
En el medio del Mar del Norte, una barcaza anclada frente a la costa alemana no transporta mercancías produce combustible. No es ciencia ficción: es el primer piso flotante que convierte el viento, el agua de mar y el aire en energía para el futuro.
Corto. En el puerto de Bremerhaven, Alemania flota una plataforma rara. A primera vista, parece otra barcaza industrial, pero en realidad es un laboratorio flotante que se prepara para algo inédito: fabricar combustibles sintéticos directamente en el mar.
Más en profundidad. El proyecto Su nombre es PTX-Vent y es parte de la Iniciativa Nacional H2Mare, centrada en la producción de energía limpia en alta mar. Es promovido por el Instituto de Tecnología de Karlsruhe (KIT), junto con el Centro Aeroespacial alemán (DLR) y la Universidad Técnica de Berlín.
La instalación aún no ha abandonado el puerto, pero ya está listo para su próxima fase: operar en condiciones reales contra Helgoland. El propósito del kit con esta prueba es claro: demuestre que se puede generar E-Combustible en alta mar, sin electricidad o infraestructura terrestre.
Sin cables, red o firma de tierra. Una de las cosas más llamativas de esta plataforma es que no está conectada a ninguna red eléctrica. Funciona totalmente autónomo, usando solo energía eólica, agua de mar y el aire circundante. Lo que obtienes de allí lo transforma en combustibles líquidos listos para usar, sin emisiones netas de Co₂.
Según el profesor Roland Dittmeyer, director del Instituto de Ingeniería de Microprocesos del Kit y Coordinador de Proyectos, esta instalación no solo busca demostrar la viabilidad técnica del sistema, sino que también aprende a escalarlo para futuras grandes plataformas industriales.
El corazón de la barcaza. En el interior, esta plataforma integra varias tecnologías avanzadas que, juntas, forman una cadena Power -To -X (PTX) (PTX). En otras palabras, convierten la electricidad renovable en combustibles u otros productos químicos.
El laboratorio gigante tiene una primera fase de captura de aire directo (DAC), que extrae dióxido de carbono directamente de la atmósfera. Después de eso, la desalinización para transformar el agua de mar en agua adecuada para la electrólisis. Esa agua se divide en hidrógeno y oxígeno usando electrólisis alimentada por la energía eólica. Finalmente, se usa una síntesis Fischer-Tropsch Combinar hidrógeno con CO₂ y generar hidrocarburos líquidos, también conocidos como E-Combustibles.
Todo el sistema ha sido diseñado para funcionar de una manera modular, flexible y desconectada de la red eléctrica, adaptándose a la intermitencia natural del viento. Esto permite mantener la producción activa incluso en condiciones variables, un aspecto clave para su replicación a escala industrial.
Primero en tu clase? Si bien hay otros proyectos de producción de hidrógeno en las plataformas de tierra o en alta mar, ninguno hasta ahora había reunido todas estas piezas en una sola estructura flotante y autónoma. Según la interesante ingenieríaEsta es la primera planta que convierte la energía renovable marina en combustible líquido sin depender de las redes continentales o eléctricas.
El punto es que no todo puede enchufar. Hoy, muchos sectores ya avanzan hacia la electrificación: automóviles, calefacción, incluso algunos trenes. Pero hay industrias, como aviación, transporte marítimo o química pesada, que aún dependen de los combustibles líquidos con alta densidad de energía.
Los fueles electrónicos, como los producidos por esta plataforma, son una alternativa de carbono neutral que podría reemplazar el diesel o el queroseno sin la necesidad de rediseñar completamente los aviones o barcos.
Y lo mejor: no compiten por tierras agrícolas ni consumen agua dulce. Cuando operan directamente en el mar, aprovechan el potencial eólico y evitan la costosa infraestructura terrestre. Según el Ministerio Federal de Investigación de Alemania (BMBF)También ayuda a aliviar la presión en las redes eléctricas locales.
No solo diesel. Aunque por ahora el objetivo principal es los combustibles líquidos, el equipo detrás de PTX-Wind también está investigando otras posibles rutas de producción, como el metano sintético (compatible con las redes de gases actuales), el metanol verde (útil para el transporte marítimo o la industria química) y el amoníaco renovable (funciona como portador de hidrógeno o como fertilizante sin emisiones).
El mar como una nueva frontera de energía. Más que un prototipo, la plataforma PTX-Wind representa un modelo escalable y adaptable para la producción de combustibles en alta mar. Su diseño modular permitiría replicar esta tecnología en diferentes áreas costeras del mundo, creando una red distribuida de refinerías flotantes de energía limpia.
En un momento en que las soluciones climáticas son urgentes y las promesas a menudo permanecen en el papel, esta barcaza flotante es un ejemplo tangible de que la innovación ya está disponible, literalmente flotando en el mar.
Imagen | No acertado y Equipo
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