Economía

El cáncer de mama, detrás del lazo rosa – En un click

El cáncer de mama, detrás del lazo rosa

 – En un click

Cuando los números se convierten en un reflejo de la desigualdad

Autor: María Eugenia Saldarriaga

Él cáncer de mama Es una enfermedad que afecta a mujeres a nivel mundial, es una enfermedad multifactorial, con influencias genéticas, familiares y conductuales. Comprender esta enfermedad es fundamental para tomar acciones y medidas preventivas y garantizar un diagnóstico precoz, que puede marcar la diferencia entre la supervivencia y un tratamiento eficaz. El cáncer de mama es una batalla que nos une como mujeres, como país y como sociedad.

Según datos de Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022 se registraron en el mundo más de 2,29 millones de nuevos casos de cáncer de mama, y ​​solo en 2020 aproximadamente 685.000 mujeres murieron a causa de esta enfermedad. La mitad de todos los casos de cáncer de mama afectan a mujeres que no tienen factores de riesgo específicos distintos del sexo y la edad.

El cáncer de mama es la neoplasia (masa anormal de tejido) más común en las mujeres y en el mundo, y también es el más común entre los once tipos de cáncer priorizados en el país.

«Cada año en Estados Unidos, 497.000 mujeres son diagnosticadas cáncer de mama. Cada minuto, 4 mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama en todo el mundo y una muere a causa de la enfermedad, y estas estadísticas están empeorando hasta el punto de que el número de casos de cáncer de mama aumentará en casi un 40% de aquí a 2050”, afirmó la Dra. Joanne Kim, científica de la IARC y coautora del informe del Centro Internacional de Investigación del Cáncer de Mama. Cáncerque también advierte que de continuar las tendencias actuales, a mediados de siglo habrá 3,2 millones de nuevos casos de cáncer de mama en todo el mundo y 1,1 millones de muertes relacionadas con la enfermedad.

Según estimaciones de Globocan 2022, la enfermedad representa alrededor del 13% de los casos prevalentes y es la principal causa de muerte entre las mujeres. En Colombia se han documentado 111.620 nuevos casos, 56.719 muertes y prevalecen 303.656 casos. Estas cifras posicionan a esta enfermedad como la principal causa de cáncer y muerte por cáncer en las mujeres colombianas. Se estima que una de cada 8 mujeres puede desarrollar la enfermedad en algún momento de su vida.

Como parte del informe Cuenta de Alto Costo, una iniciativa del sistema de salud de Colombia que recopila y analiza datos sobre enfermedades de alto costo, como cáncer de mamaCon el fin de mejorar la toma de acciones y decisiones en cada caso individual, al 1 de enero de 2024 se reportaron 140.096 casos de cáncer de mama en mujeres. En el periodo de enero de 2023 a enero de 2024 se diagnosticaron 9.615 nuevos casos, de los cuales

de los cuales el 91,67% fueron invasivos, la mayoría de los casos nuevos fueron diagnosticados en estadio II (37,51%), que el 15,55% de los casos nuevos afectaron a adultos mayores y el 1,32% a población afrocolombiana o indígena y que la mortalidad por cáncer de mama en Colombia aumentó un 1022% respecto al período anterior, mientras que el número de casos nuevos aumentó un 10% respecto al período anterior del 18%.

Entre 2015 y 2023, la tendencia de morbilidad y mortalidad en los casos de cáncer de mama notificados al CAC refleja un aumento de la prevalencia, en 2023, del 8,03%.

Edad promedio de diagnóstico en Colombia cáncer de mama en las mujeres es de 57 años, sin embargo hay una caída a 44 años en el promedio de casos reportados y una concentración de casos entre los 50 y 69 años, además de un aumento en mujeres más jóvenes, si bien el riesgo de cáncer de mama aumenta con la edad, cada vez más se presentan casos a edades más tempranas.

Según estudios de la Asociación Colombiana de Mastología (ACM), en Colombia el 32% de los cánceres ocurren en personas menores de 50 años. El cáncer de mama es una enfermedad curable siempre que se diagnostique tempranamente, lo cual es fundamental para mejorar las tasas de supervivencia.

