


Quince personas resultaron heridas el pasado domingo tras el derrumbe del segundo piso de un quiosco de madera en la playa de Punta Arena, en la isla de Tierrabomba, en la zona insular de Cartagena.
El grave incidente ha puesto de relieve, una vez más, el riesgo latente al que se enfrentan turistas y residentes ante la proliferación de Estructuras informales de madera a la orilla del mar en todo el Caribe colombiano.
El hecho ocurrió a la hora del almuerzo, cuando un grupo de al menos 21 motociclistas, oriundos de Barranquilla, disfrutaban de su comida en el establecimiento.
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De repente, la estructura del segundo nivel cedió, provocando que la gente cayó violentamente una encima de la otra, con fuertes golpes provocados por el impacto de la madera que caía.
El personal del local comercial activó inmediatamente un plan de evacuación, Traslado de heridos por mar en embarcaciones al Hospital de Bocagrande en el casco urbano de Cartagena, donde recibieron atención médica. A pesar de la mayoría de las lesiones fueron hematomas y traumatismos de leves a moderadosEl hecho reaviva el urgente debate sobre la seguridad de las instalaciones turísticas en las playas.
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Riesgo estructural
Kiscos de Punta Arena en la zona insular de Cartagena. Foto:Consejo Comunitario de Punta Arena
Este colapso va más allá de un accidente aislado. Expertos en ingeniería y seguridad turística han advertido históricamente sobre los peligros de kioscos, palafitos y restaurantes construidos precariamente con materiales como madera y palma sobre la arena o el mar, característicos de zonas turísticas como Islas del Rosario, Bocagrande, Santa Marta y el Parque Tayrona.
La principal preocupación radica en laausencia de un control estricto de las licencias de construcción y falta de inspecciones técnicas rigurosas por las autoridades locales. Estas estructuras, muchas veces construidas a mano y sin cumplir con el Código Colombiano de Construcciones Sismorresistentes (NSR-10), están constantemente expuestas a factores corrosivos como:
Humedad salina: La salinidad del medio marino degrada rápidamente la madera y cualquier elemento metálico (tornillos, anclajes) utilizado en la estructura.
Cargas dinámicas: El constante movimiento de turistas y las vibraciones provocadas por las olas añaden tensiones estructurales que la madera no siempre puede soportar a largo plazo, especialmente si se ha visto afectada por la corrosión.
Mal mantenimiento: La alta rotación y la informalidad de muchos de estos negocios resultan en una falta crónica de mantenimiento preventivo y correctivo, lo que acelera el deterioro y aumenta el riesgo de fallas catastróficas.
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El desafío de la regulación y la informalidad
Isla Tierrabomba en Cartagena. Foto:Distrito de Cartagena
En Cartagena, como en otras ciudades costeras, la informalidad en el uso de las playas es un problema crónico. Muchos de estos establecimientos operan bajo figuras temporales o, directamente, sin las correspondientes licencias de ocupación de playas y sin las aprobaciones de la Curaduría Urbana y del Departamento Administrativo de Planificación Distrital.
Las autoridades han realizado operaciones de demolición en el pasado en Playa Blanca, argumentando invasión del espacio público y riesgo estructural. Sin embargo, la presión económica y la necesidad de sustento de las comunidades costeras complican una solución definitiva, provocando la constante reaparición de estas construcciones vulnerables.
La Cámara de Comercio de Cartagena y gremios de turismo han solicitado al Distrito en varias ocasiones implementación de un Plan de Gestión de Playas que formaliza la actividad, obliga a los empresarios a adoptar estructuras certificadas (como módulos prefabricados de alta resistencia) y garantiza la seguridad de los visitantes.
El accidente de Punta Arena es un fuerte llamado de atención a las administraciones locales para reforzar las inspecciones de carga y resistencia, especialmente en segundas plantas que suelen construirse con Materiales ligeros para maximizar la visión y capacidad, pero que comprometen la vida útil y seguridad del conjunto.
La tragedia de este domingo subraya que, si no se toman medidas urgentes, la informalidad estructural en el Caribe seguirá siendo un peligro latente para el turismo nacional e internacional.
Además, te invitamos a ver nuestro documental:
Documental de la periodista Jineth Bedoya. Foto:
cartagena