


“El 29 de agosto mi hijo me llamó llorando y mi hijo (Álvaro José) no llora sin motivo”, recordó Natalia Rodríguez con la voz entrecortada. «Me dijo: ‘mami, no entiendo por qué estoy llorando, no puedo parar de llorar, creo que estoy teniendo un ataque de ansiedad'», comenzó Natalia.
Ese día, sin saberlo, comenzaría una de las etapas más difíciles para tu familia. Natalia dijo que reaccionó de inmediato: llamó a sus mejores amigas, a la novia de su hijo, a su vecina Angelita.
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«No estábamos con él en el apartamento, pero vinieron todos. En veinte minutos mi casa ya estaba llena de gente», recuerda Natalia.
Aunque intentaron mantener la calma, ella y su marido intuyeron que algo no andaba bien.
Remberto Burgos. Foto:Redes sociales
El comienzo de todo
«Fuimos a una de nuestras entrenadoras, María Teresa, que lo revisó», dijo Natalia que cuando María Teresa lo vio dijo que su mente estaba bien, deberían investigar más a fondo.
Y ahí encontraron una masa, un tumor que tuvimos que trabajar.
Natalia RodríguezMadre de Álvaro José.
Natalia recordó cómo fue escuchar aquella noticia: “Mi hijo, de 17 años y completamente sano, de un día para otro tuvo un tumor en la cabeza”.
Cuando conoció el diagnóstico, Natalia tuvo claro el siguiente paso: “Cuando te dicen que tu hijo tiene esto, dices: El mejor tiene que verlo, el mejor profesional, no todos lo van a ver», recordó Natalia con los nervios del momento.
La familia de Álvaro José siguió haciendo pruebas hasta llegar a un médico particular, un médico de familia muy cercano, y fue él quien ordenó una tomografía computarizada de la cabeza de Álvaro José.
Así apareció el primer puente de la historia: Dr. David Calderón, quien había trabajado durante muchos años junto al neurocirujano Remberto Burgos de la Espriella.
“Me dijo: ‘déjame, te escribo para ver si puedes verlo, no es fácil conseguir cita en Burgos’, le dijo a Natalia el doctor Calderón.
«El médico operó desde el amanecer hasta el anochecer, no fue fácil acceder a él»afirmó Natalia.
Pero el mensaje recibió respuesta inmediata: “Dígale que venga ahora a mi consultorio y lo veré”, le dijo el doctor Burgos al doctor Calderón.
Ese lunes a las 10 de la mañana se enteró de la historia de mi hijo, y a las 2 de la tarde ya nos estaba recibiendo.
natalia fernándezMadre de Álvaro José.
Remberto Burgos. Foto:X: @Supersalud
El doctor Burgos lo escuchó y dijo sin dudar: ««Voy a operarlo».
«Aún no sabía si mi seguro lo iba a cubrir, si teníamos el dinero, si teníamos algo. Era simplemente ese propósito de salvarle la vida, porque sabía que tenía todo el conocimiento para sacarlo adelante», recordó emocionada Natalia.
La risa entre un momento angustioso: «Es hora de operarlo ahora. ¿Tienes una palanca?»
Todo sucedió con una velocidad inesperada. «En quince días estábamos en quirófano. Fue el 30 de septiembre, todo increíblemente rápido», dijo Natalia, con un gesto de agradecimiento y nostalgia por el médico fallecido.
Natalia recordó con una sonrisa una de las primeras conversaciones con el médico: «Me dijo: ‘Ya es hora de operar. ¿Tienes palanca?’ Y le respondí: ‘Sí, doctor, usted’, se rió», dijo, y movió todo para que el procedimiento se pudiera realizar lo antes posible.
Era un hombre de pocas palabras, pero sabía qué decir.
natalia rodiguezMadre de Álvaro José.
La cirugía fue un éxito. «Estuvimos con él, el Dr. Burgos, la semana pasada, me sacó absolutamente todo lo que tenía en la cabeza. Me dijo: ‘Álvaro José es un niño sano; «Puedes estar tranquilo y libre de preocupaciones».Natalia afirmó con alegría al recordar que su hijo ya se encontraba completamente sano.
Cuando preguntó si todo estaba bien, el doctor Burgos solo respondió: “Todo está bien”.
Ese era su camino: pocas palabras, pero muy sabias.
natalia rodriguezMadre de Álvaro José.
Remberto Burgos De la Espriella. Foto:Academia Nacional de Medicina de Colombia.
«Tú eres Supermán»
Tras la operación, la recuperación fue sorprendentemente rápida. «A los dos o tres días decidió dejarlo volver a casa, que estuviera tranquilo, sin tantos ruidos, sin la presión de la clínica», dijo Natalia.
El médico lo animó con sencillas palabras: «Eres Supermán».
Su recuperación fue muy linda porque estuvo en buenas manos.
natalia rodriguezMadre de Álvaro José.
Con el paso de las semanas, Álvaro José volvió a la escuela y a su vida normal. El diagnóstico médico fue claro: Cavernoma frontal izquierdo, un tumor completamente extirpado.