Los estudios del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos muestran que la tasa de supervivencia de los pacientes con cáncer de mama en etapa cero y etapa uno es aproximadamente del 100%; para los casos en etapa dos, es aproximadamente del 93%, y para los casos más avanzados, la tasa de supervivencia es cercana al 22%. A pesar de grandes esfuerzos y mejoras en el tratamiento del cáncer, en Colombia aún no se han alcanzado las metas de capacidad diagnóstica. Factores como las barreras geográficas y administrativas en las zonas rurales, la brecha entre el diagnóstico y el inicio del tratamiento, la pobreza y la distribución desigual de los recursos e infraestructura médicos son desafíos importantes.

La carga de morbilidad del cáncer de mama se puede reducir mediante la detección temprana (antes de que aparezcan los síntomas) y el tratamiento oportuno de las lesiones.

Las tres acciones más importantes a considerar para el diagnóstico precoz son:

  1. Autoexamen mensual: conecta con tu cuerpo, cuando se detecta a tiempo, el tratamiento tiene muchas más probabilidades de tener éxito.
  • Examen médico realizado por un trabajador de la salud.
  • Mamografía, idealmente a partir de los 40 años o según criterio médico. El objetivo de la mamografía es detectar el cáncer antes de que comience a causar síntomas.

La mamografía es un examen que detecta lesiones de muy pocos mm que no son palpables durante un examen médico o autoexamen y se considera la mejor forma de detectar tempranamente el cáncer de mama. De hecho, la mamografía es la única técnica que ha conseguido reducir la mortalidad por cáncer de mama en un 25% en todo el mundo.

El cáncer femenino está sobrerregulado en el sistema de salud colombiano, especialmente el cáncer de mama y de cuello uterino. Pese a ello, indicadores de cuentas de altos costos y evaluaciones del Plan Decenal de Lucha contra el Cáncer muestran que no se están cumpliendo las metas propuestas, resultados perjudiciales para la salud de las mujeres.

Respecto al problema central y específico del cáncer de mama y otros aspectos de la salud de la mujer en Colombia, expertos como el dr. Sebastián Quintero Camacho, cirujano oncólogo, mastólogo y cirujano de mama, con quien sostuve una interesante conversación, cree que, en general, no existe un conocimiento sólido sobre las enfermedades más comunes que las afectan y que falta un mecanismo efectivo de apoyo a las mujeres en Colombia. con el Sistema General de Atención Social en Salud (SGSS) para el manejo de estas patologías. Por ello, es necesario el trabajo colectivo en salud y defensa de la salud de las mujeres para posicionar la importancia de promover acciones efectivas que promuevan estilos de vida saludables, mejoren la salud sexual y reproductiva y prioricen la prevención primaria y la detección oportuna del cáncer de mama y de cuello uterino.

Es muy importante iniciar una conversación sobre desafíos y soluciones. salud de la mujer a partir de acciones y medidas trabajando de la mano con gobierno estatal, líderes de opinión, líderes de grandes empresas, EPS, IPS, instituciones públicas, sindicatos, organizaciones sin fines de lucro, mujeres con casos reales aportando su experiencia, entre otros.

Otro punto muy importante es la implementación de actividades que creen conciencia y conciencia colectiva sobre la enfermedad, sensibilización y educación de la población general y del personal de salud de la atención primaria de salud sobre estos temas con el fin de promover la prevención, detección temprana y diagnóstico del cáncer en la mujer.

En general, existe una tendencia a describir las perspectivas quinquenales para la salud de las mujeres como desafiantes. Si se entiende que el número de pacientes con cáncer en mujeres tiende a aumentar año tras año, así como el número de muertes, es vital tener una buena preparación ante esta población de riesgo para poder ofrecer una respuesta oportuna, adecuada y de calidad a los casos de cáncer en mujeres, especialmente de mama, en medio de un sistema que cuenta con recursos económicos ajustados y limitados.

