
En el contexto de un incremento en el nivel del río Magdalena, las autoridades de Gamarra (al sur de César) se mantienen en una alerta de color naranja. Se estima que aproximadamente 2,000 familias que residen en las cercanías del río enfrentan un significativo riesgo en caso de que se produzca una posible ruptura de las paredes de contención que protegen estas áreas habitadas.
El alcalde de Gamarra, Cristian Leonardo Márquez Badillo, explicó: «Se ha notificado la alerta a las entidades pertinentes a nivel nacional y departamental. Nuestro monitoreo es constante en las zonas del río, trabajando junto a inspectores rurales y presidentes de juntas de acción comunitaria de las diversas comunidades involucradas. Con el respaldo de la administración municipal, estamos implementando medidas para mitigar esta situación».
Situación afectada en César Foto:Archivo privado
Los puntos críticos que se han identificado en esta emergencia se encuentran en la carretera que vincula el asiento municipal con el área de contenido.
En esta sección ya se ha observado un desbordamiento de la pared de retención. Otro punto en riesgo es la región próxima al distrito de Palenquillo, el más amplio dentro de Gamarra, donde se han realizado intervenciones en un esfuerzo para mitigar la situación actual.
«Las personas que viven cerca de estas áreas están en alto riesgo. Hasta ahora, no se ha proporcionado asistencia humanitaria a la población afectada. Desde el 6 de mayo, hemos comenzado a llevar a cabo trabajos de protección y prevención, que incluyen la instalación de CAP en ubicaciones estratégicas para prevenir filtraciones de agua en zonas vulnerables», subrayó el funcionario.
Ante la creciente preocupación por la situación, se celebró un Consejo de Seguridad con las autoridades competentes. Desde la Secretaría Técnica del Comité Municipal de Gestión de Riesgos de esta ciudad, continúa el monitoreo del aumento en los niveles del río Magdalena, asegurando que se pueda reaccionar de manera oportuna a cualquier eventualidad que pueda surgir en la región.
Alertas en otros municipios
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) ha señalado que las lluvias persistirán con alta intensidad en las semanas venideras. Entre los lugares más afectados, se anticipan lluvias considerables en Valledupar, Bello Pueblo, Agustín Codazzi, La Paz, Becerril y La Jagua de Ibirico. Esto incrementaría de manera notable el riesgo de crecidas repentinas, deslizamientos de tierra e inundaciones en estas áreas vulnerables.
«Realizamos un llamado urgente a todos los alcaldes de los municipios de César, a los Consejos de Gestión de Riesgos, las agencias de socorro y a la comunidad en general, para que activen sus planes de contingencia. Se recomienda fortalecer la limpieza de los canales, alcantarillas y áreas ribereñas. Además, debe mantenerse una vigilancia permanente en las zonas de mayor riesgo», manifestó Petrona Romero Navarro, jefa departamental encargada de la gestión del riesgo y cambio climático.
Tras las lluvias registradas en Valledupar el lunes pasado, se presentó una emergencia en el área de taxis de Villa, debido a la acumulación de residuos sólidos que fueron arrastrados por el agua. En colaboración con la Compañía del Norte y la Oficina de Gestión de Riesgos de Valledupar, se llevó a cabo la limpieza y retirada de estos desechos, dejando la zona habilitada para el uso público.
Ahora nos encontramos interviniendo en el puente del vecindario que tiene 450 años de antigüedad, ya que también ha acumulado desechos sólidos. Se sigue monitoreando todos los cuerpos de agua para evitar desbordamientos y otros problemas relacionados. La vigilancia se mantiene en las partes alta y media de la cuenca del río Guatapurí. «Indicó un funcionario de la oficina del alcalde de Valledupar.
En otros sectores de Valledupar, se coordinan acciones para mitigar los riesgos en la orilla derecha del río Guatapurí, que es el principal afluente de la capital de César, desde el vecindario de San Juan hasta Las Palmas. Con maquinaria especializada, se busca prevenir efectos adversos en áreas vulnerables, garantizando la estabilidad del terreno y protegiendo a las comunidades cercanas. Igualmente, la vigilancia se concentra en el aumento del caudal de las otras fuentes de agua que rodean el río Guatapurí, incluyendo La Vega, El Mojao, Candelita y Badillo.
Ludys Ovalle Jácome
Especial para El Tiempo
Valledupar