Natalia aseguró que su hijo fue el último menor que operó el doctor Burgos. «Estoy segura de eso», dijo.
¿Cómo fue la reacción de la familia ante la noticia de la muerte del Dr. Burgos?
«No podíamos creerlo». Este lunes 20 de octubre, cuando se enteraron del fallecimiento del doctor Burgos, la familia quedó conmocionada.
Mi hijo me dijo: ‘mami, pero ayer hablamos con él’. Creo que no es así’
natalia rodriguezMadre de Álvaro José.
Ella intentó consolarlo: «Le dije: sí amor, hay ángeles que llegan a nuestra vida». Dijo Natalia, visiblemente afectada al hablar de la noticia del fallecimiento del médico.
Además, agradeció haber podido despedirse en persona. «Ese día le estreché la mano y le dije: ‘Doctor, gracias’. Me sonrió y me dijo: ‘Cálmate’. Mi esposo y mi hijo también le agradecieron”, dijo Natalia.
Nos quedamos con el corazón tranquilo por haberlo hecho.
Natalia RodríguezMadre de Álvaro José.
“Era un ángel que devolvía la salud y la vida”
Con la voz llena de emoción, Natalia explicó por qué decidió hablar públicamente, dijo que quiere expresar su agradecimiento y el de muchas familias.
«Queremos expresar nuestro más sentido pésame por la pérdida de este gran ser humano, este padre de la neurocirugía que fue el Dr. Remberto Burgos de la Espriella», Natalia expresó, con muchas emociones a flote.
“Su dedicación, su profesionalismo y su humanidad marcaron un antes y un después para quienes tuvimos la bendición de estar bajo su cuidado, bajo su amor, bajo su sabiduría”, reconoció Natalia.
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«Su legado fue luz, esperanza y restauración de los corazones. No sólo el del paciente, sino el de todos los familiares y amigos detrás de ese ser humano. Para Natalia, su trabajo va más allá de lo profesional. “Nos deja un ejemplo de una vida que trasciende. Entendió que cada persona que tocaba merecía respeto, amor y excelencia”, afirmó Natalia.
Lo recordaremos como un ángel que con sus manos devolvió la salud y la posibilidad de vivir.
Natalia RodríguezMadre de Álvaro José.
El neurocirujano Remberto Burgos de la Espriella. Foto:CLAUDIA RUBIO | EL TIEMPO
Además, Natalia mencionó una sorprendente coincidencia, Bueno, hace 20 años, el Dr. Burgos había operado a su hermana, también un diagnóstico en su cabeza, un hecho que no conocían hasta hace poco.
«Le habían dicho que nadie podía operarla. El marido de la directora del colegio también lo operó y nadie se atrevió a operarlo, o sea, le gustaban los desafíos», dijo Natalia.
«No dejemos para mañana el agradecimiento»: el mensaje de reflexión que dejó la madre del menor operado
“Invito a todos a hacer una pausa y no dejar para mañana el dar gracias. A dar gracias hoy con las personas que aparecen en nuestras vidas, con nuestras familias, con nuestros amigos, con nuestros médicos, con el señor que nos transporta, con la señora que nos da un vaso de agua”, reflexionó Natalia.
Reconocámoslos, honrémoslos, porque no sabemos hasta cuándo tendremos la oportunidad de decirles gracias. Que la gratitud sea ese puente que deje huella
Natalia RodríguezMadre de Álvaro José.
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Finalmente agregó: «Mucha gente habla de legados, de hospitales, de fundaciones, pero ¿Qué más legado que dejar la vida? Eso fue lo que dejó: vida en mi hijo, en nosotros y en tantas familias”, dijo agradecida Natalia.
La mujer hizo una pausa, respiró y con voz suave dijo: «Quería tener este espacio para gracias en nombre de mi hijo y de todas las familias que tocó. Envía un abrazo muy especial a tu esposa, a tu familia. Porque era una eminencia, pero sobre todo, un ser humano extraordinario», afirmó Natalia.
Remberto Burgos de la Espriella y la Universidad de Córdoba. Foto:X: @JTorresOviedo
Natalia envió un mensaje a la familia del fallecido cirujano, Remberto Burgos
«Les enviamos un abrazo profundo y solidario. Gracias por compartir con el mundo un ser humano tan excepcional.
Sabemos que detrás de cada gran hombre hay una familia que lo inspira, lo acompaña y apoya su misión, y ustedes hicieron posible que el Doctor Burgos entregara tanto amor, ciencia y esperanza a tantas vidas.
Hoy te rodeamos de gratitud y cariño, honrando tu legado y esperando que encuentres consuelo al saber que tu luz permanece en cada persona que sanaste y en cada vida que transformaste. Con respeto y admiración, en nombre de mi hijo y de todas las familias que ayudó a sanar”, concluyó Natalia.
La noticia del fallecimiento del doctor Remberto Burgos de la Espriella conmocionó al país; Sus pacientes recuerdan su trabajo y su legado con gran amor y gratitud.
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