
El Papa Leo XIV hizo un llamado urgente para el cese inmediato de hostilidades en Gaza y Ucrania, implorando en su primer mensaje desde el balcón central de San Pedro, el pasado domingo 11 de mayo, que se realice el «Milagro de la Paz». Este evento marcó una ocasión significativa en su pontificado, ya que se dirigió a multitudes que habían reunido en la plaza, la cual estaba llena de esperanzas y expectativas de reconciliación mundial.
El Papa expresó con firmeza su deseo de que «nunca más haya guerra», y compartió el profundo sufrimiento que siente por el querido pueblo ucraniano. En su discurso, no solo reiteró la importancia de la paz, sino que subrayó que es posible alcanzar una paz auténtica, justa y duradera en un futuro cercano. «Si todos los prisioneros son liberados y los niños pueden regresar a sus familias, se puede abrir la puerta a un entendimiento real», subrayó Leo XIV con un tono de esperanza y determinación.
El sufrimiento de la población civil en Gaza también fue un tema central de su discurso. «Me causa un profundo dolor lo que sucede en la Franja de Gaza; es urgente detener el fuego. La ayuda humanitaria debe dirigirse hacia las poblaciones que están sufriendo enormemente», enfatizó, haciendo un llamado a la comunidad internacional para que se comprometa a asistir a quienes más lo necesitan en tiempos de conflicto. Además, pidió que todos los rehenes fueran liberados sin demora.
El Papa se sintió complacido al poder anunciar que se había logrado un alto el fuego entre India y Pakistán, lo que brindó un rayo de esperanza en medio de la oscuridad de la guerra en otras regiones. «Este es un ejemplo de que el diálogo y la mediación pueden traer resultados positivos. Aspiramos a que este mismo tipo de acuerdo se refleje en los conflictos de Gaza y Ucrania», comentó con optimismo.
Consciente de que los conflictos bélicos no solo afectan a individuos, sino que también repercuten en la paz y estabilidad global, Leo XIV utilizó su plataforma para recordar a todos los presentes que hay «tantos otros conflictos» en el mundo que requieren atención y acciones urgentes. En esta línea, reiteró su ruego en favor del «milagro de la paz», haciendo un llamado a la voluntad de todos para dedicar sus esfuerzos a la reconciliación mundial.
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