


Diana* aprende a caminar nuevamente. Es un designio que repitió varias veces: a los 18 años llegó desplazada a Buenaventura, en el Valle del Cauca, huyendo de las amenazas que la obligaban a dejar atrás el Chocó.
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Entonces tuvo que empezar de nuevo su vida. Y volvió a suceder hace nueve años, cuando perdió el uso de sus piernas a causa de una enfermedad huérfana.
Jornada liderada por la Unidad para las Víctimas, en Buenaventura. Foto:Unidad de Víctimas
Historia de mejora
Sin embargo, sonríe pacíficamente. En 2020 inició terapias que le devolvieron parte de las fuerzas para caminar; ahora lo hace asistida por un andador.
A sus 46 años, Parte de la reconstrucción que hoy se acomete tiene que ver con un negocio por ahora ubicado en una plataforma del barrio El Firme, en el noroeste de la ciudad portuaria, donde ofrece patacón, gualajo y pargo frito.
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Su sueño es convertirse en un lugar con techo y mesas, y ahora da el primer paso para lograrlo, ya que ese será el destino de las indemnizaciones que recibió en la multitudinaria jornada de reparación que lideró la Unidad para las Víctimas en Buenaventura, beneficiando a 1.444 personas, con una inversión de más de 10.790 millones de pesos.
“Esto demuestra que hemos venido a satisfacer las necesidades de las víctimas, siguiendo la directriz de la directora general de la entidad, Adith Romero Polanco. Por eso, estamos aquí con ellas, apoyándolas, entendiendo su necesidad y cumpliendo con su reparación”, afirmó el director territorial de la Unidad para las Víctimas en el Valle del Cauca, David García.
Jornada de Unidad de las Víctimas, en Buenaventura. Foto:Unidad de Víctimas
En Buenaventura, donde la esperanza ha sido históricamente un ejercicio de resistencia para las víctimas del conflicto armado, la compensación representa una oportunidad para que sigan escribiendo un capítulo diferente en sus vidas.
Jornada liderada por la Unidad para las Víctimas, en Buenaventura. Foto:Unidad de Víctimas
Diana, por su parte, reaviva la esperanza de un futuro mejor con esta nueva oportunidad: “Me siento muy agradecida con Dios por esta gran bendición que me ha dado, no me lo esperaba. Con esta carta de compensación que recibí, planeo fortalecer aún más mi negocio, invertir para poder hacerlo más grande”, afirmó.
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Actualmente se prepara para ser parte de ‘Peer Counseling para personas víctimas de conflicto con discapacidad’.
Jornada liderada por la Unidad para las Víctimas, en Buenaventura. Foto:Unidad de Víctimas
Estaba en Japón
Gracias a una alianza entre la Unidad para las Víctimas, la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (Jica) y el Ministerio de Igualdad, este año Diana estuvo en Japón, en un taller sobre técnicas que combinan la descarga emocional con el apoyo humano y el fortalecimiento de la vida independiente.
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“Es algo maravilloso”, dijo, convencida de que con el tiempo se formará una red departamental para acompañar a quienes viven realidades similares.
“A través de estas acciones, la Unidad para las Víctimas reafirma su compromiso con la reparación integral de las víctimas del conflicto armado en el Valle del Cauca y reitera que seguirá avanzando en el apoyo integral a quienes han sufrido las consecuencias de la violencia en el país”, informó la institución.
Más resiliencia
A sus 23 años, Carlos* siente que dio un paso clave para empezar a ver sus sueños hechos realidad.
Desde niño, en su natal Tumaco, aprendió a superar los retos de vivir con una discapacidad visual. Por ello, explica que su condición de desplazado fue el punto de inflexión a partir del cual encontró sentido para comenzar a reconstruir su vida.
«Colombia no es sólo violencia. Es una gran riqueza que el mundo debe descubrir», dice, explicando las razones por las que decidió estudiar Administración de Turismo en la Universidad del Valle, con el objetivo de desarrollar un proyecto que permita a otras personas con discapacidad viajar por el país.
Ahora, con el rostro iluminado por una sonrisa, está seguro de que podrá avanzar para conseguirlo. Como él, otras 842 personas recibieron cartas de indemnización en masivas jornadas de reparación lideradas por la Unidad para las Víctimas en Cali, beneficiando a sobrevivientes del conflicto en los municipios de Jamundí, La Cumbre, Florida, Candelaria y Dagua, en el Valle del Cauca.
En las sesiones, que se desarrollaron entre el 4 y 6 de octubre, la entidad destinó un monto de 11.430 millones de pesos para la reparación de las víctimas y fueron resultado de la estrategia institucional ‘Del escritorio al territorio’.
El propósito fue fortalecer la presencia institucional en los diferentes territorios del país, facilitando el acceso de las víctimas a procesos de atención, asistencia y reparación integral.
“Las víctimas no están solas. El Gobierno Nacional, a través de la Unidad para las Víctimas, continúa recorriendo todos los territorios del país para llevar esperanza y reparación integral. Seguiremos visitando otros territorios entregando más cartas de compensación a las víctimas que llevan décadas esperando su reparación económica”, dijo la directora general de la entidad, Adith Rafael Romero.
*Los nombres de las víctimas han sido cambiados para proteger sus identidades.
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