

La elección del nuevo rector de la Universidad Atlántica para el período 2025-2029 sigue envuelto en una compleja red de desafíos, tensiones internas y actos de vandalismo que han puesto en jaque la estabilidad institucional del alma mater atlántica. En medio de este panorama, el Fiscal General Gregorio Eljach Llamó a la serenidad y explicó el estado actual del proceso de recusación que tiene paralizado el Consejo Superior.
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“Tengo la información que hubo siete desafíosquienes llegaron a donde tenían que ir (a la Fiscalía Regional), pero inmediatamente también recusaron al fiscal regional y eso obliga a que el caso se tramite en el nivel central, que es el Fiscalía General. Estamos esperando la transición de lo regional a lo nacional a asignar un delegado para este caso, resolverlo y notificarlo“, declaró Eljach durante un acto en Barranquilla este viernes.
El abogado afirmó que estos procesos no se pueden tomar a la ligera. Foto:archivo
El titular del Ministerio Público enfatizó que los temas jurídicos de alto nivel requieren tiempo y rigor: “No podemos precipitarnos a la hora de tomar decisiones, por lo que sugerimos serenidad, tranquilidad y paciencia.«Los desafíos surgieron después de una agitada sesión del Consejo Superior el 11 de octubre, en la que no fue posible definir al nuevo rector. En cambio, Josefa Cassiani fue nombrada interinamentesecretario general de la universidad, como rector encargado.
Entre los cuestionados se encuentran figuras clave de la Consejo Superiorcomo Miguel Antonio Caro, representante de las directivas académicas; Angelly Díaz Cordero, representante estudiantil; y Eduardo Veranogobernador del Atlántico y presidente del Consejo, acusado de presunto conflicto de intereses por su cercanía con el candidato Leyton BarriosActual Secretario de Educación departamental.
También se presentó una recusación colectiva contra los miembros del Consejo que avalaron la modificación del Estatuto General para permitir la reelección inmediata del rector, lo que ha sido interpretado por sectores estudiantiles como una maniobra para favorecer al rector saliente Danilo Hernández.
Una universidad en tensión
La crisis institucional ha trascendido las oficinas y se ha manifestado con fuerza en los campus. El 14 de octubre El campus norte de la universidad fue escenario de actos vandálicos perpetrados por encapuchados que quemaron pancartas de candidatos y atacaron oficinas administrativas.
Fachada de la Universidad del Atlántico, campus norte. Foto:Cortesía Uniatlántico
El Vicerrectoría de Investigación, Extensión y Proyección Socialliderado por Miguel Caro, fue objeto de pintadas, daños a infraestructuras y un Hoguera improvisada con sillas de plástico.. Personal de seguridad logró controlar las llamas, pero el mensaje fue que la comunidad estudiantil está en protesta.
Desde tempranas horas, grupos de estudiantes se manifestaron frente a varias rectorías y la rectoría, exigiendo transparencia y rechazando lo que consideran una imposición de intereses políticos. En la plaza del Bloque D fue quemada una pancarta de Leyton Barrios, uno de los cinco candidatos elegibles.
La universidad emitió un comunicado en el que llamó a la calma y reiteró su compromiso con la transparencia y el respeto. Sin embargo, para muchos estudiantes, Estos principios han sido violados por intereses burocráticos. y alianzas políticas que han convertido la elección del rector en una disputa de poder.
Mesa de diálogo fallida
El intento más reciente de restablecer el diálogo se produjo el 16 de octubre, cuando el rector encargado convocó a una mesa de dialogo con los diferentes niveles universitarios. El encuentro, celebrado en el Centro Cultural, terminó en medio de enfrentamientos entre estudiantes, ingreso forzado al recinto, Agresiones al personal de seguridad y suspensión de la jornada..
Las diferencias entre los representantes estudiantiles respecto de los recientes actos vandálicos y el rumbo del proceso rector impidieron avanzar en acuerdos. Algunos dirigentes pidieron revisar las hojas de vida de los candidatos y garantizar la transparencia, mientras otros denunciaron exclusión y falta de garantías para participar en el diálogo.
Josefa Cassiani, rectora encargada de la Universidad Atlántica Foto:Cortesía
La Universidad del Atlántico administra una presupuesto anual cercano a los 574.000 millones de pesosy el puesto de canciller implica decisiones clave sobre contratación, política académica y gobernanza institucional. Por tanto, detrás de cada candidatura se presume el apoyo de sectores políticos influyentes.
El consulta interna del 2 de octubre, que debía definir a los candidatos, también estuvo marcado por acusaciones de fraudeenfrentamientos y orden de suspensión del Ministerio de Educación. Aunque los resultados no son vinculantes, dejaron a Danilo Hernández como favoritoseguido de González, Barrios, Quimbayo y Padilla.
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Hoy, con el Consejo Superior paralizado por los desafíos, el campus en estado de alerta y la comunidad universitaria dividida, la pregunta que queda en el aire es si este proceso puede seguir esperando. Mientras tanto, La Fiscalía tiene en sus manos la responsabilidad de desbloquear un proceso lo cual, más allá del aspecto legal, ha encendido muchas alarmas en una de las universidades más importantes del Caribe colombiano.
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