
La familia de un Vallecaucano llamado Julio César García y que nació en Tuluá No volvió a saber de él desde 2011. Desapareció cuando tenía entre 25 y 30 años, y todo señaló que había sido reclutado por la extinta FARC.
Incertidumbre por más de una década
Han pasado casi 14 años desde su ausencia en el territorio donde sus familiares perdieron su rastro y donde hoy continúan viviendo: la zona rural de Tuluá, municipio en el corazón del valle y que ancló en la cordillera central con una fuerte presencia de grupos armados, como los disidentes ‘Adam Izquierdo’, enfrentando los del frente ’57 Yair Bermúdez ‘.
Pero también hay otros grupos armados con influencia narcoparamilitaria, como ‘Los Rastrojos’, que enfrentan ‘lo inmaculado’ o ‘la oficina de Tuluá’, bandas criminales peligrosas y autores de ataques en el área urbana, así como fuera del municipio central de Valle del Cauca.
En esta Década aumentó la incertidumbre sobre el paradero de Julio César, si todavía estaba vivo o muerto y si hubiera muerto, sus familiares no podían tener indicios de a dónde ir a buscarlo para recuperar su cuerpo.
El hecho clave
Fue solo cuando la unidad de búsqueda de personas dadas por desaparecidas (UBPD), en una obra articulada con la Corporación Humanitaria Reunión, logró encontrar esos restos. Fue a través de una estrategia de tabla de diálogo permanente que un firmante de paz dio un hecho clave sobre un bombardeo que ocurrió en el área rural de Buga, también en el centro del valle, en 2011.
Doloroso funeral de una persona desaparecida en el valle. Foto:UBPD
Según el UBPD, ese detalle Permitió reconstruir los hechos y revisar los registros de las personas enterradas ese día en el cementerio municipal de Buga y uno de ellos fue Julio César. Esto significa que la víctima murió en el mismo año de su desaparición.
«Encontramos a la familia en las reuniones convocadas por la unidad de búsqueda y la Corporación Humanitaria Reunión, donde los casos en los que estamos trabajando están expuestos. Parecía el nombre de Julio César, junto con los de otros colegas que murieron en las mismas circunstancias», dijo Sandra Milena Morales, miembro de la corporación.
Doloroso funeral de una persona desaparecida en el valle. Foto:UBPD
Fue para que el UBPD contactó a los familiares y explicó lo que sucedió con la persona desaparecida y, sobre todo, trató de acompañar a los seres queridos de Julio César durante el parto y el entierro. Este es un momento que generalmente está marcado por el dolor y la posibilidad de cerrar.
Pero no podría haber un acto póstumo durante el entierro del cuerpo para reparar en parte el dolor por su muerte y su desaparición en los actos del conflicto armado en el Valle del Cauca.
Doloroso funeral de una persona desaparecida en el valle. Foto:UBPD
Debido a la situación crítica del orden público, no había garantías para que este funeral tuviera el acompañamiento de representantes de la UBPD con otros niveles en el cementerio comunitario en el área rural, donde vive la familia de Julio César. Los restos fueron entregados en el centro urbano de Tuluá y la familia, de regreso al área rural cumplieron con el funeral en privado. El campo es pequeño para una comunidad de zona veredal en Tuluá.
«Este hecho muestra los desafíos que persisten en los territorios para garantizar el derecho a la verdad y la dignidad», dijo Marcela Rodríguez, una investigadora humanitaria en la unidad de búsqueda en el valle de Cauca.
Argumentó que Tuluá es uno de los territorios con las mayores restricciones para avanzar en los procesos de búsqueda humanitarios, la recuperación y el entierro de las personas desaparecieron en el marco del conflicto armado.
Doloroso funeral de una persona desaparecida en el valle. Foto:UBPD
Rodríguez dijo: «Reiteramos la necesidad de tener acceso seguro en todo el Valle del Cauca para continuar la búsqueda y la disposición digna de aquellos que aún siguen desaparecidos».
Hipótesis de identidad orientada: posibles víctimas en más cementerios
«Julio César desapareció en 2011. Murió en medio de hostilidades en el área rural del municipio de Buga, Valle del Cauca. Su cuerpo fue enterrado por el estado en el cementerio de ese municipio. Él permaneció allí, sin ser reclamado por razones de seguridad, sin una visión de su familia, hasta que su identidad podría establecerse, gracias a las pruebas genéticas de que sus parientes demuestran con sus parientes demostrados con sus hermanos. Ubpd.
Según la unidad, en diferentes cementerios de Valle del Cauca hay cuerpos quemados bajo lo que se conoce como una hipótesis de identidad orientada. Esta clasificación permite a la unidad de búsqueda cruzar información y establecer enlaces con familiares que aún intentan encontrar a sus seres queridos. Muchos de ellos, con la esperanza de encontrarlos vivos.
Carolina Bohórquez
Corresponsal de El Tiempo
Cali
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