
Un mes se cumplirá el fin de los fuertes enfrentamientos entre dos grupos armados ilegales en la zona rural del municipio de Puerres, al sur de Nariño, que ha generado el desplazamiento masivo de 159 habitantes y el confinamiento de otros 557. La crisis humanitaria es muy grave.
Paola Chapi es una campesina residente en la vereda Desmontes Alto que sufre el drama del encierro en su casa, donde muy cerca los disparos de rifle la llenaron de miedo y miedo a ella y a sus hijos.
Algunas personas han tenido que desplazarse a localidades cercanas. Foto:Gobernación de Nariño
“He estado viviendo días de terror porque no hemos podido salir a trabajar y estábamos muy preocupados por esta violencia tan grave”, dijo la afligida mujer, quien pidió a los actores armados intentar establecer diálogos de paz y así devolver la paz a su territorio.
“Sólo queremos que haya conversaciones de paz, que se haga la paz entre los grupos armados para que no nos aterroricen más en nuestra región”, fue el llamado que hizo en un tono muy angustioso.
Wilson Hernández también vive en carne propia el confinamiento, por lo que no ha podido salir a trabajar y buscar el sustento para su familia.
Así expresó la situación que vive en su tierra natal: “Estamos aquí en confinamiento, pero aquí estamos presentes, unidos como comunidad y muy atentos a lo que venga para nuestro beneficio”.
Para Ilda Cuarán, presidenta de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Verde, no fue fácil y muy duro el momento en que se vio obligada a trasladarse por el conflicto armado al poblado de Monopamba.
Comunidades de Puerres, Nariño, logran escapar de la violencia. Foto:Gobernación de Nariño
“Ha sido muy nostálgico tener que salir de nuestra finca, en este momento necesitamos más que todo apoyo de seguridad, para poder regresar pronto a nuestros hogares. Queremos vivir en paz para seguir disfrutando de la hermosa flora y fauna que nos rodea”, dijo.
Grave crisis humanitaria
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, OCHA Colombia, reveló la crisis humanitaria que se vive en Puerres, enfatizando que comenzó el 23 de septiembre con enfrentamientos entre dos grupos armados que buscan dominar un amplio corredor entre los departamentos de Nariño y Putumayo para realizar actividades de tráfico ilícito de drogas.
Según el organismo de derechos humanos, esta situación ha generado el desplazamiento masivo de 159 personas correspondientes a 53 familias, entre las que se encuentran 36 niños, niñas y adolescentes, de la vereda El Verde.
Respecto al fenómeno del confinamiento que también afecta a la población, se reveló que son un total de 557 personas las que se encuentran bajo esta condición, pertenecientes a 201 familias residentes en los barrios Pailón, La Playa, Desmontes Alto y Desmontes Bajo.
Población campesina e indígena
La población afectada pertenece a la población campesina y a la comunidad indígena de Los Pastos, del Resguardo Gran Tescual.
“Gran parte de la población desplazada se ha asentado en la vereda Monopamba, mientras que otras familias han llegado a la cabecera municipal y municipios cercanos en busca de protección ante las acciones armadas”, indicó OCHA Colombia en su informe.
La situación es tan preocupante que entre los desplazados también se encuentran miembros del personal de salud del corregimiento, quienes habrían sido amenazados por actores armados para abandonar el territorio.
Asimismo, se han reportado restricciones en el acceso al mismo corregimiento, lo que ha generado limitaciones en la movilidad y en la prestación de servicios básicos a las comunidades.
Salud mental afectada
La organización, además de lo anterior, destacó: “Tanto la población desplazada como confinada se ve afectada en su salud mental y enfrenta serias limitaciones en el acceso a bienes y servicios esenciales”.
Los enfrentamientos entre grupos armados ilegales se darían por el control de las economías ilícitas. Foto:Joaquín Sarmiento. AFP
La crisis humanitaria en la región es de tal magnitud que se han reportado altos niveles de riesgo de reclutamiento forzado de menores de edad, así como uso y utilización de niños, niñas y adolescentes por parte de actores armados, así como amenazas relacionadas con la posible presencia de artefactos explosivos.
Se recordó que en 2019 el municipio de Puerres fue declarado territorio libre de minas antipersonal.
Aunque autoridades locales y el Gobierno de Nariño han entregado ayuda humanitaria a la población afectada, OCHA Colombia considera que aún existen necesidades en términos de protección de la población, apoyo alimentario y educación sobre el riesgo de minas y artefactos explosivos.
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