red de ilegalidad que usaría trucos legales para apropiarse de bienes de uso público en la ciudad.
El desalojo, cuya primera fase comenzó en las últimas horas, busca recuperar un área estratégica de 7,404.17 m² que ha sido ocupada de manera irregular durante décadas por talleres mecánicos, comedores, etapas y estacionamientos.
El área es esencial para el desarrollo del complejo deportivo Chambacú, un trabajo clave en la agenda del alcalde DuMek Turbay Paz y necesario para la planificación territorial de la ciudad y Recuperación de esta área deprimida.
Un bien público no se puede comprar, comercializar, vender o procesar un folio de registro como un lote privado.
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Talleres de Chambacú, en Cartagena Foto:John Montaño/ The Time
La acción legal más reciente para tratar de detener la operación fue presentada el 24 de septiembre por el abogado Elba Yacamán, defensor de los propietarios de dos talleres desalojados. El abogado presentó una tutela solicitando la suspensión inmediata de la diligencia, argumentando que se configuró el daño irremediable Por su representación.
Sin embargo, el juez a cargo del primer tribunal de pequeñas causas laborales desestimó la solicitud de suspensión.
En su decisión, lTogada argumentó que no se advierte la posible configuración del daño irremediableEs decir, daño grave e inminente que requiere una intervención judicial perentoria y urgente.
El juez dijo: «La intervención perentoria del juez no es necesaria, sin dar al distrito la oportunidad de ejercer su derecho de contradicción, y aún más si se tiene en cuenta, que el término para decidir en el fondo de este problema es de 10 días hábiles».
Este retroceso judicial permite que el distrito continúe con la orden ratificada el 31 de enero de 2025 por la inspección policial de la Comuna 2.
Esta orden, que comenzó su proceso legal el 18 de febrero de 2020 de una queja contra empresas invasoras, Busca restaurar el uso adecuado de un espacio público vital que, durante años, ha sido un foco de problemas.: basura, contaminación, automóviles abandonados, inseguridad y supuestos casos de microtrofficking y actividades ilegales.
Suplant: es muy común en la ciudad que los individuos alteren
Oficial de distrito.
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Talleres de Chambacú, en Cartagena Foto:John Montaño/ The Time
El más serio de este episodio no es la acción de la tutela misma, sino la evidencia presentada por el abogado que desató una alerta por parte del distrito.
Durante la operación de desalojo, el abogado trató de interrumpir la diligencia presentando presuntos folios de registro para la tierra, argumentando que estos eran objeto de un proceso judicial de pertenencia.
La Oficina del Alcalde de Cartagena desestimó la validez de dichos documentos, basada en un principio inquebrantable legal: Un bien público no se puede comprar, comercializar, vender o procesar un folio de registro como un lote privado.
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Panorámico de Chambacú, área a desalentar, en Cartagena de Indias Foto:John Montaño/ The Time
Un funcionario del distrito, que solicitó una reserva de su identidad por razones de seguridad, presentó el presunto modus operandi detrás de estos intentos de apropiación:
«Esta es una supuesta suplantación y es muy común en la ciudad que las personas alteran a los folios legales de lotes o propiedades en otras áreas o vecindarios, y cambian la dirección, la ubicación, las coordenadas y las medidas para que correspondan al lugar que buscan pasar como suyos o, en otras palabras, invadidos».
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Talleres de Chambacú, en Cartagena Foto:John Montaño/ The Time
Este intento de legalizar lo ilegal, a través de la alteración de los documentos públicos, motivó la Inspección de la Policía No. 2 para componer copias a la Oficina del Fiscal General, Sección Bolívar. La solicitud es clara: investigar en profundidad la posible comisión de un delito, ya que «atrae poderosamente la atención que de acuerdo con el antecedente de registro del uso público para el parque y/o el espacio público hay otros de naturaleza legal de adquisición de tierras que se dividen y subdividen en ese mismo lote». La oficina del fiscal debe investigar quién está detrás de esta red que supuestamente «legaliza, vende o comercializa propiedades que son patrimoniales de todas las cartasgenas.
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Un patrón de fraude procesal en Cartagena
Talleres de Chambacú, en Cartagena Foto:John Montaño/ The Time
La alarma para el presunto «Suplant e Invasions Mafia» no es nueva en la ciudad. Las fuentes cercanas al distrito indican que el modus operandi del abogado Yacamán se parece al comportamiento sistemático de las personas acostumbradas a esto, recordando a las entidades de control de la existencia de una supuesta red de juristas que se prestan a la apropiación de tierras públicas.
De hecho, la administración del distrito solicitó previamente a la oficina del Fiscal General y la disciplina judicial nacional que investiga posibles comportamientos punibles y delitos disciplinarios por parte de los juristas que, en el pasado reciente, intentaron inducir el error a la justicia al presentar más de 15 tutelas infundadas contra los procesos de recuperación de la propiedad.
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Tiene una advertencia de las autoridades judiciales
Talleres de Chambacú, en Cartagena Foto:John Montaño/ The Time
El abogado Elba Yacamán ya había sido indicado en un caso similar hace meses. El 16 de febrero, la compañía Cerros del Mar denunció públicamente el intento de invasión a sus tierras en el camino a Punta Canoa. Los propietarios de la tierra expresaron que se sienten inseguros sobre lo que consideran un intento de robar lotes por un grupo que, según la queja, trató de establecerse en las tierras tres veces.
La queja de Cerros del Mar describió un modus operandi casi idéntico a la reportada en Chambacú: «Actúan con un abogado abogado, los documentos ingresan a los vacíos o sin propiedades de vigilancia … 10 nativos ingresan, o los necesarios, para materializar la invasión y reclamar una presunta posesión. Luego, ellos se encuentran como si fueran pruebas de exigir para pertenecer, afirmar que han estado viviendo allí.
El abogado Yacamán, en ese momento, negó las acusaciones, aclarando que era un proceso judicial legítimo al comprar prescripción, un argumento legal similar al que actualmente usa en Chambacú, pero aplicado a una propiedad que, en este caso, es para uso público y, por lo tanto, inalienable.
Reubicación humanitaria versus firmeza legal
Talleres de Chambacú, en Cartagena Foto:John Montaño/ The Time
Es importante tener en cuenta que, antes de comenzar el desalojo de los talleres, la Oficina del Alcalde de Cartagena agotó una orden del alcalde Dumek Turbay para garantizar la protección de los derechos de las personas más vulnerables. Más de 30 familias que vivían en casas de mesa en el mismo sector de Chambacú, incluidos niños, adultos mayores y mascotas, fueron reubicadas de manera concertada a viviendas decentes en otro sector de la ciudad. Este tratamiento diferencial enfatiza que la acción del distrito no está en contra de las comunidades vulnerables, sino contra la ilegalidad y la apropiación inadecuada de la herencia pública.
Con la decisión judicial a su favor y la oficina del fiscal con la lupa en la supuesta red de fraude, la oficina del alcalde de Cartagena reafirma su compromiso de continuar con la restitución total de la propiedad, asegurando que los bienes de uso público se utilicen para el desarrollo de proyectos que benefician a todos los ciudadanos. El desalojo de los talleres invasores de Chambacú avanza, y con él, la esperanza de que Justice ponga un freno a la «mafia suplant» que busca enriquecerse a expensas de la legalidad y el futuro de Cartagena.
Además, lo invitamos a ver nuestro documental ‘Explotación sexual en Cartagena: Voces silenciadas’
Documario del periodista Jineth Bedoya. Foto:
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