El desafío se centra en varios aspectos:

  • No hay suficientes especialistas y acceso oportuno a servicios de detección temprana y tratamiento del cáncer de mama de manera uniforme en todo el país
  • Falta el talento humano necesario para tratar el cáncer
  • La concentración de servicios y talento humano en las ciudades capitales, hecho que deja en desventaja a un gran porcentaje de zonas del país
  • Falta de infraestructura física y tecnológica
  • Una necesidad importante en materia de innovación
  • La mamografía como principal herramienta para el diagnóstico temprano del cáncer de mama no tiene buena calidad ni cobertura nacional
  • En materia de prevención primaria, los indicadores propuestos no exploran las diferencias que tienen las mujeres en cuanto a los servicios de salud. Por esta razón, las enfermedades cardiovasculares, la obesidad y la diabetes, que se comportan de manera diferente en hombres y mujeres, no tienen un enfoque de género diferente para su mitigación.

Para abordar el cáncer de mama desde un contexto de salud pública en Colombia, los enfoques propuestos se centran en el aseguramiento en salud en un marco integral. La salud de las mujeres debe medirse desde todos los aspectos: salud mental, participación en la sociedad, su economía, salud emocional, salud en el trabajo y salud física. La visión de salud pública del cáncer de mama busca mantener sana a la población. Si queremos que la población sea productiva y tenga bienestar, debemos brindar garantías en el acceso al Modelo de Atención Integral en Salud, que fortalezca las estrategias de atención primaria de salud.

Partiendo de las regulaciones y, como se dijo anteriormente, debido a que el cáncer es un tema sobre regulado en el país, el foco debe estar en el cumplimiento de las regulaciones y leyes existentes.

Hay una fuerte tendencia a centrar el trabajo educativo en las mujeres y a descentralizar las actividades de promoción y mantenimiento de la salud para cubrir zonas fuera de las capitales, especialmente las zonas rurales, bajo el supuesto de que «si se educa a una mujer, se educa a la familia». Además, es vital fortalecer estrategias educativas más allá del autoexamen de mama.

Llama la atención la censura que persiste y prevalece en la educación adecuada sobre el cáncer de mama; «Hay muchas ambigüedades. Mientras se censure el cuerpo femenino como se hace hoy, no tendremos un impacto primario en el cáncer de mama. Ejemplo: queríamos aprender a tocar un seno, pero como no se puede hacer con un modelo de plástico, usamos senos reales. La propuesta fue censurada porque mostramos los pezones. Esto es difícil, tenemos un problema con la percepción del cuerpo.

La calidad y mayor cobertura de la mamografía es una necesidad real a nivel nacional, junto con una demanda por parte de aseguradoras y proveedores para mejorar las opciones de diagnóstico y tratamiento.

Es importante recalcar que el ambiente laboral es de suma importancia. «Una mujer trabaja, sale de casa y ese ambiente no se centra en ella. Esta es una barrera que tenemos que derribar para que una mujer no tenga que tomarse un día libre o que le quiten un día de trabajo para acudir a exámenes periódicos. Los exámenes de cáncer deben incluirse en los exámenes laborales». Es muy importante resaltar la necesidad de alianzas público-privadas para diseñar y desarrollar esta estrategia.

El apoyo multidisciplinario a los pacientes diagnosticados con cáncer es una estrategia que destaca. Este enfoque incluye cuidados paliativos, apoyo emocional y espiritual, y seguridad alimentaria, social y laboral durante el diagnóstico.

Es muy importante que la sociedad civil que trabaja en la educación, prevención, diagnóstico, tratamiento y apoyo a todos los procesos necesarios en el tratamiento del cáncer, se dedique a la ampliación y continuidad de las diversas actividades que componen el proceso, con el fin de ampliar el análisis a una visión más general.

Quiero hacer un llamado a la acción directo y claro sobre el propósito de esta columna: el diagnóstico oportuno lo cambia todo, por eso la urgencia de la detección temprana del cáncer de mama es una lección de vida que nadie quiere aprender.

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