
Cada 3 de agosto, se conmemora el Día Internacional de Planificación Familiar, una fecha que defiende el derecho de todas las personas a decidir sobre su cuerpo, su salud y su futuro. La planificación familiar le permite elegir la cantidad de niños, el momento de tenerlos y el método para hacerlo de manera segura.
Además de prevenir embarazos no deseados, esta práctica incluye educación sexual, prevención de infecciones, asesoramiento y tratamiento de infertilidad. Es una herramienta que fortalece la autonomía y mejora la calidad de vida.
Brechas que deben estar cerradas
En México, las cifras muestran que no todas las personas acceden a la misma manera a los servicios de salud reproductiva. Las adolescentes, las mujeres indígenas y las que viven en las zonas rurales enfrentan mayores obstáculos. La participación masculina en la prevención también sigue siendo baja.
En 2022, el 17% de los nacimientos eran adolescentes. En las zonas rurales, la tasa fue aún más alta. El uso de métodos modernos es menor entre aquellos que tienen menos escolarización o viven en comunidades remotas.
Métodos para cada necesidad
Existen múltiples opciones anticonceptivas: condones, píldoras, dispositivos intrauterinos, métodos naturales y de emergencia. Lo importante es que cada persona puede elegir con información y acceso garantizados.
Durante más de cinco décadas, la planificación familiar se reconoce como un derecho humano. Elegir al tener hijos no es solo una decisión médica, es una expresión de libertad.
Un día para recordar y avanzar
Este 3 de agosto, el Día Internacional de Planificación Familiar nos recuerda que el pozo comienza con las decisiones informadas. Promover el acceso equitativo a los métodos anticonceptivos es construir un futuro más justo, más libre y saludable para todos.
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