
El municipio de Magangué, Bolívar, se encuentra envuelto en un profundo dolor, conmoción e indignación tras el trágico asesinato de Alba Rubiela Guerrero Angulo, una líder comunitaria reconocida que tenía 53 años de edad. Este luctuoso evento ha dejado una huella imborrable en la comunidad, que llora la pérdida de una figura tan vital para ellos.
El crimen, escalofriante en su naturaleza, tuvo lugar al mediodía del domingo 27 de abril en el barrio de La Esmeralda. El presunto responsable del horrendo acto es su propio hijo, Francisco Javier Meza Guerrero, de 24 años.
De acuerdo con relatos de portales digitales locales, el trágico incidente se desató cuando Alba Rubiela, conocida por su incansable labor social, estaba vendiendo pasteles en una calle adyacente al Centro Cultural de Chico Cervantes. En un giro desgarrador de los eventos, su hijo se aproximó a ella con la aparente intención de solicitarle dinero. Poco después, ambos ingresaron a una vivienda cercana, donde se produjo una acalorada confrontación que culminó de forma devastadora con el asesinato de Alba.
A pesar de los esfuerzos realizados para salvar su vida, Alba Rubiela Guerrero fue declarada muerta en el Hospital La Divina Mercy de Magangué. Las autoridades han confirmado que la líder comunitaria recibió un total de seis puñaladas, tres en el tórax y tres en el abdomen, lo que demuestra la brutalidad del crimen.
Alba Rubiela Guerrero Angulo, 53. Foto:Cortesía
La rápida acción de la policía
La policía de Bolívar, al enterarse de lo ocurrido, actuó con celeridad. Los agentes lograron capturar a Francisco Javier Meza Guerrero a solo unas cuadras del lugar del crimen, hallando en su posesión el arma del delito: un cuchillo cuya hoja aún presentaba rastros de sangre, confirmando su implicación en el asesinato de su madre.
La conmoción en la comunidad de Magangué es palpable; la pérdida de Alba Guerrero ha sido sentida por muchos, ya que su trabajo, dedicación y compromiso con las causas sociales habían consolidado su estatus como una líder respetada y querida por aquellos que la rodeaban. Su papel como presidenta de la Junta de Acción Comunitaria del vecindario La Esmeralda 2 subraya la importancia de su contribución al bienestar social.
Francisco Javier Meza Guerrero, hijo de la víctima y presunto agresor. Foto:Cortesía
Las declaraciones del alcalde de Magangué
El alcalde de Magangué también se pronunció sobre este triste acontecimiento, expresando su pesar hacia la familia de Alba Guerrero y reconociendo su incalculable labor como «amigo, colaborador permanente y defensor incansable de causas comunales, víctimas y otros sectores vulnerables». Las palabras del alcalde reflejan el profundo impacto que la muerte de Alba ha tenido en la comunidad.
Este trágico caso de parricidio ha generado una ola de consternación no solo en Magangué, sino también en todo el Departamento de Bolívar, dejando una herida profunda y duradera que marcará a todos los que conocieron y admiraron a esta valiente líder comunitaria. El eco de su pérdida resuena fuertemente, recordándonos la fragilidad de la vida y la violencia que aún persiste en nuestra sociedad.